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Textos de WCOTC

¿PORQUɅ?

¿Porqué una cosa no es lo mismo cuando la hace un judío que cuando la hace un gentil? Porque a partir del año 1945 a la fecha se han establecido dos categorías de valores: una para el judío — siempre buena y de crítica no permitida so pena de ser tildado de antisemita – y otra — invariablemente descalificada o reprobable — para el gentil. Veamos algunos ejemplos.
Iraq acaba de ser invadido y puesto de rodillas por la suposición de poseer armas de destrucción masiva, armas químicas y hasta de poseer potencialidad de desarrollar algunas de tipo nuclear. El terrorista estado de Israel posee, por citar sólo un ejemplo, una instalación secreta subterránea en el desierto del Negev, llamada Dimona, donde nadie jamás ha entrado a inspeccionar nada de lo que allí se fabrica. Jamás los Estados Unidos ni la ONU han pretendido enviar inspectores de armas. El espacio aéreo a muchos kilómetros alrededor de dicha planta está vedado a la aviación civil y comercial y cualquier aeronave que violase — aún accidentalmente — dicho espacio aéreo, sería derribada sin miramientos ante la mirada impávida de las “naciones civilizadas”.
El judío oriundo de Estados Unidos Jonathan Pollard se encuentra cumpliendo una pena de reclusión perpetua en su país de nacimiento por haber transferido (en buen romance, robado) durante más de una década información tecnológica vital en materia de seguridad nacional y desarrollo nuclear norteamericano a Israel. Se comprobó que este solitario espía judío había robado documentación que en volumen superaría a la suma de todos los documentos robados a los Estados Unidos y pasados a la entonces Unión Soviética, durante las décadas de la Guerra Fría. Ha recibido honores de héroe nacional en Israel, el mejor consejo legal, una cuenta ya millonaria en dólares para el caso de que llegue a recuperar su libertad (lo cual no sería del todo improbable, dado el servilismo abyecto de los gobernantes norteamericanos a la estructura judaica de poder), y no pasa año sin que alguna organización judía se tome el trabajo de pedir su indulto y consiguiente liberación. Ahora bien, ¿qué pasaría si ocurriese lo inverso: si un judío robase secretos militares o tecnológicos israelíes y los vendiese o entregase a un país goy? No tenemos que esforzar nuestra imaginación hermanos, ese caso existe, y tiene nombre y apellido: Mordejai Vununu. ¿Alguno de ustedes ha oído hablar de este judío? Seguramente que no. Pregúntense ¿porqué? Porque una cosa es que un judío espíe a un país goy en beneficio de Israel y otra muy distinta que un judío espíe a Israel en beneficio de un país goy. Vununu es un judío oriundo de Marruecos que emigró a Israel en la década de los sesenta. Siendo estudiante resultó ser lo que el Talmud imaginativamente llama Ben Zorer Umore. Esto – en hebreo – es el título del octavo capítulo del Tratado Sanhedrín del Talmud de Babilonia y que vendría a ser algo así como el hijo pródigo propenso a crear problemas con su comportamiento, de hecho en este capítulo así titulado se enumeran todas las conductas que suponen transgresiones a la Halaká en materia de prácticas sexuales. Su conducta desordenada recibió las atenciones del Shin Bet (servicio de seguridad interior del estado judío), no obstante lo cual fue admitido como técnico en el complejo de Dimona. Un buen día Mordejai, allá por sus veintiocho años de edad, tuvo la ocurrencia de fotografiar diversos sectores del mismo, especial-mente el sexto subsuelo, que es el lugar más celosamente custodiado de esa instalación secreta israelí. Munido de ese material recaló finalmente en Londres, donde contactó a diversos periodistas y personalidades de los medios para vender sus fotos al mejor postor. Para su desgracia se topó con algún periodista gentil (de esos que mantienen cordialísimas relaciones con Israel y, de paso, con su Mossad) que informó de inmediato lo que estaba pasando. Sus paisanos de la comunidad de inteligencia en Tel Aviv se pusieron en acción y Mordejai, en medio de una vida de fiestas nocturnas con mucho alcohol, sexo y presumiblemente drogas, conoció “casualmente” a una atractiva inglesita muy liberal y enamoradiza que lo sedujo al punto de proponerle dejar Londres y escaparse con ella a Roma en una escapada amorosa. La muchacha en cuestión era una agente del Mossad — con marido en Israel — que lo condujo a una trampa que cambiaría su vida de alegre bohemia en la noche londinense por una cárcel de máxima seguridad, en absoluto y riguroso aislamiento hasta el día de la fecha. En Roma fue secuestrado, conducido a un barco israelí y llevado sin demora a ese “oasis democrático en medio de un mar de dictaduras árabes” que es el estado de Eretz Israel, donde fue debidamente juzgado, condenado y puesto a buen resguardo por el resto de sus días. Esto sucedió en 1988. ¿Alguna vez escuchó algún organismo de derechos humanos ocuparse del caso de Mordejai Vununu? Yo no, ni creo que lo vaya a escuchar jamás.
Vamos ahora a ocuparnos de un hecho local. A mediados de Abril, en la ciudad de Bariloche (Clarín, 15 de Abril de 2003, pág.36) un sacerdote, Fray Aníbal Fosbery evocó en términos “políticamente incorrectos” al ex capitán de la SS Erich Priebke, recordándolo con afecto y gratitud personales y en nombre de la Universidad que preside dicho sacerdote, por su acción cuando el susodicho era presidente de la Asociación Germano Argentina de esa ciudad patagónica. Consigna dicho periódico:”… Las palabras despertaron un fuerte aplauso en la mayor parte de las 400 personas que asistieron al acto y el rechazo de un grupo minoritario que optó por retirarse y no participar del brindis inaugural. Organismos de derechos humanos repudiaron la actitud de Fosbery y pidieron que se lo investigue por su presunta participación en la última dictadura militar.“ Todo indica (¿¿??) que habría sido un hombre de importancia durante la dictadura de Bussi en Tucumán”, dijo a Clarín Marina Schifrin, de la Corriente por los Derechos Humanos de Río Negro y Neuquén…” De este breve relato destaquemos dos cosas: la mayoría de las personas presentes compartían la opinión vertida acerca del ex capitán Priebke y segundo la actitud bastarda de ensuciar al sacerdote que se atrevió a decir lo que dijo, con acusaciones derogatorias de su buen juicio y conducta. Y por si todo esto no fuese suficiente, tenemos un broche de oro: quien lleva la voz cantante en la histérica acusación no es una mapuche, no es una araucana, no es una india ona, no es una gentil, es una judía. Una judía que está actuando con el típico procedimiento judío de ensuciar a quienes desean destruir mediante el uso de epítetos con fuerte carga afectiva que excluyen explicaciones. Es un antiguo – y exitoso — ardid que los judíos inventaron y del cual se sirvieron innumerables veces a lo largo de su historia — y no solo ellos, sino sus hijos ideológicos: los cristianos, los masones y los comunistas. Consiste en introducir mediante el uso y abuso de los mismos, determinadas palabras que llegan a transformarse en algo tan perverso en sí mismas que la víctima a la que se las endilgan pierde el derecho a réplica, a un juicio o explicación racionales y queda con una mancha de por vida cual lepra ideológica. Ejemplos de estos términos son: hereje, apóstata, bruja y judas — usados por los cristianos — burgués, desviacionista, trotskista y fascista —usa-dos por los adherentes al judeo marxismo — fanático, propagador de odio, intolerante, antisemita, autoritario y fundamentalista — usado por los voceros del pensamiento político “correcto” desde el final de la Segunda Guerra Mundial a la fecha. En nuestro medio el mero hecho de que a alguien le digan que fue de alguna forma colaborador o simpatizante del Proceso militar de 1976 a 1983, le significa una mancha que no hay forma de sacársela de encima, es indeleble y cada vocero del pensamiento político correcto se encarga de machacar continuamente en esos términos a la manera que se solía hacer con las herejías religiosas durante en Medioevo. ¿Cuántas voces se levantaron para contestarle como se debe a esta judía insolente? Ninguna, que yo sepa. Vamos a dejar el porqué para un próximo artículo, pero digamos muy brevemente que es porque no hay al momento una ideología global hecha carne en la gente, que pueda oponerse en su totalidad al judaísmo en su etapa actual.
Vamos a recordar un episodio más referido a este mismo soldado refugiado entre nosotros terminada la contienda en 1945. Todos recordamos hace unos cuantos años, cuando el ex capitán Priebke iniciaba su viaje hacia el exilio con juicio en espera — rumbo a Buenos Aires primero — las imágenes que testimoniaban la cariñosa despedida — me refiero a los besos que le daban al anciano veterano de guerra – que le dispensaban los efectivos de las fuerzas de seguridad que habían estado hasta ese preciso momento encargados de su custodia. Recordaremos para siempre la batahola de comentarios que ello despertara oportunamente en la prensa canalla; por eso vaya esta pregunta para todos los cretinos que se permitieron criticar y/o ofenderse por ese hecho. Imaginemos que el detenido en lugar de haber sido el capitán Priebke, hubiese sido otra persona, digamos por ejemplo, Rubén Ezra Beraja, Sergio Schoklender, Carlos Vladimiro Korach, Alberto Kohan, Marcos Aguinis, Daniel Marx, Jorge Matzkin o cualquier otro integrante de esa tribu: ¿HUBIESEN SIDO ESTOS PERSONAJES CAPACES DE EVOCAR UNA DESPEDIDA SIMILAR A LA DISPENSADA A ERICH PRIEBKE? Si alguien piensa que sí, por favor que me lo demuestre.
¿Cuál fue el crimen de guerra del que se lo acusó y por el que se lo condenó al ex capitán Erich Priebke? Muy sintéticamente diremos que hacia fines de la ocupación alemana en Italia, el capitán Priebke prestaba servicio en Roma y le tocó llevar a cabo la tremenda tarea de supervisar la ejecución de algo más de 300 rehenes — entre los cuales había un número muy reducido de judíos — en un lugar denominado las Fosas Ardeantinas. Esta medida fue tomada por el mando alemán en represalia por la muerte a manos de combatientes irregulares de una treintena de soldados del Reich. Por muy injusta y cruel que pueda parecernos esta decisión, el hecho es que en tiempos de la Segunda Guerra Mundial era una medida absolutamente en concordancia con las leyes de la guerra de entonces. Los ejércitos de las potencias del eje la llevaron a la práctica en numerosas oportunidades. El Ejército Rojo — la Unión Soviética nunca refrendó los tratados de Ginebra respecto a la conducta de las fuerzas participantes en acciones bélicas — cometió desmanes terribles, verdaderas orgías de sangre y brutalidades indescriptibles en su avance en territorios enemigos, enceguecidos por la infame propaganda soviética cuyo vocero principal era el judío Ilia Ehrenburg. Los ejércitos aliados en su campaña europea también practicaron la ejecución de rehenes, hasta en la misma pro-porción — 1 a 10 — como en el caso que nos ocupa. Entonces, preguntémonos ¿cuán-tos militares soviéticos han sido acusados, juzgados y/ó condenados por hechos similares? NINGUNO. ¿Cuántos militares norteamericanos han sido acusados, juzgados y/o condenados por hechos similares? NINGUNO. El mismísimo General Dwight David Eisenhower, comandante en jefe de los ejércitos aliados en el frente europeo da testimonio en su libro Crusade in Europe (Cruzada en Europa) escrito posteriormente con el propósito de catapultar su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos de hechos semejantes al del capitán Priebke. Entonces ¿porqué si lo hace el capitán Priebke constituye un crimen de guerra y si en cambio, lo hace el nieto de Jacobo y Rebecca Eisenhower no lo es? ¿Porqué el criminal Ariel Sharon no es reclamado por ningún tribunal internacional de justicia por su reconocida participación en crímenes de guerra? PORQUE ES UN JUDIO Y LOS JUDIOS HAN CREADO UN ORDEN INTERNACIONAL DONDE PUEDEN MATARNOS A NOSOTROS, LOS GENTILES CON TOTAL IMPUNIDAD SIN TEMER QUE NINGUN TRIBUNAL INTERNACIONAL LOS PERSIGA.. De modo que si los palestinos en su desesperación se inmolan cargándose de explosivos ellos son, entonces, terroristas, pero si los judíos de Israel envían a sus escuadrones de la muerte a otros países con el objeto de ejecutar a quienes ellos consideran un peligro real o su-puesto para su terrorista y genocida estado-aguantadero, entonces, como dice el descerebrado que ellos instalaron en la Casa Blanca de Washington DC: están ejerciendo una legítima defensa. Estas son las reglas de la Pax Judaica. Vamos a ver cómo funcionan. En Junio de 2002, George W. Bush se permitió decirle al pueblo palestino que deben entender que deben tener líderes surgidos de elecciones democráticas. A Arafat — que por cierto no nos inspira ninguna simpatía — le guste o no al títere Bush lo eligió su pueblo por algo así como un 70% de los votos. El mismo — el tejano alcohólico recuperado — accedió a la presidencia de su desventurado país, por un escasísimo margen de votos de dudosa procedencia en una parte del estado de la Florida, cuyo gobernador, no casualmente es nada menos que su propio hermano. Agregó, haciendo alarde de una desfachatez digna de ser llamada Chuzpah, que el estado palestino necesita una constitución. ¿Ignora acaso que el estado de Israel no posee constitución escrita alguna? No, no puede ser tan imbécil. Es un malnacido que nos ha perdido el respeto. Insulta nuestra inteligencia, como la insultan a diario sus amos judíos cada vez que nos mienten descaradamente para hacernos creer lo que les conviene.
¿Existe algún caso simétrico al del ex capitán Priebke? SI. Por suerte lo hay y bastante esclarecedor. ¿Quién ha escuchado alguna vez algo respecto a un individuo, ya anciano — de edad semejante a la del ex capitán Priebke — llamado Salomón Morel? Probablemente nadie. Vamos entonces a conocer la siniestra vida de este individuo re-clamado por el estado polaco actual por crímenes de guerra ocurridos en suelo polaco durante los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial. Como tantos otros inocentes judíos oprimidos por los nazis, Salomón Morel transcurrió los últimos años de la guerra como guerrillero comunista en la Polonia ocupada por los alemanes. Ni bien finalizó sus actividades militares pasó a formar parte de la flamante Oficina de Seguridad Interna, la temible policía política de la Polonia comunizada. Allí la abrumadora mayoría de los funcionarios eran judíos. Sólo en las áreas con población alemana, dicha Oficina administraba 1.255 campos de concentración para civiles, de los cuales en cada campo perece-ría entre el 20% y el 50%. Morel se desempeñó escasamente un año como jefe del campo situado en Schwientochlowitz, llegando a jactarse de su labor en estos términos: “… Yo conseguí en cinco meses lo que los alemanes consiguieron en Auschwitz en cinco años…” Sus víctimas, según la investigación realizada unos treinta y cinco años más tarde suman entre 1.800 y 2.000. Centenares de testimonios narran como trataban él y sus corraciales a las mujeres — violaciones reiteradas — y a hombres y niños — golpizas hasta provocar la muerte del prisionero en frente de todos ellos. Cínicamente reconocerían más tarde que más del 90% de los prisioneros internados allí eran completa-mente inocentes, pero sus sádicas conductas habían recibido la gratificación del silencio cómplice de sus paisanos a lo largo y ancho del planeta. Se calcula que el total de víctimas civiles de la “Oficina” entre los años 1945-1947 asciende a la cifra comprobada de 60.000 a 80.000. Cuando este genocidio convenientemente olvidado salió a la luz y la vida se le complicó al pobre Salomón, le pidió prestados U$490 a un familiar y tomó el primer avión a Tel Aviv, donde vivió un plácido retiro entre plegarias y las atenciones de sus hijas y nietos. Para quien quiera informarse a fondo de los horrores de la vida de este siniestro judío y de sus colaboradores inmediatos, recomendamos leer el libro An Eye for an Eye (Ojo por Ojo) del escritor judeo-norteamericano John Sack (primera edi-ción 1993 Basicbooks Inc., una división de Harper Collins, ISBN 0-465-04214-7) que lleva como subtítulo: La Historia no Contada de la Venganza Judía contra los Alemanes en 1945. Notemos que el autor es alguien que cree en la existencia del “Holocuento”, que es un judío que escribe para judíos y hasta llega a justificar tibiamente estos horro-res, pero ni esto lo salvó de la furia de sus corraciales que lo han condenado a un ostracismo profesional y a una crítica despiadada. Una vez más comprobamos que toda crítica hecha a los judíos es rutinariamente considerada antisemita a menos que la formule un judío. Este es el bello regalo que nos dejaron los vencedores de 1945. El mundo que ahora disfrutamos es el fruto de su heroísmo.

¡Por un mundo más Blanco y brillante!
¡Delenda est judaica!
¡RAHOWA!

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SUPERVIVENCIA DE LA RAZA BLANCA

Ben Klassen, Pontifex Maximus,
Fundador de la Iglesia del Creador


Lo que tengo que decir en el presente espacio probablemente ha de shockearlo. Quizás conmueva profundamente sus más preciadas supersticiones y cotidianas presunciones; ésas que usted habrá preservado a lo largo de su vida, tal vez sin haberse ocupado de examinar su validez. Esta exposición va a abocarse seriamente al tema de Raza y Religión, dos tópicos que el establishment en el poder nos dice continuamente que no debemos discutir, a menos por supuesto, que usted sea un judío, un negro ó alguien perteneciente a las así llamadas “minorías”.
Hoy vamos a desafiar a la estructura judaica de poder, discutiendo Raza y Religión desde el punto de vista del Hombre Blanco. En particular nos interesa examinar si nosotros, la Raza Blanca, vamos a sobrevivir ó si vamos a ser mestizados hasta convertirnos en una marea humana de parasitarias razas coloreadas, razas “de barro”. Por eso desearía que usted decida tempranamente en esta exposición, si está interesado en la supervivencia de su propia especie ó si usted prefiere ser un traidor a la Raza Blanca y no le importa verla desaparecer de la faz de la tierra para ser suplantada por negros, amarillos, semitas u otras razas de barro. Porque, no se equivoque: la Raza Blanca es una especie en peligro de extinción, una especie en proceso de desaparición, una cuyos enemigos han resuelto hacer desaparecer de este planeta. Si el suicidio de los suyos es lo que usted desea ver, ahora es buen momento para no seguir leyendo. Si por otra parte usted es leal a su propia especie y desea que la Raza Blanca sobreviva y prospere, usted sin duda estará no solo interesado en escuchar acerca de la Iglesia del Creador, sino también en convertirse en un miembro de nuestro movimiento religioso.
El credo/filosofía de nuestra religión llamada Creatividad está expuesto en nuestros libros Eterna Religión de la Naturaleza y la Biblia del Hombre Blanco. Son las Biblias del Hombre Blanco y su propósito básico no es únicamente la supervivencia de la Raza Blanca, sino también su expansión numérica y su mejoramiento genético. En esta corta disertación nos es imposible dar las bases completas de nuestra religión, ni siquiera un resumen más ó menos sintético de ella, de modo que nos referiremos continuamente a estos dos libros básicos.
¿Porqué estamos tan preocupados por la supervivencia de la Raza Blanca?
Básicamente existen dos razones fundamentales:
1° La Raza Blanca se está reduciendo numéricamente camino a su extinción.
2° Somos miembros de la especie más inteligente, distinguida, productiva y creativa que existe en la Naturaleza.
Estamos hablando nada menos que de nuestra propia supervivencia, la de la Raza Blanca. Hay otras razones que podemos todavía citar, tales como la preservación de la civilización y todo lo que es valioso en la vida. Pero todas ellas se vuelven secundarias: primero y principal, nosotros, los de la Iglesia del Creador estamos abocados a la supervivencia, expansión y mejoramiento de la Raza Blanca con exclusividad. La suma total de nuestros esfuerzos y dedicación apuntan hacia esa cuestión central. No bien comenzamos a examinar lógica y calmadamente la inminente destrucción de la Raza Blanca, nuestros enemigos de inmediato se alarman y nos arrojan las habituales invectivas: racistas, fascistas, nazis, intolerantes, etc… Parece ser que si los judíos son leales a Israel y a su raza eso es maravilloso, si los negros se organizan por el sólo interés de su raza y gritan “¡muera el Blanco!” eso también es altamente encomiable. Si los indígenas se agrupan en asociaciones para promover sus intereses, eso es muy digno de elogio, porque…¿no es el hombre blanco responsable por todas las deficiencias, estupideces e inhabilidades de todos los demás? A ellos les respondemos enfáticamente: ¡Nosotros no somos responsables de sus deficiencias, estupidez, defectos e histórica inhabilidad para crear civilización! Ni siquiera han sido capaces de mantener lo que el Hombre Blanco les ha llevado. No somos tampoco responsables por la evidente incapacidad de las razas de barro de poder alimentarse, apenas por encima del nivel mínimo de subsistencia. En 6.000 años de historia escrita los negros africanos no han sido capaces siquiera de inventar la rueda, un alfabeto escrito ni cualquier otra cosa trascendente. ¡No nos endilguen la responsabilidad de todo ello! La Naturaleza los hizo torpes, ineficientes y haraganes. Usted puede sacar al negro de la jungla, pero no puede sacar la jungla fuera del negro. No es nuestra responsabilidad el compensar sus defectos, ni es nuestro deber el incorporarlos a nuestra sociedad ó a nuestra raza, envenenando así nuestra sangre. Por el contrario, la ley suprema de la Naturaleza nos ordena hacer todos los esfuerzos tendientes a la supervivencia de nuestra raza, expandiéndola y mejorando la calidad genética de nuestras futuras generaciones.
Hay una raza siniestra sobre la faz de la tierra que está trabajando febrilmente para lograr el mestizaje y liquidación final de la Raza Blanca. Es una tribu fanáticamente leal a los suyos y hostil hacia todas las demás razas. Esa tribu es la tribu de Judá. La raza judía ha estado y está frenéticamente accionando con miras a su meta suprema: EL GENOCIDIO DE LA RAZA BLANCA. Hace aproximadamente 3.000 años, durante la época de Salomón, se elaboraron los lineamientos básicos de una conspiración judía cuyo objetivo final es la esclavización de todos los demás pueblos del mundo y la posesión de todas sus riquezas, bienes y recursos. En los miles de años que siguieron los judíos han progresado inexorablemente hacia esa meta trazada y están ahora en los umbrales mismos del éxito total. Para una historia detallada de los judíos y su conspiración lea el capítulo 6 de Eterna Religión de la Naturaleza titulado Maestros del Engaño – Una Breve Historia de los Judíos.
Usted puede entonces preguntarse: ¿cómo han podido los judíos perpetrar semejante ultraje al resto del mundo? ¿Cómo en especial a la Raza Blanca, que es altamente inteligente, creativa y constructiva? De nuevo, para más detalles debemos referirnos a Eterna Religión de la Naturaleza. Delinearemos algunos de los aspectos más significativos a continuación. Para empezar, consignemos que los judíos no hubieran logrado avance alguno sino fuera por ciertas particularidades negativas de la propia Raza Blanca. Los judíos son experimentadísimos manipuladores mentales y poseen una enorme y prolongada práctica en sembrar mentiras y en crear confusión. Son, históricamente hablando, los maestros supremos del engaño. En su designio de confundir, engañar y finalmente controlar la mente del Hombre Blanco, los judíos han contado, increíblemente, con la ayuda del propio Hombre Blanco. Esa ayuda que el judío ha tenido son dos debilidades suicidas inherentes a la formación psicológica del Hombre Blanco: su credulidad y su aceptación de la superstición. Es una de las extrañas paradojas de la historia: mientras que por una parte el Hombre Blanco es la criatura más inteligente, creativa y productiva de la tierra, cuando se trata de reconocer a sus enemigos y luchar por su propia supervivencia, el hombre blanco resulta ser la criatura más estúpida de la tierra. Y ahí reside su talón de Aquiles, que los judíos han sabido explotar al máximo. Hay aún otras debilidades que el hombre blanco posee y que han significado una tremenda ayuda para el plan judío de completa conquista. Ellas son:
1° El ingenuo sentido del hombre blanco del juego limpio.
2° Su proclividad hacia el menos dotado y el inferior.
3° Su extraordinario y exagerado sentido de la compasión.
4° Su inhabilidad para vivenciar sus sobresalientes condiciones y valía.

Pero mucho más devastador que todo lo anterior ha sido su fatal proclividad hacia la superstición, credulidad y una extraña inhabilidad para reconocer a sus mortales enemigos. Recordemos muy bien estas dos palabras: credulidad y superstición, pues van de la mano.
Credulidad significa imprudentemente tomar por ciertas, cosas que no lo son, sin preocuparse en procurar evidencias de ellas. Estas dos debilidades mentales, credulidad y superstición, son la base de casi todas las creencias religiosas que jamás hayan sido elaboradas e impuestas a la largamente sufriente humanidad. Si se consigue que la gente llegue a creer en “espectros celestiales”, éstos serán entonces más reales para los creyentes que el mundo verdadero. Más aún, en su fantasía, estos espectros se vuelven más importantes para la gente que la
realidad misma. Llegan así a convertirse en manos de embaucadores en un arma poderosísima para el control de las masas de crédulos seguidores. Esto es como asustar a un niño pequeño con un cuco inexistente: si el niño cree en él, estará tan asustado de ese cuco imaginario como si éste fuese verdadero. Creer en una fantasía, la hace tan real para el creyente como la realidad misma y a menudo más aún. De hecho, el impostor que pretende estar junto a su “espectro celestial” y tener influencia sobre él, tiene en su mano una poderosa arma con la cual asustar y manipular así las mentes de sus crédulas víctimas. Y así ha sido siempre a lo largo de la historia de la humanidad. Está consignado que la gente ha inventado más de 30.000 dioses y diosas adorados por tontos, crédulos y supersticiosos, aún antes de que los judíos hubiesen fabricado su particular versión de Jehová, Javeh, Jesucristo, el Espíritu Santo, Satán y toda una considerable legión de seres imaginarios.
Los judíos en su búsqueda de cómo controlar y manipular mentes, descubrieron tempranamente en su historia qué arma formidable era esta cuestión de los espíritus imaginarios — religión. Y utilizaron este descubrimiento a fondo en dos direcciones radicalmente opuestas e irreconciliables:
1° Ellos inventaron a su Jehová, como su dios propio, privado, para unir entre sí a los miembros de su pueblo con una fanática lealtad racial como el mundo jamás había conocido, ni antes, ni después.
2° Ellos inventaron luego el cristianismo con sus inherentes enseñanzas suicidas para confundir, debilitar y finalmente destruir a sus enemigos. Qué tan efectivamente lo hicieron pronto lo veremos.
En el surgimiento de la gran civilización romana, Roma luchó y venció a todos sus enemigos, pero al expandirse, una de las mayores amenazas y su más peligroso rival era Cartago, que había establecido un poderoso imperio a las puertas de Roma sobre la costa sur del Mar Mediterráneo. Durante 120 años estas dos naciones guerrearon en tres contiendas mayores que constituyeron una verdadera lucha a muerte. Finalmente, con el triunfo romano, éstos demolieron totalmente a Cartago, matando a todos los hombres y vendiendo como esclavos a las mujeres y
niños cartagineses. Cartago fue así borrada para siempre de la faz de la tierra y nunca más constituyó un peligro para Roma. Pocos siglos después, en el año 70 D.C. los judíos de Judea se rebelaron contra la autoridad de Roma. El emperador Vespaciano envió al general Tito a Jerusalém al frente de algunas legiones y después de un sitio similar al de Cartago, Jerusalém corrió la misma suerte: la ciudad arrasada y la población diezmada y vendida como esclavos. Podríamos pensar que con un destino semejante la amenaza judía había sido liquidada para siempre, como ocurrió con Cartago. Pero no fue así. Por el contrario, la historia nos muestra que los judíos sobrevivieron, mientras que los romanos, como raza, perecieron.
Los romanos decayeron aceleradamente tras la adopción del cristianismo, mientras que las poblaciones esclavas importadas rápidamente se multiplicaron y reemplazaron al stock racial romano originario. Para el año 476 D.C. el imperio romano se desmoronó miserablemente y el stock racial romano primigenio puede considerarse definitivamente extinto. Los judíos tuvieron así su ansiada venganza: destruyeron completamente a la raza romana, a su imperio y a su gran civilización, hacia quienes ellos albergaban un odio intenso y patológico. ¿Cómo consiguieron eso? Ellos sabían muy bien que no podían vencer a los romanos en combate franco y directo, en el que los romanos los superaban abrumadoramente, siendo ellos, los judíos, apenas unos meros cobardes. Siendo una raza parasitaria y los supremos maestros del engaño, decidieron emplear su arma especial: la subversión de la mente. Decidieron destruir a sus odiados romanos desquiciando sus cerebros, empleando la religión como su arma más potente y efectiva a fin de desgastar y mutilar la mentalidad romana. Ellos se valieron de esas dos debilidades fatales del Hombre Blanco: credulidad y superstición. Ellos inventaron e inculcaron a los romanos una religión nueva y suicida: el cristianismo, que ha confundido, debilitado y lisiado el pensamiento del hombre blanco hasta el día de hoy.
Su fundador, supuestamente fue un cierto Jesucristo, quien según Lucas 2:21 era
un judío circuncidado. ¿Qué es lo que hay en el cristianismo que lo hace tan devastador y suicida como para haber causado el derrumbe de la gran civilización romana y catapultar a la Raza Blanca a una era de oscurantismo por los siguientes mil años, años de superstición, ignorancia, pobreza y miserias? Basta leer las primeras páginas del Nuevo Testamento para averiguarlo. En el Sermón de la Montaña (Mateo 5 al 8) encontramos al mitológico Cristo dispensando la siguiente enseñanza suicida: entrega todo lo que tienes, ama a tus enemigos, ofrece la otra mejilla, no resistas al mal, no juzgues, etc… Hay aún más y peores consejos, que de ser llevados a la práctica, llevan inexorablemente a la autodestrucción y extinción de aquellos que las tomen seriamente. Examinemos un poco más detenidamente estos necios consejos para ver qué perversos y destructivos son. Consideremos la idea de “despréndete de todo lo que poseas y dálo”. Si cada uno de nosotros fuese un buen cristiano y siguiese este precepto desde su temprana juventud, no habría existido nadie capaz de construir una empresa, un hogar ó siquiera una familia. Tan pronto hubiese juntado un par de monedas, las habría transferido a vividores y parásitos que prestos acudirían a aligerar al esforzado cristiano blanco de sus bien ganados valores. Más probable sería todavía que el judío, que no cree en semejante tontería, estuviese primero allí para apropiarse de los ahorros y los bienes del crédulo tonto blanco que así actuase. Un tonto y su dinero son pronto separados. En todo caso, si todos hiciésemos lo mismo, no quedarían suficientes ciudadanos para costear la construcción de carreteras, muelles, aeropuertos, ciudades, edificios, fábricas ó cosa alguna. Seríamos una horda de individuos erráticos, sin dinero ni hogar, sin industria, empleo ni alimento. Toda nuestra civilización se vendría abajo, retornando a un salvajismo primitivo. Tomemos ahora la idea de “amar a nuestros enemigos”. Si usted no sucumbió al primer desdichado consejo y no le dió todo a los vagos, inútiles y vividores, pero es lo suficientemente necio como para sucumbir a este precepto, el resultado final será el mismo: autodestrucción y suicidio. Si en vez de darlo, usted ha acumulado algo, pronto se verá asediado por ladrones y malvivientes que querrán despojarlo de sus posesiones. ¿Y porqué no habrían de hacerlo? Usted debe amarlos. Y peor aún, puesto que la víctima estaría imbuída de la estúpida idea cristiana de “ofrecer la otra mejilla” y “no resistir al mal” los ladrones tendrían un día de fiesta y usted estaría tal como empezó: sin nada. Podría bien haberse quedado con el primer precepto suicida y haberlo dado todo de entrada. El resultado final habría sido el mismo: usted habría terminado sin nada y los judíos y demás parásitos con la posesión de los frutos de su labor. Hay más y pésimos consejos en el sermón de la montaña. Para mayor información lea el capítulo 13 de Eterna Religión de la Naturaleza titulado el Nuevo Testamento. Baste decir aquí que cualquier análisis razonable e inteligente de la perversa y venenosa enseñanza que destila el Nuevo Testamento lleva siempre a los mismos inevitables resultados: autodestrucción y suicidio. ¿Porqué entonces alguien querría comprar semejante carga de basura? Parece increíble que así sea. Pero volvamos a esas dos letales debilidades de la mente del hombre blanco: credulidad y superstición. El taimado judío se sirvió completamente de ellas y por extraño e increíble que parezca, tuvo éxito en venderle esta nueva religión suicida a los romanos y a su mestizada y decadente descendencia de esclavos importados. La historia nos cuenta que efectivamente, los romanos compraron esta basura cristiana a los judíos, sellando así su destino fatal. En el año 313 D.C. el emperador Constantino (un taimado criminal que hizo asesinar a su esposa e hijo entre muchos otros, para ser luego canonizado por la Iglesia Católica Romana) decretó la adopción del Cristianismo como religión oficial del Imperio Romano con exclusión de todas las demás. Para el año 476 D.C. el Imperio Romano se había desplomado totalmente y la superlativa Raza Blanca Romana, que produjo la más espléndida civilización de la antigüedad — y quizás hasta el día de hoy — fue para siempre borrada de la faz de la tierra. Los judíos lo lograron inculcando en los romanos una nueva religión suicida, que éstos compraron y cual veneno consumieron, muriendo a causa de él. Los judíos obtuvieron así su ansiada venganza. El colapso y destrucción del Imperio Romano es sin duda la tragedia más colosal en la historia de la Raza Blanca.
Los romanos originales poseían mucho de lo más sobresaliente que existe en la Raza Blanca: eran un pueblo noble y valiente, eran creativos, constructores y organizadores, eran resolutos y tenaces, esforzados, infatigables e inconmovibles ante reveses e infortunios, nunca admitían la derrota y eran poseedores de una elevada disciplina y sentido del deber. Eran esclarecidos, profesionales y eficientes en grado superlativo y finalmente, no eran meramente una raza guerrera, sino una dotada por sobre todas las demás con un genio para consolidar y organizar, para la creación y administración de leyes. Su civilización perduró por mil años y dejó a la Raza Blanca una orgullosa herencia de leyes, costumbres, arte, escultura, lenguaje, arquitectura y gobierno que persisten hasta el presente. Nuestra deuda con los extintos romanos es en verdad muy grande.
En contraste con los romanos, los judíos eran todo lo opuesto: nunca construyeron civilización alguna, no crearon ni arte, ni arquitectura, ni ninguna otra cosa digna de crédito. Constituyen la raza más antigua en el mundo y han aparecido una y otra vez en la historia de todos los grandes pueblos blancos — egipcios, griegos, romanos, etc… en los últimos 5.000 años. Su característica más predominante ha sido su astucia, su capacidad para el engaño y para introducirse en las entrañas de otras naciones, succionándoles su sangre y llevándolas a su destrucción. Eso mismo están haciéndole ahora a la Raza Blanca en su totalidad, pero principalmente en los Estados Unidos de Norteamérica, que es la víctima marcada para su mestizaje y destrucción. Esto debe hacernos estudiar seriamente a nuestro verdugo y encontrar el modo y los medios para evitar este destino programado.
Analicemos primeramente el porqué los judíos han sobrevivido por 5.000 años, cuando naciones más inteligentes y poderosas (como los egipcios ó los romanos) no lo hicieron. ¿Porqué los cartagineses desaparecieron completamente, pero cuando Jerusalém sufrió un destino similar, los inferiores judíos consiguieron sobrevivir y destruir a los poderosos romanos? Hay muchas razones pero la fundamental reside en su religión mosaica, hecha a medida para esta raza parasitaria. El judaísmo ha unido a la raza judía con una fanática lealtad, no igualada por ningún otro pueblo. Ha hecho más aún: le ha dado un propósito y un programa que ellos han proseguido tenazmente a lo largo de los últimos 3.000 años. En esencia consiste en poner bajo el dominio judío todos los bienes y riquezas del resto del mundo y subyugar a todos los demás pueblos transformándolos en esclavos suyos.
Una elevada meta en verdad, pero han sido extremadamente exitosos y están ahora próximos a ella. Su religión les ha dado una filosofía que ha sido el núcleo alrededor del cual se agruparon en su larga y tumultuosa historia.
Despojada de todo lo superfluo y falaz, se reduce a esto: lo que es bueno para los judíos es la más alta virtud, lo que es malo para los judíos es el peor de los pecados. Nada importa sino la supervivencia y el bienestar de la raza judía. Los romanos no poseían una religión semejante. Tenían sí un confuso conjunto de divinidades — Marte, Júpiter, Venus, Mercurio y muchos más — pero ellos poco significaban para la unidad y estabilidad de la raza romana cono tal. No les confirieron ningún credo específico, ni programa, ni propósito. Su religión era una supersticiosa extravagancia de un mundo de fantasía. Sobre todo no promovía la lealtad racial, que es el ingrediente esencial de cualquier credo que se proponga la supervivencia de una raza. No poseyendo una religión racial, los romanos fueron altamente vulnerables a la astucia del taimado judío, maestro histórico del engaño y el más insidioso y artero manipulador mental que el mundo
ha conocido. Los judíos tenían aún otra ventaja: a diferencia de Cartago no estaban concentrados en Jerusalém, ni en Judea, sino dispersos por todo el imperio romano, parasitariamente agrupados en rutas y centros comerciales. Dominaban el mercado del dinero, el tráfico de esclavos y muchos otros centros neurálgicos del poder. Pero por sobre todo estaban férreamente unidos. Careciendo los romanos de una religión racial y por ende siendo altamente vulnerables; tras la destrucción de Jerusalém en el año 70 D.C., los judíos con la invención del cristianismo acometieron su destructora venganza. Inventaron el horrible concepto del infierno — como el imaginario “cuco” antes descripto — para aterrorizar y dominar por el miedo a sus ingenuas víctimas y así someterlas. Con estas formidables armas, como la teoría de la tortura y el fuego infernales, desencadenaron una terrible confusión entre los crédulos y los supersticiosos. Las víctimas deglutieron todo este invento, incluyendo los conceptos suicidas del “dá todo lo que tengas”, “ama a tus enemigos”, “ofrece la otra mejilla”, ”no resistas al mal”, ”no juzgues” y todo el restante repertorio de enseñanzas idiotas y suicidas. Los ofuscados romanos, que en su historia pasada habían sido realistas, conscientes y cuidadosos de sus asuntos aquí en la tierra — el único lugar donde se sabe que el hombre ha vivido — perdieron el sentido de realidad. En lugar de ocuparse de sus obligaciones concretas, ahora como cristianos sus mentes deambulaban por un mundo fantasioso de espíritus. Su imperio, su civilización y su raza se fueron al diablo, directo a la alcantarilla de la historia para nunca más renacer y con los judíos en completo control de ese desastre.
Mil quinientos años después los judíos siguen teniendo el control de la Raza Blanca. Aún después de habernos sometido a mil años de miserable oscurantismo estamos todavía atascados con la misma religión suicida que enajenó el cerebro de los romanos llevándolos a un mundo irreal de seres imaginarios. Entretanto los judíos han consolidado notablemente sus logros. A lo largo de los siglos han enriquecido su arsenal de técnicas para dominar y explotar a sus víctimas.
Además de la religión, estas herramientas son:
1° El Dinero: los judíos controlan el oro, las finanzas, los bancos y las bolsas de comercio del mundo.
2° La Propaganda: los judíos controlan periódicos, agencias noticiosas, estaciones de radio y televisión, la impresión y distribución de libros y revistas y todo otro aspecto significativo del mundo mediático.
3° La Educación: sería demasiado extenso tratar aquí la forma en que los judíos controlan las instituciones educativas. Baste decir que ellos coercionan a nuestros niños — con la fuerza de la ley de su parte — para adoctrinarlos, imprimiendo en sus mentes destructivas y depravadas ideas judaicas tendientes a la mezcla racial y al consiguiente envenenamiento genético de nuestras futuras
generaciones.
4° El Gobierno: controlando todo lo anterior, lo hacen también con nuestros gobiernos, apareciendo en todos sus niveles cual manga de langostas. Esto se aplica a todos los gobiernos del mundo. Su truco preferido es presentar a un sumiso gentil blanco en primera línea y rodearlo de los reales poseedores del poder — todos ellos judíos. Vaya como ejemplo el grupo de burócratas en funciones en Washington en 1975. Encontramos a Gerald Ford, un gentil blanco de extracción anglosajona oficiando de mascarón de proa.

Ahora veamos quienes lo rodeaban:

HENRY KISSINGER: Secretario de Estado (Canciller) y Director del Consejo Nacional para la Seguridad, dos oficinas vitales para la seguridad del país en manos de un judío traidor, pro marxista, cuya lealtad es hacia Israel, el comunismo y la estructura judaica de poder mundial.
JAMES SCHLESSINGER: judío, Secretario de Defensa.
JOHN SIMON: judío, Secretario del Tesoro.
ARTHUR BURNS (alias Bernstein): judío, Director de la Reserva Federal.
Un judío apellidado SIMON: asesor financiero del Presidente.
Un judío apellidado BERNSTEIN: asesor de la Federal Insurance.
RON NESSEN: judío, Secretario de Prensa del Presidente.
Un judío apellidado FRIEDMAN: redactor de los discursos presidenciales.
ALAN GREENSPAN: judío, Director del Consejo Económico.
CASPAR WEINBERGER: judío, Secretario de Salud, Educación y Bienestar Social.
Un judío apellidado LEVY: Director de la Procuraduría General.
Hasta la Secretaria privada de la Sra. Betty Ford — esposa del Presidente — era una judía apellidada WEIDENFELD.

Así se aseguran de ocupar todos los puestos claves, no existiendo ninguno que no esté ocupado por uno de los de su tribu. La lista de personajes cambia continuamente pero una cosa es segura: es siempre un reparto de judíos.

Hasta aquí hemos analizado el problema. Pero ¿cuál es la solución de esta siniestra calamidad, dentro de la cual está atrapada en la actualidad la Raza Blanca? ¿Estamos condenados a mestizarnos y desaparecer, como lo planean los judíos y como ya lo hicieron con los romanos? ¿O hay todavía alguna esperanza de que la Raza Blanca despierte, sacuda su estupor, se organice y tome control por la fuerza de su propio destino? Nosotros, los de la Iglesia del Creador, decimos que sí podemos librarnos de la fatídica situación actual, que sí podemos recuperar el control de nuestro destino. Es más, debemos hacerlo. Es una cuestión ya de vida ó muerte. Estamos en un terrible dilema, no hay duda alguna. En 1920 la Raza Blanca estaba en relación 1 a 2 con las razas de color. Hoy ella es 1 a 12 con la Raza Blanca decreciendo y las de color aumentando explosivamente a una velocidad sin precedentes y asediándola hasta en sus países de origen: Europa y los Estados Unidos. La judaica Organización de las Naciones Unidas alegremente predice que en otra generación la Raza Blanca será superada 49 a 1. Cuando esto ocurra será ya muy tarde. Reducida a la impotencia, será masacrada por una marea de razas de barro, a la señal convenida por el judío. Durante generaciones, estas razas de color han sido adoctrinadas en el odio hacia la Raza Blanca a lo largo y ancho del mundo y estarán anhelantes de exterminarnos cuando consigan la superioridad numérica necesaria, especialmente cuando la lucha por el alimento se vuelva crítica.
Nosotros, los de la Iglesia del Creador estamos convencidos de poder evitar este desastre. Tenemos el credo y el programa con el cual lograrlo. Si los romanos lo hubiesen tenido, los judíos no habrían podido destruirlos. Si hubieran tenido una religión racial como Creatividad en lugar de sus inútiles dioses, ¡qué mundo tan diferente sería el actual! En lugar de uno degenerando rápidamente hacia el caos, inundado por hambrientas masas de color que no tienen cabida en un mundo explotado por el judaísmo internacional; tendríamos un hermoso planeta poblado por una raza creativa, productiva y culta: la Raza Blanca. Sería un planeta maravilloso, sin negros, judíos, ni hordas de subhumanas razas de barro. El progreso genético, cultural y tecnológico que se hubiera desarrollado en los mil quinientos años a partir de la extinción de los romanos sería una maravilla digna de ser contemplada. Algo así sólo puede concebirse apelando a una fantástica imaginación. Un mundo como el que los romanos hubiesen construido, si hubieran progresado munidos de una fuerte religión racial, es la meta de la Iglesia del Creador. No es demasiado tarde; lo que necesitamos es una dirección completamente nueva — una nueva y poderosa religión racial para la Raza Blanca — una religión basada en el valor superlativo de nuestra raza. En Creatividad tenemos esa religión. Su núcleo central es Supervivencia, expansión y mejoramiento de la Raza Blanca y únicamente de ella, con exclusión de todas las demás. La regla de oro de la Iglesia del Creador es: lo que es bueno para la Raza Blanca es la máxima virtud, lo que es malo para la Raza Blanca es el peor de los pecados.
Organizada y unida la Raza Blanca es diez veces más poderosa que todos los negros, judíos y razas de barro del mundo juntas. Nosotros, los de la Iglesia del Creador intentamos organizar el colosal potencial de poder del hombre blanco para el beneficio exclusivo de la Raza Blanca. Intentamos poner a cada hombre blanco en la disyuntiva de tener que tomar forzosa y públicamente partido: por la Raza Blanca, ya sea de palabra, de hecho ó por acción, ó ser expuesto como un infame traidor a su raza. No habrá posiciones intermedias.
La base de nuestro credo es elevar el nivel de bienestar de la Raza Blanca, multiplicar su número hasta ocupar todas las regiones fértiles del planeta y por sobre todo, conservándola pura y elevándola a niveles genéticos superiores a los actuales. De ninguna manera significa esto librar guerras de exterminio contra las razas de color (si es que ésta es su impresión); tampoco queremos esclavizar a raza alguna. Pretendemos seguir el mismo plan de expansión que la Raza Blanca empleó en la conquista del oeste norteamericano, aplicando esta modalidad a la ocupación del resto del planeta por los nuestros. La esencia de nuestro programa es lealtad racial, proveyendo siempre por el mejor interés de nuestra propia gente: la Raza Blanca. Es nuestra posición inalterable e irrenunciable el dejar de subsidiar, alimentar, ayudar, auxiliar y fomentar la escoria parasitaria del mundo que está al momento devorando nuestra productividad aprovechándose de nuestra prodigalidad. Así como los inferiores indígenas americanos no fueron capaces de competir con el colono blanco, las razas de barro del planeta no lo serán tampoco. Es sólo debido al control judío y al pervertido sentido de confundida lealtad que la Raza Blanca está reduciéndose numéricamente, alimentando y expandiendo a las razas de barro al punto de poner en peligro su propia existencia. Es estúpido, idiota y suicida el reducir el número de los nuestros y ayudar a aumentar el de nuestros enemigos. Nosotros, los de la Iglesia del Creador pretendemos revertir ese proceso. Pondremos en práctica el trabajo racial en equipo y lealtad racial para aumentar cuantitativamente a la Raza Blanca y disminuir drásticamente el número de las razas de color dejándolas libradas a su propia suerte e incapacidad. Pretendemos aumentar nuestra población y territorios en la misma forma que el Hombre Blanco lo hizo en todo el mundo en los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX.
El primer paso en nuestra lucha de supervivencia reside en traer de vuelta a la sana senda el pensamiento del hombre blanco, devolviéndolo a la sanidad mental. El mayor obstáculo superar no son los judíos, negros y demás razas de barro, sino primero enderezar el ahora equivocado pensamiento del hombre blanco. Para poder sobrevivir, la Raza Blanca necesita un nuevo credo/filosofía, de hecho una religión completamente nueva. El pensamiento del hombre blanco debe ser liberado del cáncer judío que ha corroído y obnubilado su mente por los últimos dos mil
años y debe enfrentar la realidad. De eso se trata nuestra religión Creatividad. Está basada en la realidad, no en “irás al cielo cuando mueras” ó “te freirás en el infierno cuando mueras”. Tampoco se basa en un mundo fantástico de espíritus celestiales a quienes debemos vanamente implorar, pedir ó rezar para nuestra felicidad y bienestar. Dejamos atrás toda esa tontería religiosa y burda superstición. Nuestra religión se basa sólo en la realidad, en las leyes de la Naturaleza que son eternas, reales y que han estado y siempre estarán. Y una de las primordiales es la de proveer a la supervivencia de nuestra propia especie. Esta ley trasciende a todas las demás. Si los romanos hubieran tenido conciencia de esto, habrían mantenido pura su raza procurando su supervivencia,
expansión y mejoramiento racial y éste sería un mundo muy distinto y superior. Hay mucho más en nuestro programa, tenemos nuestros Dieciséis Mandamientos. El detalle puede hallarlo en el capítulo El Camino a la Grandeza, con una descripción del mejor y más brillante mundo que ansiamos.
Hay mucho por hacer si nuestra raza y nuestra gente han de sobrevivir a la presente situación en que se encuentran. Todo está detallado en nuestros libros básicos Eterna Religión de la Naturaleza y La Biblia del Hombre Blanco. Léalos, estúdielos y distribúyalos entre sus camaradas raciales. A continuación organícese, lea todo nuestro programa y súmese a la lucha, usted nos es necesario. Recuerde que ser escéptico no es un vicio, ser crédulo y supersticioso no es una virtud.
Y que hoy sea el día en que usted tome una decisión y una posición a favor de su raza — la Raza Blanca. Que hoy sea el día en que usted se entregue a la tarea de construir un mundo mejor y más blanco para el mañana, para nuestros hijos.

Como hacía Catón el Mayor al final de cada intervención, nosotros también solicitamos la destrucción del enemigo racial común. Él proclamaba: ¡Delenda est Cartago!

Nosotros: ¡Delenda est Judaica!

¡Por un mundo más Blanco y brillante!
¡RAHOWA!

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¿QUIÉN ES EL ENEMIGO?

“No se es buen observador cuando solamente se observa la mano que mata y no
quien la dirige”— Friedrich Nietzsche (Más allá del Bien y del Mal, Cuarta
Parte, 70)

Se dice que el mayor tonto es quien no sabe reconocer a su enemigo. El segundo más tonto es quien colabora con él. Nosotros Creadores, decimos que lo primero conlleva necesariamente a lo segundo. Escuchamos continuamente invectivas contra el “Imperio”, fervorosas declaraciones a favor de “la paz”, cuán absurda y pérfida es “la guerra”, críticas a quienes “se benefician con la guerra y del sufrimiento ajeno” y toda una interminable lista de falsedades y estupideces que se quieren hacer pasar por fundadas posiciones en contra de la guerra en Asia. ¿Nos hemos parado a meditar un poco en todo este conjunto de indiscriminadas declaraciones tan cacareadas desde los habituales plumíferos de la prensa pro kosher hasta el alicaído prelado que ocupa todavía — a pesar de su decrepitud -- el trono de Pedro en el Vaticano? Vamos a intentar desmenuzar algunas de estas aseveraciones hechas tan a la ligera y apremiadas por lo
dramático de la situación planteada desde que se supo que Bush Jr. invadiría
Iraq por su sola decisión.
Primeramente digamos que no hay “Guerra” así en abstracto, sino que hay guerras y ellas pueden ser justas o injustas. No podemos comparar de ninguna manera una de conquista y depredación — como las invasiones inglesas en 1806 y 1807 en el Plata — con una guerra de justa defensa de nuestro territorio o integridad nacional. Primera objeción a estos “pacifistas”: no toda guerra es reprobable, las hay necesarias y hasta deseables. Por ende no estamos en contra de una determinada guerra o a favor de ella sin saber primero quién la lleva a cabo, contra quién se libra y quién se beneficia con ella. En la situación que nos incumbe se trata de una guerra – a semejanza de la Segunda Guerra Mundial – librada a fin de hacer un continente más seguro para los judíos. En aquella oportunidad se trató de hacerles Europa más segura, ahora es hacer el Asia más segura para esa misma nefasta y parasitaria tribu. Si esto pareciese exagerado recordemos al Chicago Jewish Tribune, órgano de la judería de esa ciudad nortea-mericana del 8 de Octubre de 1942: “… la Segunda Guerra Mundial es la lucha por la defensa de los intereses del judaísmo… todas las demás explicaciones no son nada más que excusas”.
Con respecto a la paz podemos precisar exactamente lo mismo. Lo que aquí se pretende es algo similar a la Pax Soviética, sólo que esta vez podríamos llamarla la Pax Judaica. Es decir una pseudo paz según la normativa y conveniencia del pueblo elegido y sus sirvientes más consecuentes. Para tener una idea exacta de lo que esto significa observemos detenidamente lo que ocurre en el Estado de Israel con los palestinos: sometimiento a su ignominiosa tiranía o muerte, esto es lo que nos espera a todos si permitimos que los judíos hagan lo que quieran según su entender y conveniencia.
Los que lucran descaradamente con estas guerras son los mismos que lo vienen haciendo con todas las guerras libradas en el siglo XX (y antes también) y no son entes abstractos, tienen nombres y apellidos muy claramente identificables como lo que son: judíos. Entonces digámosle a los eternos pacifistas: Señores, dejen de lamentarse en abstracto y empiecen por identificar y nombrar a esos individuos de una buena vez, ¡no son marcianos, son judíos! ¡Actúen en consecuencia, si son sinceras sus expresiones!
Si tenemos en cuenta que los secuaces de la estructura judaica de poder iban a atacar a Iraq de todas maneras, se desarmara o no, ¿a qué suenan las llamadas al desarme unilateral de ese país hechas por los países europeos? Lisa y llanamente a hipocresía. Lo que buscaban era una guerra más corta, con menos problemas para los invasores y con el menor barullo posible. Muy distinto hubiera sido que simultáneamente con ese desarme de Iraq le hubiese sido garantizada su integridad territorial por esas mismas potencias que tanto cacareaban acerca de la conservación del orden internacional. Pero no ocurrió así. ¿Porqué? Porque todas ellas están bajo el diktat judaico, como lo está el Papa Woityla, que parafrasea acerca de la guerra y la paz, pero está inmerso en
un intenso romance diplomático -- desde hace ya varios años -- con el terrorista estado judío; un estado donde por decreto oficial se queman públicamente los libros sagrados de su religión. ¿Qué pasaría si sucediese al revés? Imaginémonos un país cualquiera donde por mandato oficial se deban quemar libros sagrados del judaísmo. ¿Tendrían el estado judío o los judíos de la diáspora una actitud pasiva y complaciente como la del Vaticano? Recordemos el año pasado el ataque y asedio a la Basílica de la Natividad, que se considera uno de los lugares más caros del cristianismo. ¿Se elevó alguna voz de protesta desde el Vaticano u otro país cristiano? ¡NO! ¿Qué hubiera sucedido si hubiera sido al revés? Imaginemos un ataque a una sinagoga en algún remoto lugar del planeta: la batahola mundial que se hubiera generado habría sido ensordecedora. De modo que digámosle a ese pío pastor que no nos convencen sus súplicas amañadas por una paz que no alcanza a definir, en cambio sí nos son muy elocuentes sus hechos — por acción u omisión — respecto de sus “hermanos mayores en la fé”.
Preguntémonos: ¿Es todo esto algo espontáneo o preparado? Vamos a repasar algunas declaraciones de los “halcones” de esta guerra.
Hace ya varios meses New Republic publicó una nota del profesor Stanley Hoffman de Harvard, quien al referirse a los cuatro grupos de poder en pugna en
Washington, se refiere al cuarto como:
“…Y finalmente, hay una heterogénea colección de amigos de Israel, quienes creen en la identidad de intereses entre el estado judío y los Estados Unidos… Estos analistas observan a la política exterior desde la óptica de un concepto dominante: ¿Es esto bueno o malo para Israel? Desde la fundación de esa nación en 1948 estos pensadores no han sido bien vistos por el Departamento de Estado, pero ahora están bien asentados en el Pentágono, alrededor de ciertos estrategas
como Paul Wolfowitz, Richard Perle y Douglas Feith.”
En un artículo de primera página del 9 de Febrero de 2003 del Washington Post, Robert Kaiser cita a un funcionario de alto rango del gobierno diciendo: “…Los Likudniks están realmente al mando ahora”. Kaiser nombra a Perle, Wolfowitz y Feith como miembros de un grupo pro israelí dentro de la administración y agrega al mismo a David Wurmser del Departamento de Defensa y a Elliott Abrams del Consejo de Seguridad Nacional. (Abrams es el yerno de Norman Podhoretz, editor emérito de Commentary, una publicación que durante décadas acusó a los críticos de Israel de antisemitas.) Todos estos individuos son intervencionistas y consideran al apoyo inclaudicable a Israel como una característica de su grupo. Sus publicaciones incluyen a Weekly Standart, New
Republic, National Review y al Wall Street Journal. Si bien reducidos en número, ejercen un poder desproporcionado por medio del manejo de las revistas y fundaciones conservadoras, sus medios sindicalizados de comunicación y por su proximidad con los hombres de poder.
El 12 de Septiembre de 2001, cuando los norteamericanos estaban todavía en shock, Bill Bennett le dijo a CNN que “…estamos en una lucha entre el bien y el mal”, “…el congreso debe declarar la guerra al Islam militante” y “…una fuerza aplastante debe ser usada”. Bennett citó como blancos de ese ataque a Siria, Líbano, Libia, Iraq, Irán y China. Extrañamente no mencionó a Afganistán, el santuario de los terroristas de Osama Bin Laden. ¡Cómo sabía Bennett qué naciones debían ser aniquiladas antes de tener alguna idea acerca de quién había perpetrado ese ataque?
The Wall Street Journal inmediatamente ofreció una lista de blancos específicos para un ataque, reclamando ataques aéreos de Estados Unidos contra “campos de terroristas en Siria, Sudán, Libia, Argelia y quizás Egipto”.
El 15 de Septiembre de 2001, Bob Woodward en Bush at War acotó “…Paul Wolfowitz planteó argumentos militares para un ataque estadounidense contra Iraq mas bien que contra Afganistán”.¿Porqué Iraq? Porque, argumentó Wolfowitz en el Gabinete de guerra que, ”…mientras que un ataque sobre Afganistán sería inseguro… Iraq era ostensiblemente un régimen opresor y podría quebrarse fácilmente. Era factible.”
El 20 de Septiembre de 2001, 40 neoconservadores enviaron una carta abierta a la Casa Blanca instruyendo al presidente Bush cómo debía ser conducida una guerra contra el terrorismo. Firmada por Bennett, Podhoretz, Kirkpatrick, Perle, Kristol y el columnista del Washington Post Charles Krauthammer, esa carta era un ultimátum. Para retener el apoyo de los firmantes, el presidente debía apuntar a Hezbollah para su destrucción, tomar represalias contra Siria e Irán si ellos se negaban a cortar conexiones con el terrorismo y derrocar a Saddam Hussein. Cualquier negativa de atacar a Iraq, advirtieron los firmantes a Bush, “…constituiría una temprana y quizás decisiva capitulación en la guerra contra el terrorismo internacional.”
El ex funcionario del Pentágono Michael Ledeen en The War Against the Terror Masters, identifica qué regímenes debe Norteamérica destruir:
“…Primero y principal debemos derribar a los regímenes del terror, comenzando por los Tres Grandes: Irán, Iraq y Siria. Después nos ocuparemos de Arabia Saudita… Una vez que los tiranos de Irán, Iraq, Siria y Arabia Saudita hayan sido derrocados, seguiremos ocupados… Hemos de asegurarnos la realización de la revolución democrática…La estabilidad es una misión norteamericana indigna y un concepto engañoso a desechar. No queremos estabilidad en Irán, Iraq, Siria, Líbano y aún en Arabia Saudita, queremos que las cosas cambien. La cuestión real es, no si vamos a desestabilizar, sino cómo lo haremos.”
Norman Podhoretz en Commentary afirma que: “…Podemos vernos obligados a tener que derrocar cinco, seis o siete tiranías en el mundo islámico (incluyendo a ese sponsor del terrorismo que es la Autoridad Palestina de Yasser Arafat). Puedo llegar a imaginarme el torbellino de esta guerra llevando a una nueva especie de misión para Norteamérica, cuyo propósito sería el supervisar la aparición de nuevos gobiernos en la región más dispuestos a encarar reformas y modernizaciones que los despotismos actuales allí. ...Puedo imaginarme el establecimiento de alguna clase de protectorado norteamericano sobre los campos petrolíferos de Arabia Saudita, en la medida que nos preguntamos cada vez más porqué les debe ser permitido a 7000 príncipes el ejercer tanta influencia sobre nosotros y los demás.”
En Febrero de 2003, Ariel Sharon le dijo a una delegación de congresales norteamericanos que “…después que el régimen de Saddam haya sido destruído, es de vital importancia que los Estados Unidos desarmen a Irán, Siria y Libia.”
El 10 de Julio de 2002, Richard Perle invitó a un ex asesor de Lyndon LaRouche llamado Laurent Murawiec para exponer ante el Defense Policy Board, en cuya ocasión expresó: “…Arabia Saudita, esa guarida del mal, el primer y más peligroso oponente de los Estados Unidos…” En el cierre de su exposición presentó una “Gran Estrategia para el Medio Oriente”, “… Iraq es el pivote
táctico, Arabia Saudita el pivote estratégico y Egipto es el premio…”
Agreguemos que ya empieza a aparecer en boca de estos individuos el término Cuarta Guerra Mundial para designar a la presente escalada de ataques a los países que representan un peligro para la judería. Y recalco el término puesto que no son sólo países ó regímenes enemigos del estado de Israel o del sionismo, sino de la judería en su totalidad. Por ende los judíos son global y mancomunadamente los responsables últimos de lo que pueda sobrevenir por causa de estas acciones de agresión.
La lista de enemigos de la nefasta tribu de Judá está sólo en sus comienzos, incluirá a todos los países que osen oponerse a la dominación judaica. Ellos – los judíos — aparentarán mantenerse al margen de los hechos enviando al frente a sus shabat goim y manejando las acciones desde bastidores. Sólo cuando se queden sin mansos subordinados que les hagan el trabajo sucio ó cuando no los necesiten más, se sacarán la careta y ocuparán el lugar de mando. No podemos descartar una explosión en el mundo árabe, máxime tomando en cuenta que los puede llegar a mover un sentimiento religioso que es mucho más profundo y movilizador que un pensamiento político (que de última instancia es sólo un compromiso intelectual). De no ser así veremos caer aplastados bajo la maquinaria de guerra del Gobierno de Ocupación Judío enquistado en Washington D.C. uno a uno los países que ellos designen como el próximo destinado al sacrificio en aras del pueblo elegido.
Y…¿Qué nos cabe esperar a nosotros? La respuesta no es si vendrán, sino cuándo lo harán. Porque no nos engañemos, llegará el momento en que nos necesiten despojar de territorio y/o recursos naturales. Somos — y si no cambiamos — seguiremos siendo un país vulnerable, carente de identidad nacional y noción territorial propia, atento al dictado de la marioneta pro judía de turno. Y los judíos con sus sicarios de turno vendrán. Estamos a tiempo. Comencemos por desenmascarar al enemigo, al real — el judío. Dejemos de repetir estúpidos clichés del “imperialismo yanqui”, la “masonería británica”, el “Nuevo Orden Mundial” y la “globalización”. Esos son sólo los síntomas de la enfermedad. La causa única y excluyente es quien viene manejando artera e inexorablemente los resortes de poder desde por lo menos la Revolución Francesa: LA ESTRUCTURA JUDAICA DE PODER.
¿Porqué le es tan difícil al hombre común ver esto? Porque esta realidad que nos toca vivir es siempre vista a través del lente de alguna ideología derivada del judaísmo y como él está estructurada con un criterio y método religioso, POR ENDE NO VALE AQUÍ EL RAZONAMIENTO NI LA INTELIGENCIA.. Volvemos a la situación de siempre: el primer y principal problema no es el judío, sino que consiste en reencauzar la mente del Hombre Blanco. En volverla a un curso de pensamiento sano y desprovisto por completo de elementos de origen judaico — judenrein. De ahí la necesidad de desenmascarar y combatir toda ideología que abreve en elaboraciones surgidas de la perversa mentalidad colectiva judía. Este es el primer paso. No puede haber compromiso con ellas. Es menester erradicarlas por completo del pensamiento o sino pereceremos a consecuencia de su toxicidad intelectual.
El enfrentamiento no es parejo, pues el judío posee la formidable ventaja del manejo indiscriminado de los medios de comunicación — periódicos, agencias noticiosas, radio, televisión, cine y teatros. Pero no es invulnerable: teme a la exposición. Pero por sobre todo el judío teme a la violencia ejercida contra su persona, es un cobarde innato. Y su terror comienza cuando toma conciencia de
que su dinero — ó poder — no le garantiza la vida. La necesidad imperiosa de la hora es la organización y el esclarecimiento. Pero debemos arrancar de una base ideológica sólidamente fundada. En Creatividad tenemos esa ideología: concreta, sensata, basada no en fábulas judías, sino en las Leyes de la Naturaleza, las lecciones de la Historia, el justo criterio y el sentido común.

¡Por un mundo más Blanco y brillante!
¡Delenda est judaica!
¡RAHOWA!

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EL SERMÓN DE LA MONTAÑA

Esa Úlcera Cancerosa que Derribó al Imperio Romano

Ben Klassen, Pontifex Maximus,
Fundador de la Iglesia del Creador

Si es que hay un conciso grupo de postulaciones que caracteriza y diferencia al cristianismo del judaísmo y de las otras religiones, él es ciertamente las siempre muy proclamadas beatitudes enunciadas en el Sermón de la Montaña. Es esta suicida colección de consejos extremadamente malos la que constituye el corazón del cristianismo y es, de hecho, este consejo el que trágicamente ha puesto a la Raza Blanca en un curso, que de ser continuado, pronto la llevará a su erradicación del Planeta Tierra. Por ello, en vez de idolatrarlo ciegamente desde lejos cual ídolo intocable, vamos a examinarlo en detalle, vamos a analizar lo que dice con exactitud y vamos a preguntarnos — ¿es esto realmente una buena enseñanza o es algo absolutamente insano? ¿Y si es bueno, para quién lo es, para nosotros o para nuestros enemigos? Más aún, si es tomado literalmente, ¿podrían sus víctimas sobrevivir por mucho tiempo, o se trata de una venenosa fórmula programada para el suicidio de los que la siguen?
El Sermón de la Montaña es un interminable menú de consejo suicida diseminado a lo largo del Nuevo Testamento. Vamos a reunir todos estos platos venenosos, a examinar qué dicen cada una de estas recetas y vamos entonces a preguntarnos lo que es la Regla de Oro de Creatividad: ¿Es esto bueno para la Raza Blanca? Esta es la base de nuestra filosofía, viéndolo desde el punto de vista del Hombre Blanco, ¿va a ser beneficioso o perjudicial para la Raza Blanca? A medida que progresemos en su contenido le propongo al lector que se pregunte lo mismo: ¿Es esto realmente bueno para la Raza Blanca o es perjudicial y suicida?
La primera referencia al Sermón de la Montaña está consignada al principio del Nuevo Testamento, en Mateo 5, 6 y 7. Los judíos no perdieron el tiempo en aparecer con su carnada venenosa. Usted podrá comprobar esto en la mayoría de los argumentos de Cristo (una figura ficticia, de la cual no hay registro histórico ni evidencia fuera de la Biblia judía), el gancho siempre es la promesa expansiva y no verificable de que es barato, fácil y que nada cuesta el dar. Esa promesa es — su recompensa será en el más allá — el cielo, otro concepto ficticio que no es verificable. Nadie ha estado allí, ni nadie lo ha visto, oído, palpado u olido. A los crédulos simplones se les pide que acepten sólo la palabra de los escribas — no pida evidencia, ni siquiera una explicación lógica. Sea sólo un tonto crédulo y crea — crea — crea. ¿Y a quiénes supuestamente debemos creer?: a una caterva de escribas judíos, muertos hace mucho tiempo y cuyas identidades nunca fueron históricamente establecidas, no más reales que Santa Klaus o Peter Pan. Realmente es una base muy débil sobre la que se nos pide erigir nuestras vidas – ¿no le parece? Vamos entonces a examinar con qué se han venido estos escribas judíos y qué han prescripto para ser seguido por los goim.

Mateo 5

Al principio de este capítulo estos ignotos escribas judíos aseveran:
1. “Y viendo a las gentes subió (Cristo) al monte y sentándose, llegaron a él sus discípulos”.
2. “Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo:
3. “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”.
Detengámonos un momento aquí. Lo que está diciendo (supuestamente, puesto que no hay ninguna evidencia de que jamás lo haya dicho ni de que haya existido) es que la enseñanza cristiana favorece a los “pobres de espíritu” — a saber los débiles mentales, los tarados, los idiotas, los vagos y haraganes — y que tiene lista una recompensa especial para ellos: ¡automáticamente van al cielo! ¿No es grandioso? Lo que este mundo necesita son más imbéciles, idiotas y holgazanes. Esta es la misma idea de nuestros gobiernos cuando actúan favoreciendo a los elementos más inferiores de la sociedad. Esta idea no es buena para la Raza Blanca y de hecho es utilizada en su contra.
Sigamos: versículo 5: “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad”. La misma idea. Mientras que a los idiotas se les garantiza el cielo, a los mansos (que están apenas un poco por encima de ellos) Cristo generosamente les otorga la tierra. Este ardid judío está diseñado a medida para tornar a los Hombres Blancos militantes en mansas y sumisas entidades, de modo que los judíos — que no creen en esta basura — tengan menos problemas en apoderarse de este planeta, explotando, esclavizando y expoliando a sus víctimas. ¿Los mansos heredarán la tierra? A lo cual nosotros Creadores contestamos: ¡No, por cierto! ¡No, si podemos evitarlo!
Mateo 5 continúa en una vena similar: versículo 7: ”Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”. ¿De veras? Pregúntele a las víctimas de los bolcheviques, que todo lo perdieron por su pacífica, piadosa y pacifista actitud frente a la embestida judía. “Bienaventurados” los limpios de corazón, los pacificadores, los rectos y toda una plétora de ovejas sumisas. Ellos son los preferidos, los bienaventurados, a quienes los judíos erigen como ejemplos, en los que quisieran convertir y pervertir a todos los goim, para así poder tener una masa complaciente de sujetos pacifistas, fáciles de ordeñar, explotar y esclavizar.
El capítulo 5 de Mateo es una desordenada mezcla de amenazas, advertencias y admoniciones para nublar y confundir a los crédulos y a los supersticiosos. Dice el versículo 22: “Mas yo os digo que cualquiera que se enojare locamente con su hermano, será culpado del juicio y cualquiera que dijere a su hermano necio, será culpado del consejo y cualquiera que dijere fatuo, será culpado del infierno del fuego”. Eso es bastante drástico. De modo que si usted alguna vez ha llamado a su hermano (o hermana, presumo) fatuo (o algo similar) irá directamente al infierno para siempre. Al menos esto es lo que esta pequeña gema atribuida a Cristo dice.
Vamos al versículo 28: “Mas yo os digo, cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya cometió adulterio con ella en su corazón”. ¡Pobres presidentes Carter y Clinton! Evidentemente ellos están condenados al infierno, puesto que cometieron adulterio violando uno de los sacrosantos diez mandamientos. No obstante, no estarán solos, porque todos los matrimonios y uniones sexuales que son necesarios para producir la próxima generación comienzan inevitablemente por la atracción sexual, que es lo que la Biblia judía llama lujuria. Todos nuestros ancestros han pecado y seguramente estarán esperándonos en el infierno. No importa cómo se mire, este versículo es una estúpida tontería.
Los próximos dos versículos son todavía mas ridículos, de hecho completamente insanos. El versículo 29 dice: “Si tu ojo derecho fuere ocasión de caer (en el pecado), sácalo y échalo de ti”. El 30: “Y si tu mano derecha te fuere ocasión de caer, córtala y échala de ti ”.. El mensaje es que si sus ojos o sus manos son instrumentos que lo llevan a pecar, arránqueselos, córteselas y tíreselas a los perros. Desde el momento que los ojos y las manos son indispensables en prácticamente todo lo que hacemos, y siendo todos nosotros pecadores (de acuerdo con este libro judío) perpetuos, deberíamos todos andar por el mundo sin un ojo o una mano (derecha, izquierda o ambas). No he visto a ningún devoto cristiano en esa condición, de modo que ninguno ha seguido ese consejo. Es más, debería estar completamente loco si lo hiciera. ¿Sería bueno para la Raza Blanca seguir estos locos mandatos?
Mateo 5:39 dice: ”No resistáis al mal; antes a cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra”. Perfecto consejo para derrotar al enemigo sin que éste presente siquiera pelea. Perfecto consejo para hacer de la Raza Blanca una horda de poco viriles pacifistas, fáciles de dominar y explotar. ¿Es éste un buen consejo en el momento que estamos confrontados por el judío y las razas de barro en una guerra de exterminio?
El pésimo consejo continúa. El versículo 40 dice: “Y al que quisiere ponerte a pleito y tomarte tu ropa, déjale también la capa”. El 42 dice: ”Al que te pidiere, dale y al que quisiere tomar de ti prestado, no lo rehúses”. Todo esto puede ser genial para los ladrones, parásitos, pillos y advenedizos, pero es devastador para los ciudadanos honestos y trabajadores, a quienes esto está dirigido. Si ellos fuesen lo suficientemente tontos como para seguir estas estúpidas instrucciones, la sociedad pronto degeneraría en anarquía y saqueo generalizados. Nadie trabajaría, produciría ni ahorraría. Seríamos una horda criminal de sanguijuelas tratando de conseguir lo que pudiéramos de otros parásitos, por medio del robo, la súplica y el préstamo. ¿Es esta la sociedad que tenemos en mente al construir un Mundo más Blanco y Brillante?
Hemos estado sacando de este bote lleno de basura uno a uno los “preciosos consejos” supuestamente dispensados por un ficticio “Cristo” y llegamos ahora al más suicida y ponzoñoso mensaje de todos en el versículo 44: “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, orad por los que os ultrajan y persiguen”. ¿Qué tan loco se puede llegar a ser? ¿Adoptaron esta política las “democracias” cristianas cuando se trató de destrozar a Alemania (bajo instigación judía), de bombardear a Hamburgo y decenas de otras ciudades alemanas hasta convertirlas en escombros y ruinas, incluyendo el terrible y genocida ataque a Dresden? ¿Está ahora “el pueblo elegido de Dios” siguiendo este precepto en Palestina? ¿Debemos simplemente sentarnos a contemplar cómo los judíos destruyen a la Raza Blanca y ofrecerles la otra mejilla? ¿Es todo esto bueno para la Raza Blanca? ¿O debemos volcar toda nuestra furia y venganza contra los judíos por los millones de Hombres Blancos que ellos han asesinado, saqueado y destruido? ¿Debemos vengar a Dresden? Nosotros, Creadores decimos: ¡SÍ, MIL VECES SÍ! Nosotros no somos tan idiotas como para amar a nuestros enemigos; por el contrario, seguimos las Leyes de la Naturaleza que dicen: destruye a tus enemigos antes que ellos te destruyan a ti. ESO tiene mucho más sentido.
Prosigamos con Mateo 5 hasta su amargo final, donde dice: “Sed pues vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”. ¿Realmente? Examinemos esta pieza de doble discurso y veamos cuán perfecto es este “Padre que está en los cielos”. Tal como nos refiere el Viejo Testamento, cuando no le gustaron los millones de personas que él había creado, los masacró ahogándolos como a ratas. Cuando no le gustó lo que el primogénito de Judá, Er, había hecho, simplemente lo mató tal como lo hubiera hecho un gangster de la mafia (Génesis 38). Si mal no recuerdo, según las historias que se cuentan desde los púlpitos, a pesar de las admoniciones del Señor en contra del adulterio, él mismo “descendió sobre” una mujer casada, una judía llamada María ya esposa de un hombre llamado José y la embarazó. Podríamos citar docenas de atributos inmorales y criminales de este “perfecto” Dios judío, pero deseo concentrarme en el Sermón de la Montaña. Extrañamente, si cualquiera de nosotros, mortales, fuera a cometer cualquiera de estos actos del “perfecto Padre celestial”, seríamos condenados por pecadores y enviados directamente al infierno. Todo lo que puedo decir es que hay una gran cantidad de doble discurso hipócrita en las llamadas “Sagradas Escrituras”, que no son ni sagradas ni tan siquiera morales.

Mateo 6

En este capítulo el ficticio Cristo en la Montaña de despacha con otras muchas necedades de poca importancia, incluyendo una “plegaria del Señor”. La mayor parte es de poco interés, de modo que tocaremos sólo algunos puntos. Si bien da una detallada descripción de qué y cómo se debe rezar, en el versículo 8 nos dice que no hace falta rezar como los gentiles pues “vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros las pidáis”. De modo que se puede ahorrar saliva y no molestarlo con can-tos o danzas. Pero lo peor y más destructivo que podría destruir cualquier intento de sociedad productiva viene de los versículos 25 al 34: “No os acongojéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber, ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. Mirad las aves en el cielo, que no siembran, ni siegan y vuestro Padre celestial las alimenta. Reparad en los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan”.
Un estúpido argumento que expone a continuación es que esto es lo que los gentiles hacen y ¿no querrás ser como esos horribles gentiles?
Termina diciendo: “No os preocupéis por el día de mañana, que el día de mañana traerá su fatiga. Basta al día su afán”. ¿No es ése un brillante consejo para convertirnos en una horda de inútiles e irresponsables? Esto tampoco es para el bien de la Raza Blanca.

Mateo 7

Este capítulo final del Sermón de la Montaña sigue con una vena igualmente estúpida, sin agregar demasiado a lo ya dicho. Mencionaremos tan solo dos versículos.
Versículo 1. “No juzguéis, para que no seáis juzgados”. Otro pésimo consejo para el seguro mal de quien lo practique. Como cualquiera en sus cabales sabe, el buen juicio es la marca de una persona inteligente. Se nos requiere repetidamente a todo lo largo de nuestras vidas el ejercicio adecuado de nuestro buen juicio — no solamente al juzgar a otras personas — empleados, socios, etc…, sino en todas nuestras acciones y decisiones que signifiquen la solución de problemas que nos confrontan a diario. Si dejásemos de usar nuestro buen juicio, bien podríamos tirar por la ventana nuestro cerebro junto con la capacidad de juzgar. ¿Para qué otra cosa deberíamos emplear nuestro cerebro si no para juzgar y tomar decisiones? No es un buen consejo para la supervivencia de la Raza Blanca, por poco decir.

San Lucas

Hasta aquí Mateo 5, 6 y 7. Hay más basura en Mateo, pero para no extendernos más no seguiremos sacando a luz sus pésimas máximas. Una versión bastante similar del Sermón de la Montaña aparece en varios capítulos de Lucas, sólo que aquí Cristo está supuestamente predicando a una multitud en una llanura, o en una sinagoga de Galilea, o junto al lago de Gennesaret, o en Capernaum. No obstante su mensaje es tan estúpido y destructivo como siempre y ningún Hombre Blanco bien pensante debería tomarlo seriamente. He aquí algunas de las “joyas” que dispensa:
Lucas 12:51: ”¿Pensáis que he venido a la tierra a dar paz? No, os digo, más disensión”.
Versículo 52: “Porque estarán de aquí en adelante cinco en una casa divididos; tres contra dos y dos contra tres”.
Versículo 53: “El padre estará dividido contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera y la nuera contra su suegra”.
De modo que así es: disensión y trastorno sin fin. ¿Adónde escuché yo esa basura acerca de que Cristo había venido a traernos “Buenas Nuevas” — paz en la tierra y bienaventuranza a todos los hombres?
Llegamos así a Lucas 14:26: “Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre y madre, mujer e hijos, hermanos y hermanas y aún su vida, no puede ser mi discípulo”. ¡Qué tal! ¡Que hablen de insanos e insaciables propagadores de odio! Nosotros, los racistas somos siempre sindicados como practicantes del odio por la sola razón de que AMAMOS a nuestra Raza y a nuestra propia gente. Nosotros Creadores decimos: ama a tu familia, ama a los tuyos, ama a tu raza y odia a tus enemigos. Y eso tiene muchísimo más sentido que amar a tus enemigos y odiar a tu
familia y a los tuyos.
Una cosa más y dejaremos esta lata de gusanos y eso es Lucas 18:24-25 donde el autor de esta supuesta magna sabiduría aparece diciendo: “¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Porque es más fácil a un camello entrar por el ojo de una aguja que un rico en el reino de Dios”.
Una traicionera afirmación destinada a apelar a la mentalidad del esclavo — los pobres, los haraganes, los envidiosos, los parásitos y los simplones.
Toda nuestra civilización fue edificada por hombres y mujeres energéticos, industriosos y trabajadores, gente inteligente, agresivos y con empuje. Si hemos de condenarlos, ¿quién entonces quedaría para construir familias, caminos, ciudades, granjas, ferrocarriles, empresas, etc…y todos los demás elementos que componen una civilización progresiva y pujante? ¿Vagos, oportunistas y judíos parásitos? No, ellos no construyen sino que tan sólo destruyen Pero si usted sigue la esencia de todos los detestables y perjudiciales consejos dispensados a los lectores del Nuevo Testamento, comprobará que todo apunta en la misma dirección — a la glorificar y exultar a los idiotas, torpes,
minusválidos y parásitos por un lado y por el otro a denunciar, atacar y condenar a los inteligentes, los fuertes, los industriosos y los productores. Ese es, mi amigo, el tipo de consejo que destruye civilizaciones y sociedades.
Es ya tiempo que expongamos al tan mentado Sermón de la Montaña como lo que realmente es: una pieza de pútrido consejo judío diseñado especialmente para convertir al cerebro del Hombre Blanco en inservible papilla y a los fieros militantes en cobardes pacifistas. En esto han tenido más éxito que en sus más atrevidos sueños. Estas “beatitudes” son la misma esencia de la destrucción mental que conlleva el cristianismo y fue él y no otra cosa lo que llevó a la ruina al entonces Imperio Romano. Este mismo veneno dialéctico ha lisiado la mente de la Raza Blanca desde entonces y ahora junto a las demás armas judías — democracia, comunismo, holocausto y globalización – están llevando a la Raza Blanca a su fin. El antídoto para todo este veneno judío es Creatividad. Pongamos en las manos de la mayor cantidad de hermanos raciales blancos nuestros libros básicos, desarrollemos un movimiento agresivo y generalizado en nuestros países y llevemos al cristianismo judío a un olvido final y total. La supervivencia de la Raza Blanca y del cristianismo son incompatibles.
No es sólo moralmente justificado, sino nuestro sagrado deber el ridiculizar lo que es ridículo ya de por sí, especialmente si semejante basura está siendo engañosamente diseminada como la “verdad del evangelio”.

¡Por un mundo más Blanco y brillante!
¡Delenda est judaica!
¡RAHOWA!

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¿QUÉ ES LA JUSTICIA?

¿Cuántas veces por día oímos la palabra justicia? ¿Cuántas veces en nombre de
ella vemos cometerse las mayores arbitrariedades y atropellos? ¿Porqué hay una
justicia que funciona diligentemente para algunos y no parece siquiera rozar a
otros? ¿Porqué lo punible en unos no lo es en otros? Pues bien, ocurre que lo
que se llama justicia es un aparato represivo que se arroga legitimidad para
castigar todo lo que el sistema que la incubó le señala que va en detrimento de
su seguridad, ideología guía e intereses. Es un pilar de sostén de ese sistema
madre que la engendró, a él se debe y no existe fuera de él. Por eso la justicia
en cada sistema político va indisolublemente ligada a él. La justicia soviética
era un apéndice del sistema político judeo-marxista, la justicia en el Tercer
Reich era la expresión de él y la justicia actual es ni más ni menos que el
brazo castigador del sistema globalizador judaico que quiere destruirnos. Por
ello tenemos las leyes que tenemos. Leyes que son tibias o convalidan todo
aspecto de una sociedad que pruebe ser disolvente — prostitución, modos
alternativos de sexo, delincuencia económica (especialmente si ella es
practicada por judíos o sus aliados circunstanciales), desamparo jurídico de
los sectores más desprotegidos de la sociedad y delitos cometidos contra el país
o el pueblo por los gobernantes de turno, fieles ejecutores del diktat judaico
mundial. Por otra parte protege impúdicamente al grupo minoritario dirigente:
el establishment judío de poder y su entorno de shabbat goim. Por eso negamos
terminantemente que exista una justicia absoluta puesto que ello significaría la
existencia de un ente aislado o por encima del plano político-ideológico y eso
no es posible ni nunca ha sucedido. Entonces comprenderemos porqué a un
psicópata como Sharon que es responsable de la ma-tanza de miles de no judíos,
ningún tribunal nacional ni internacional se moleste seria-mente en citarlo. En
cambio todo otro gobernante contrario al diktat judaico es pasible de ser
arrastrado — con razones valederas o sin ellas — a un tribunal semejante. Así
ocurre con un presunto genocida argentino apellidado Cavallo, detenido en Méjico
y extraditado a España por haber luchado en una guerra y ¡horror! haberse
atrevido a ganarla. En cambio un homónimo suyo – Domingo Felipe – anda libre y
dictando cátedra, habiendo seguramente sido el responsable máximo de muchas más
muertes y padecimientos (en cantidad y calidad) que el ex marino preso ahora en
la Madre Patria, esa misma que acompañó al descerebrado tejano instalado en la
Casa Blanca y a su judaico entorno en su infame agresión a Iraq. Cabe
preguntarnos a raíz de la posible extradición de ex militares argentinos por
presuntos crímenes cometidos en el transcurso de una guerra librada en su propio
suelo (y que ellos no iniciaron): ¿Qué ejército fue castigado y cubierto de
oprobio por haber ganado una guerra? Creo que podemos buscar años enteros en la
historia de la humanidad y no lo hallaremos. ¿Se imaginan a Stalin o al Mariscal
Zhukov enfrentando un tribunal por vencer al Tercer Reich? ¿O al ejército
israelí por ganar la guerra de los seis días? ¿No, verdad? Pues en la Argentina
tenemos el triste honor de tener el primer ejemplo en la historia.
Toda guerra es una tragedia y en todas las guerras suceden hechos deplorables
que son inherentes a su naturaleza violenta e inseparables de ella. No hay ni ha
habido guerra alguna sin violencia, abusos, injusticias y dolor gratuitos y/o
inmerecidos. Podrán variar en cantidad o magnitud, pero ellos existen,
existieron siempre y existirán sin duda en cualquier acto bélico futuro. La
guerra subversiva desatada en nuestro país no fue la excepción. Y el militar que
no esté capacitado para ejercer la violencia en el momento preciso y en la forma
que le indique su conciencia, criterio y entender profesional, sencillamente se
equivocó de profesión: no tendría jamás que haber seguido la carrera de las
armas. No estaría preparado para hacer lo que tiene que hacer, no más que un
transexual para consumar una penetración en el papel de activo. Ninguno de los
dos tendría lo que se necesita para la consumación del acto requerido.
La justicia de España o la de Francia no tienen ningún derecho a reclamar nada
por connacionales suyos víctimas de una guerra a la que nadie los convocó a
intervenir, o en la que participaban de alguna manera más o menos encubierta en
el bando agresor subversivo. ¿Qué pasaba cuando un combatiente extranjero
integrante de alguno de los bandos en pugna durante la Guerra Civil Española
caía prisionero del bando contrario? Nadie tiene derecho a reclamar nada. Si
alguien (extranjero o nativo, para el caso es lo mismo) decide alzarse en armas
(con razón o sin ella) debe hacerse 100% responsable de las consecuencias que
ese acto puede acarrearle. Por eso si pierde, no puede reclamar inmunidad ni
cosa parecida. ¿Imaginémonos por un momento qué hubiera sucedido si el bando
subversivo hubiera triunfado? Estos individuos por cuyas desapariciones ahora
se reclama, hubieran sido comisarios políticos o funcionarios de un gobierno
revolucionario (recordemos el ejemplo de Ernesto Guevara en la Cuba comunizada
de Fidel) tan sanguinarios y posiblemente mucho más que sus antagonistas
circunstanciales. De este personaje — Guevara — se habla mucho, de su aureola de
“héroe” idealista y romántico. Podemos decir a su favor que fue consecuente con
su ideología, murió, como dijo Alma-fuerte “en la ley de sus locuras”. Pero
recodemos que ni bien triunfó la Revolución Cubana allá por 1959 este argentino
trashumante se desempeñó como jefe militar de la fortaleza militar de la Cabaña,
lugar donde se ejecutaba pródigamente a cuanto opositor de la triunfante
revolución se requería. Allí supervisó y ejecutó cientos de actos de “justicia
revolucionaria”. Sería bueno que también se mencione esto: él también fue un
represor y seguramente violó muchas veces los derechos humanos de sus enemigos
ya derrotados, de modo que resultaría culpable de delitos similares a los ahora
imputados a los militares argentinos. ¿Sabe usted de algún tribunal que se haya
preocupado en investigar estos hechos?
¿Cómo llegamos a esto? Primeramente y aunque nos duela, debemos decir que porque
nuestros militares poseían una preparación política lamentable y absolutamente
inservible para el momento político que les tocó vivir; eran lo que definimos
como Conservadores Kosher. El Conservador Kosher es una criatura intelectual
del judaísmo que se caracteriza por regir su conducta política mediante el uso
de entelequias tales como: Dios, religión, patria, la bandera y la constitución.
Nos señalan a muchos enemigos — más o menos reales – pero cuidadosamente omiten
señalar al verdadero: el judío y su estructura de poder. Y así lo hacen porque
son vasallos inconscientes o cómplices muy conscientes de él. Empecemos a
analizar estas entelequias tramposas tan estimadas por muchos ca-maradas del
campo nacional y tan cacareadas impúdicamente por nuestra fauna política
vernácula.
Dios y Religión: A este señor nadie nunca lo vió, salvo sus “elegidos” profetas
pertenecientes a su también elegido pueblo. De su presunto hijo, ese mítico
judío circuncidado cuyas enseñanzas los cristianos dicen seguir, no hay la más
mínima evidencia histórica de que jamás haya existido. Ni siquiera contamos con
una sola referencia con-temporánea acerca de su vida o actuación. Por lo tanto
hasta que no se lo pruebe, no existió jamás. Pero ya es hasta secundario el
hecho de que si vivió o nó porque su doctrina — que es lo que cuenta – ese
guiso de leyendas y supersticiones anteriores a él, confeccionado por ese
astuto judío sirio — Saulo de Tarso — constituye una perversa ideología
suicida, cuyo fin último es convertir a quien la adopta en un adorador de judíos
aún a pesar suyo. Ya Nietzsche lo dijo a finales del siglo XIX (en el
Anticristo) que el cristiano, aunque tenga actitudes antisemitas, no puede verse
a sí mismo como lo que es: el último producto del judaísmo. El cristianismo
aparte de constituir un ejercicio en la autodestrucción es una suprema escuela
formadora de adoradores de judíos. Sucumbir a la filosofía cristiana es
permitirse vivir en una cobarde huída de la realidad, escapar a un mundo de
fantasía tan disparatado como el de Alicia en el País de las Maravillas y
destruir la razón y el sentido común. El cristianismo (y en mayor o menor medida
todas las creaciones de la febril y perversa mentalidad colectiva judía)
desprecia los hechos, las evidencias y el razonamiento. El cristianismo
desprecia la lógica. El convertirse en cristiano significa sucumbir a la
perversión de nuestra psiquis por la manipulación mental judía. Y en verdad
manipulación de mente y palabra han sido la especialidad del judío como Maestro
histórico indiscutido del Engaño. En el Evangelio de San Juan 1:1 la biblia
judía dice: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo
era Dios.” Una extraña afirmación en verdad, pero cargada de significado — un
significado que escapa a la mayoría de los gentiles, especialmente a los
predicadores de toda laya. Lo que este mensaje críptico realmente quiere decir
en sutil lenguaje judaico, es que con palabras ellos pueden crear dioses e
inversamente las palabras pueden llegar a ser tan poderosas como un dios en
controlar y dirigir las mentes y los destinos de la gente. Pensemos en todas las
fabricaciones que nos han vendido los judíos a lo largo de su turbulenta
historia — marxismo, masonería, psicología, holocuento, etc… Y para el que
tenga alguna duda para quién legisla y provee ese dios judío, lo invitamos a
leer el Deuteronomio y capítulos sucesivos. Si eso no es suficientemente claro,
realmente no sé qué cosa pueda serlo. Su Dios está diciendo una y otra vez que
él es únicamente para su tribu asesina — los judíos. Él los guiará, luchará para
ellos, los ayudará a matar, saquear, robar y destruir a todos los demás. Eso
quiere decir: A TODOS NOSOTROS, LOS GENTILES. Claramente, nosotros los gentiles
somos sus enemigos y los de su pueblo elegido de asesinos, ladrones,
saqueadores, réprobos, fornicadores y estafadores. Claramente él y su pueblo
elegido son nuestros enemigos. Por ello es seguro decir: quien no expone al
judío, quien no afirma a la raza como el factor básico de cohesión, quien no
hace otra cosa que lamentar o deplorar sin ofrecer solución, quien promueve el
cristianismo o cualquier otra fabricación ideológica judaica, NO ESTA DE
NUESTRO LADO. El que se guíe por tales doctrinas es seguro que nunca sabrá quién
es su enemigo y, como ya dijimos en un artículo anterior, lo grave es que
terminará colaborando con él en detrimento de los suyos.
La Patria – el País: Esto también es una engañosa falacia, lamentablemente
he-cha carne en muchos de nuestros mejores Camaradas Raciales Blancos. En primer
lugar un “país” es un sector del planeta con límites geográficos cambiantes,
ocupado por una población siempre cambiante en su composición racial, así como
en el control político allí imperante. Lealtad a un “país” significaría lealtad
simultánea al espacio de suelo comprendido entre sus fronteras, a la gente que
lo está habitando y por sobre todo a su gobierno, no importa cuán despreciable
o traidor éste pueda ser. Por eso un “país”, cualquier país es una entidad
temporaria y artificial, continuamente cambiante y cuyos gobiernos generalmente
traicionan los mejores intereses de la gente que los votó para gobernarlos. Hay
algunas excepciones siendo la única que merece ser mencionada la del gobierno
nacionalsocialista de Adolfo Hitler en Alemania desde 1933 hasta 1945. Las
fronteras se desplazan y así un mismo individuo puede ser de una nacionalidad
hoy y de otra mañana por imperio de circunstancias totalmente ajenas a su
voluntad y por eso no deja de ser quien es, no modifica su mente ni sensibilidad
por el hecho de que se corra la frontera. Ejemplos de esto los tenemos en
cantidad en la Europa del siglo XX. ¿Qué puede tener en común un habitante de
Buenos Aires con un coya de la Puna aparte de un documento de identidad que
decreta que ambos comparten la nacionalidad argentina? ¿Tenían la misma
conformación los ciudadanos de diferentes etnias de la ex Yugoslavia? Si alguien
cree que sí que por favor me explique porqué entonces pasó lo que pasó después
de la caída del comunismo allí. Nosotros, Creadores afirmamos que el concepto de
nacionalidad es divisivo, en cambio el de raza unifica. Por ello afirmamos que
el concepto de raza prima por sobre el de nacionalidad, razón por la cual nos
definimos como Racial Socialistas y no como Nacional Socialistas.
La Bandera. Aquí nuevamente caemos en una trampa de pensamiento engañoso. La
bandera es solo un símbolo y como tal no es ni mejor ni peor, ni más ni menos
honorable que la idea que simboliza. Muchos países han visto cambiar su bandera
— Canadá, Alemania, Rusia, China, diversos países árabes — en la medida que
cambiaron las ideas de lo que ella originalmente representaba, ¿y qué pasó?
¡Nada fatal! Siguieron siendo los mismos solo que con otra bandera por símbolo
patrio en la medida que ella simbolizaba un cambio ideológico operado.
La Constitución. Nuestro verdadero (y en forma excluyente) Padre de la Patria,
Don Juan Manuel de Rosas solía decir que la constitución es un “cuadernito para
los doctores”. Algunos países actualmente no poseen constitución y no por eso
dejan de funcionar ¡y cómo! Vaya como ejemplo el Estado de Eretz Israel. NO
TIENE CONSTITU-CION y podemos decir sin temor a equivocarnos que NO LA NECESITA
porque tiene algo mucho más efectivo: UNA RELIGION RACIAL que a la hora de la
verdad le resulta mucho más útil. Nosotros, en la Argentina, en cambio tenemos
una constitución (la de 1994) que de entrada nomás nos dice que los compromisos
(acuerdos, tratados, etc..) internacionales tienen prioridad sobre las leyes
internas del país. O sea que los compromisos con los de afuera priman por sobre
los compromisos con los nuestros. ¿Qué tal? Yo, en lo personal me quedo con el
modelo israelí, no porque lo comparta, sino porque es más útil y coherente. Está
pensado para robustecer y cohesionar, en cambio el nuestro está concebido para
destruir, para disolver, para desarmar. Constituciones como la nuestra, de 1994,
deben estar en donde deben: en la basura de la historia, son un engendro
destructivo. De modo que alguien que la defienda (así como a su concepción del
mundo) es mi enemigo, no importa que hayamos nacido en la misma clínica o
compartamos el mismo barrio, es-tamos en veredas diferentes, opuestas e
irreconciliables, él estará con sus amados judíos, su Dios judío, su salvador
judío, su doctrina judía de enfermizo amor cristiano, su anda-miaje de sofismas
judíos y nosotros estaremos con las Leyes de la Naturaleza, nuestra raza — la
Raza Blanca, y nuestra religión racial concebida expresamente para nuestra
supervivencia, salvación y redención como raza. Lucharemos en bandos opuestos,
nosotros para los nuestros, él con y para los judíos y sus cómplices,
conscientes o inconscientes.
Podríamos seguir interminablemente enumerando falacias ideológicas pero no es
éste el objeto del presente artículo. Bástenos decir que es nuestra posición que
debemos defender sin concesiones la actuación profesional de nuestros militares
ahora cuestiona-dos y perseguidos, no importa cuántos desacuerdos ideológicos o
críticas podamos enumerar. Lucharon y ganaron. Pero lamentablemente perdieron
en materia política por no tener una preparación ideológica adecuada; por eso
todo este carnaval siniestro de presunta justicia y de genuflexiones de
nuestros gobernantes actuales frente al poder mundial globalizador judaico. Lo
verdaderamente grave detrás de este caso es que de aceptar la injerencia de la
justicia extranjera – sea ésta del país que fuere – estaríamos renunciando a un
atributo esencial de nuestra soberanía, independencia y razón de ser como
sociedad y como país, estaríamos reconociendo de hecho la disolución de nuestro
estado nacional — meta proclamada de la Globalización. Mi impresión es que ya
estamos cuesta abajo. Hemos dejado atrás el punto de inflexión. En efecto, hay
ya signos alarmantes de que es así y lo peor es que esto cuenta con el
beneplácito infame de muchos de nuestros compatriotas. Clarín online publica el
día 26 de Julio la noticia de que el parlamento israelí aprobó el pedido de
extradición de militares argentinos implicados en la desaparición de judíos o
israelíes durante la dictadura militar (sic). ¡Aleluya hermanos! Diría un
shabbat goi ¡Ya contamos con la aprobación del parlamento israelí, de nuestros
“hermanos mayores en la fé”! ¡La Nueva Jerusalém está al alcance de la mano! Y
lo grave es que tendría razón: ¡YA SOMOS UNA COLONIA JUDIA!
Nuestro país es, en verdad, una verdadera caja de sorpresas en materia de
justicia (así como lo es en otros aspectos). Hemos sido testigos de la detención
de un rabino narcotraficante sorprendido, con otros cómplices, suyos
aprestándose a “hacer nigocio” con una importante cantidad de cocaína. A
continuación el pío sabio de Sión fue alojado en una cárcel VIP: la División de
Delitos Complejos de la Policía Federal sita en Figueroa Alcorta y Cavia. ¡No
vaya a ser cosa que nos acusen de antisemitas por osar detener a un delincuente
judío y alojarlo en una cárcel común! ¡No señor, eso es para nosotros los goim!
Para los delincuentes “elegidos” corresponde una cárcel de lujo; que no
casual-mente es la misma donde fue alojada otra delincuente VIP: la Ingeniera
María Julia Alsogaray.
Y esto me lleva a otra reflexión. Hace años me preguntaba yo qué le podían
enseñar los liberales a sus hijos. Pues veamos un poco de historia reciente en
este aspecto. Si nos enfocamos en la familia Alsogaray (la del ahora nonagenario
Capitán Ingeniero) creo que podemos tener una respuesta clara: les enseñan a
delinquir. Veamos sino el caso de su hijita la “Marie Julie” y la de su difunto
primito guerrillero (hijo de la durante muchos años directora de la Casa
Argentina en Israel). O sea que un liberal acérrimo como ese siniestro individuo
(de quien Alfredo Palacios allá por los años 1960’s dijo que tenía una
mentalidad de almacenero porque todo lo que estaba en el país le era para la
venta) le enseña a sus descendientes a seguir mercadeando al uso liberal (quiere
decir delinquiendo) o les enseña marxismo y subversión. ¿Qué tal?
¿Qué pasa en tanto con los pedidos de extradición de militares argentinos a
España? Es de notar la oposición de la Casa Blanca al pedido de la justicia
española y la mar-cha atrás del pelele Aznar en ese tema. No me sorprendería ver
en las próximas semanas un movimiento de sustracción de la iniciativa de manos
de la justicia española para transferirla a manos de la justicia israelí. De
ocurrir esto, querría que ese estado-aguantadero del Medio Oriente explicase los
muy cordiales vínculos en materia de inteligencia y preparación de los grupos
represivos durante los años 1970’s y 1980’s en países hispanoamericanos. ¿Hasta
donde llegarán los justicieros “elegidos” en este asunto? ¿Se olvidarán del
escandalete del ex coronel israelí Yair Klein, sorprendido preparando
escuadrones de paramilitares al servicio de los narcos colombianos en suelo de
ese país? ¿O de los grupos similares de Honduras y El Salvador? O, ¿se olvidarán
convenientemente como lo han hecho con Julius Popper, Simón Radowitsky, Pedro
Wald y tantos otros judíos de nefasta actuación en este país que ellos osan
calificar de país nazi por su radio comunitaria (radio Hai 96,3 FM)
Tengo ante mi vista un recorte del diario Clarín (21-4-’96 pág.12) donde se ve
una foto- grafía de esa madre bien alimentada que responde al apelativo de Hebe
de Bonafini, sudando copiosamente junto al enmascarado Subcomandante Marcos. Al
pie de la imagen reza la siguiente declaración de la susodicha “madre”:
“Vinimos para servirlos para lo que nos necesiten”. O sea que una confesa pero
no convicta simpatizante del judeo marxismo más violento e irrespetuoso declaró
algo así y ni una sola voz se alzó para de-mandar justicia. Imaginemos lo
siguiente: cualquiera de nosotros que se fuese a Irán en estos momentos y se
permitiese decir allí: “Vinimos para servirlos para lo que nos necesiten” ¿Qué
le ocurriría? Por lo pronto la DAIA y algún juez amigo (léase Shabat goy) no
tardarían más que algunos segundos en decidir acusarlo de terrorista, antisemita
o de cualquier otra cosa que le significaría muchos, pero muchos problemas.
Saquemos la siguiente conclusión: los que de alguna manera están a favor del
Sistema judaico pueden decir (y hacer) lo que quieran sin temor a la justicia,
los que están en contra del Sistema, no.

Y si no me creen, fíjense sino la actuación que le cupo a ese “socio” de la
Bonafini – ese bastardo de judío y parricida por añadidura — que es Sergio
Shoklender en tiempos de la toma de la embajada japonesa en Lima hace algunos
años. Muy suelto de cuerpo, con su pausado discurso doctoral, declaró que tuvo
el honor de entrevistarse con el Comandante Serpa Cartolini, abatido poco
después por las fuerzas armadas peruanas que irrumpieron en dicha embajada. ¿Se
imaginan a alguien ahora mismo viajando a alguna parte ignota del Asia y
declarar que tuvo el honor de conocer a Bin Laden? Un pasaje de ida a Guantánamo
es lo menos que le esperaría.
Y por todo esto no nos motivara a reflexionar acerca de cómo y quiénes imparten
justicia en este bendito país, echemos una ojeada a los nombres y apellidos de
aquellos funcionarios judiciales que fallan insólitamente a favor de parejas de
homosexuales en cuanto a la adopción, quienes propician la despenalización del
consumo de drogas ilegales y que en general adoptan cuanta medida pueden
siempre en contra de la sociedad en su conjunto, condonando conductas y/o hechos
disolventes y atentatorios contra nuestra integridad como país, como nación,
como pueblo o como raza. Allí encontraremos abundancia de “elegidos”.
Así están las cosas, el cáncer judaico nos está corroyendo ya sin disimulos. Por
eso decimos, en contra de muchos camaradas del campo nacional, que la primera y
más importante cuestión a resolver es la cuestión racial. Esto significa
expulsar al judío de todas aquellas áreas de poder. Logrado esto, habremos
conseguido eliminar el agente patógeno que nos infecta, lo restante es
convalecencia benéfica y conducente a la recuperación de la salud nacional y
racial íntegra.

Recapitulando, alguien dijo alguna vez que la profesión de abogado era la
profesión típica de la democracia. ¿Qué prohombre de la nuestra no lo es? Otro
personaje (Mordejai Levy alias Karl Marx) dijo al respecto que los abogados eran
quienes se con-formaban con las migajas y las sobras en el banquete de los
capitalistas. Entonces, ¿qué podemos esperar de gente así? ¿Justicia en serio?
Por supuesto que no. Solo más de lo mismo.

¡Por un mundo más Blanco y brillante!
¡Delenda est Judaica!
¡RAHOWA!

(“LA LUCHA” Septiembre de 2003)

Indian caste shows link to Europeans

http://www.ananova.com/news/story/sm_292443.html

Indian caste shows link to Europeans

A study has shown that people in higher ranks of the Indian caste system are more closely related to Europeans than Asians.

Experts now believe Europeans moved into India about 5,000 years ago, helped put the caste system in place and put themselves at the top.

The genetic differences between social levels are still clear because inter-caste marriages are frowned upon in Indian culture.

Researchers at the University of Utah looked at the genes of 265 Indian men of different castes and compared them with 750 samples from elsewhere in the world.

The study, published in Genome Research, even found differences between DNA inherited through the female and the male lines.

Whereas the male DNA was similar to Europeans the female DNA was closer to other Asian samples.

This supports the idea that most of the early European immigrants who adopted senior positions in the caste system were male.

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THE NON-HINDUS IN CASTE SYSTEM

http://adaniel.tripod.com/foreigners.htm

Caste System

The non-Hindus in caste system

Religiously anyone who does not belong to the four Varnas is an outcast and untouchable. It means, all foreigners and non-Hindus are all supposed to be untouchables. But in reality neither all foreigners nor non-Hindus were treated as untouchables. Foreigners and non-Hindus were treated differently in different parts of India. Some of the foreigners adopted Hinduism and integrated in the upper level of the Hindu hierarchy.

The Rajputs of Rajasthan belong to the Kshatria Varna (warrior castes). The Rajputs, more than any other Indian Jat, represent the warrior castes of India. Almost any Indian community which claims to be a warrior community, claims a Rajput ancestry. But it is believed that many foreign invaders of ancient India (see- India in the past), like Scythians; Huns; Greeks and others, who adopted Hinduism, integrated in the Rajput community and acquired a Kshatria status (see also Sati - burning of the widow).

The Konkanash Brahmans of west India are also believed to have non- Indian descent. According to a Hindu legend, an incarnation of Lord Vishnu, Parsuram, found on the Konkan beach some dead bodies which were washed to the shore. In order to cremate them Parsuram gathered them on a pyre. These dead bodies woke up on pyre, probably because they were not dead in the first place but were only unconscious. Parsuram converted these people to Hinduism and made them Brahmans. There are other theories about the origins of these Kokanasth Brahmans. Many of these Brahmans have gray-green eyes. Some claim them to be Vikings or of other European origin. In the Konkan coast there is Jewish community called Bene Israel. Some claim that these Jews are from the 'Lost Tribes'. These Jews who arrived in India after their ship-wrecked near the Konkan coast claim that they and the Kokanastha Brahmans are descendants of the survivals from the same ship. And in their version, it was not an incarnation of Lord Vishnu who converted the Kokanastha Brahmans but a local Brahman. Anyway these Jews do not have gray-green eyes like the Kokanastha Brahmans.

Different religion followers got different status in different parts of India. The Jews of west India (called Bene Israel) had a different status from Jews of south India (Cochini Jews). The Bene Israels professed oil pressing and they had a status equal to a Hindu Jat called Somvar Teli, which also professed oil pressing and were part of Sudra Varna. Some orthodox Hindus treated anyone who was a non-Hindu or doing any type as polluting job as untouchable and therefore treated the Jews as untouchables. But even though the Jews in west India had low status there were among them some who were landlords, businessmen and high rank officers in local armies.

Comparing to the Bene Israels, the Jews in south India had higher status. The Jews in Kerala were the business community of Kerala. They even ruled a small kingdom. They had aristocratic rights, such as use of elephants and sedans. They even had servants whose job was to announce their coming to the streets so that the low castes could move away from their way.

The relations between the Jewish communities of India are sometimes explained as affected by the Indian caste system but these relations can also be explained according to Jewish religious laws. There were three main Jewish communities in India. The Baghdadis, the Bene Israels and Cochinis. The Baghdadi Jews were much strict about religious laws than the Bene Israel Jews. The Baghdadis did not mingle with Bene Israel Jews. The Baghdadis did not allow marriages between their children and the children of Bene Israel. They did not eat food prepared by Bene Israel and they refused to count the Bene Israel as part of the Minyan (the ten necessary to start a Jewish prayer). Many explain these relations as an influence of the Indian caste system on the Jewish communities. According to this explanation, the Baghdadi Jews referred to themselves as higher caste than the Bene Israel Jews and therefore did not mingle with them. But these relations between the Jewish communities can also be explained according to the Jewish Halacha laws. The Baghdadi Jews who were much strict about Jewish laws and diet did not mingle with the Bene Israels because the Bene Israels were secular Jews and they perceived in Bene Israel Jews as impure Jews.

The Muslims who arrived in India were strong and powerful to be treated as untouchables. Not only were they strong in the military sense, they also tried to enforce their religion on the Indians. The Indians who converted to Islam in most of the cases remained in the same social status as they had before their conversion to Islam. Hindus from the higher Varnas remained at the higher levels of Indian society. Hindus from the lower levels of the hierarchy thought that by converting to Islam they would come out from the Hindu hierarchy system, but in most of the cases they remained in the same hierarchy level after they converted. Among the Muslims of India there has developed a two-tier hierarchy. The upper class, called Sharif Jat, includes Muslims who belonged to the higher levels in caste hierarchy and also Muslims who arrived to India from foreign countries. The lower class, called Ajlaf Jat, includes Muslim converts from lower castes. As in the world, the upper classes do not have close social relations with lower classes, the same way the Sharif Jat do not normally have close social relations with Ajlaf Jat.

The different Christian communities of India were treated in different ways in different parts of India. The Syrian Christians of Kerala had a high status. Along with the Jews, they were the business communities of Kerala and they too had aristocratic rights. The Indians who were baptized from the 16th century by Christian missionaries remained mostly in the same status they had before. As in the Muslim community of India, the Christians also have a two-tier social hierarchy. Many untouchables who converted to Christianity are still treated as untouchables, sometimes by other Christians.

The European Christians are also supposed to be untouchables to Hindus. Some Europeans in the 17th and 18th century even claimed that they were treated as untouchables. But later on with British rule over India it were the upper level Hindu castes, specially the Brahmans, who adopted the European democratic philosophy according to which all are equal and they introduced it to other Indians.

Other religions which were established in India - Buddhism, Jainism and Sikhism - also have some marks of caste system, even though they oppose caste system. Sikhism rejects caste system. But different Jats who adopted Sikhism act according to traditional Jat lines. The different Jats normally marry within caste lines. The Jats which were the elite of the Punjab and converted to Sikhism do not give equal respect to Sikhs who belong to the lower levels of Indian hierarchy. The Jains also have separate communities who marry within the community lines. The Buddhist in India have a two-tier hierarchy and just like in the cases of Christians and Muslims it is also related to the status of the community to whom the person belongs. On the other hand the Mahar community of west India, who were untouchables and converted mostly to Buddhism, prefer, because of different political reasons to recognize themselves as Mahars and not always as Buddhists.

Not all residents of India were part of the caste system. About 7% of India's population are referred to as tribes and not as castes or Jats. These tribes are scattered all around India and they are descendants of communities who were not interested in the Varna hierarchy. They preferred to live away from the main societies deep in the jungles, forests and mountains of India. They survived mostly on fishing, hunting or simple agriculture, and also from stealing, robbing and plundering. These tribes had different religious beliefs and different gods. Some of them had simple beliefs, but others use to sacrifice human beings in their ceremonies. One such tribe, called Gond, had a strong kingdom in central India. Most of the tribes adopted Hinduism, others adopted Islam or Christianity. Some tribes in East India claim to Jewish Origin.

Chomsky: un intelectual judío y el "holocausto"

En el mundo entero se oculta la relación de respeto y amistad que Chomsky tiene con los historiadores revisionistas que han puesto en duda las teorías exterminacionistas, las cuales pretenden hacer creer que existió un "holocausto" bajo el cual el régimen nacionalsocialista alemán habría matado, durante la segunda guerra mundial, a 6000000 (sic) de personas de origen judío en unas "cámaras de gas" que habrían sido “diseñadas para tal fin”.

La razón para ocultar el compañerismo entre Chomsky y estos investigadores y expertos, radica en evitar que la ciudadanía occidental se entere de que un intelectual de primera categoría patrocina, acompaña, financia y hasta escribe prólogos a libros de autores que buscan rebatir la historia de los vencedores.

Es solo en Francia, que el diario Le Monde y otras publicaciones escriben regularmente acerca de la relación que el profesor Chomsky mantiene con el historiador revisionista Robert Faurisson, pero en el resto del mundo esta es información excepcional, cuando no inexistente.

La información que se brinda a continuación está tomada por completo de uno de los artículos de liberalismo.org donde puede encontrarse una serie de textos escritos por Werner Cohn y David Horowitz, bajo títulos tan objetivos como "La mente enferma de Noam Chomsky". Se recomienda leer los textos originales y reparar en la parcial forma de brindar la información que usan esas personas, así como el inmenso arsenal de adjetivos innesarios que coleccionan para regalarle a todo aquel que no piense como ellos.

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Basado en el artículo: “Compañeros en el odio: Noam Chomsky y los negadores de Holocausto”
Por Werner Cohn

http://www.liberalismo.org/articulo/47/14/7/

Todo el mundo sabe quién es Noam Chomsky, profesor del Massachussets Institute of Technology, por sus habilidades como lingüista y por su filosofía de izquierdas. Avram Noam Chomsky nació en Philadelphia en 1928. Es hijo del célebre intelectual hebreo William Zev Chomsky y fue educado en la doctrina progresista que emanaba del medio ambiente paterno. Más tarde, al parecer debido a su excepcional brillantez, obtuvo su licenciatura e incluso el doctorado en lingüística. Hoy es profesor en el MIT y autor de numerosos libros, de gran influencia, sobre la naturaleza del lenguaje. Su obra es respetada por los estudiosos y admirada por el público general. Sería difícil encontrar un personaje de mayor prestigio, no ya en los Estados Unidos, sino en todo el panorama académico internacional.

Basándonos en el trato que siempre le ha dispensado la prensa, podemos decir que su fama se debe principalmente a su implicación en los movimientos en contra de la guerra de Vietnam, a finales de los 60 y principios de los 70. En la década que transcurrió entre 1966 y 1975, el New York Times le mencionó un total de 98 veces, de las cuales, 82 se debieron a su actividad política y el resto a su trabajo profesional.

Robert Faurisson representa uno de los vínculos más importantes de Chomsky. Es un antiguo Catedrático de Literatura de la Universidad de Lyon e Historiador Revisionista y asegura que está orgulloso de que sus escritos sean distribuidos tanto por los activistas de izquierda como por los de derecha. Para Faurisson, sin embargo, es mucho más importante La Vieille Taupe ("El Viejo Topo" en alusión a Marx), un grupo de izquierda que, entre otras cosas, publica material de Faurisson. Ellos son los que más relación tienen con Chomsky, quien junto a Faurisson ha logrado unir a grupos de izquierda y derecha para elaborar proyectos en común, por ejemplo la revista "Annales d’Histoire Révisionniste".

El trabajo de Faurisson se puede resumir así:

“Las supuestas cámaras de gas de Hitler y el supuesto genocidio de judíos forman parte de la misma mentira histórica, que ha abierto el camino a una gigantesca estafa político-financiera cuyos principales beneficiarios son el Estado de Israel y el Sionismo internacional y cuyas principales víctimas son el pueblo alemán (pero no sus líderes) y el pueblo palestino.”

Faurisson y los revisionistas, en palabras de Werner Cohn (uno de sus enemigos sionistas y liberales) "Instan a las personas imparciales de los países libres a mantener una mentalidad abierta cuando se enfrenten a razonamientos que desafíen lo que se acepta comúnmente" A pesar de que este judío liberal tilda a Faurisson de "antisemita" a su vez afirma que se ha unido a varios judíos además de Chomsky.

La relación entre Chomsky y la editorial de Faurisson, La Vieille Taupe (de aquí en adelante, "VT"), está documentada gracias a dos ensayos verdaderamente reveladores que se redactaron en 1986. El primero, y con diferencia el más extenso, es una narración del director de VT, Pierre Guillaume. El segundo, es un comentario del propio Chomsky sobre dicho relato. Los dos documentos, juntos, llevan a conclusiones que seguramente molestarían bastante a los defensores de la historia oficial, la de los vencedores.

Guillaume comienza diciendo que otro de los miembros de VT, Serge Thion, le presentó a Chomsky en 1979. En este encuentro, el francés mencionó a Faurisson, quien estaba empezando a tener ciertos problemas con la ley. Entonces, dice Guillaume, algunos meses más tarde, en los que no había vuelto a saber del profesor, éste firmó y promovió la siguiente petición (reproducida por Guillaume en inglés):

"El doctor Robert Faurisson ha sido un respetable profesor de literatura francesa del siglo XX y de crítica literaria en la Universidad de Lyon-2 durante cuarenta años. Desde 1974 ha venido estudiando minuciosamente el tema del Holocausto.

Desde que comenzó a hacer públicos sus hallazgos, el doctor Faurisson ha sido objeto de una cruel campaña de acoso, intimidación, difamación y agresiones físicas, en un bárbaro intento de hacerle callar. Las autoridades, temerosas, han tratado incluso de impedir su trabajo, prohibiéndole el acceso a bibliotecas y archivos públicos.

Protestamos enérgicamente contra esta privación del derecho a la libertad de expresión del doctor Faurisson y condenamos la vergonzosa campaña que se ha organizado para silenciarle.

Apoyamos rotundamente el legítimo derecho de la libertad académica del doctor Faurisson y exigimos que las autoridades del gobierno y de la universidad hagan lo posible para garantizar su seguridad y el libre ejercicio de sus derechos civiles".

La publicación de esta petición en los periódicos franceses, fue encabezada con el nombre de Chomsky y Alfred Lilienthal, otro judío de renombre, también figuraba entre los firmantes. Es interesante que la petición firmada por Chomsky y otros reconocidos intelectuales de distintas tiendas políticas hable de los "hallazgos" de Faurisson y lo describa como "un respetable profesor de literatura francesa del siglo XX y de crítica literaria".

Originalmente la petición fue redactada por el Prof. Marx Weber, antiguo profesor de Alemán en Estados Unidos e historiador revisionista. La petición contribuyó de forma decisiva a conseguir que el revisionismo se ganara la aceptación de los franceses.

Guillaume nos cuenta que Chomsky ha sido de mucha ayuda en otros aspectos para el movimiento de VT. En un tiempo en el que éste sufría la marginación de todos y cuando el profesor podía haber publicado la versión en francés de su Political Economy of Human Rights (Economía política de los Derechos Humanos) mediante una editorial comercial, permaneció al lado de sus amigos de VT y publicó el libro a través de ellos. El propio Guillaume reconoce que habría entendido que el profesor hubiera guardado las distancias con VT en público. Pero no: demostró su firmeza.

Después de que se publicara la petición, cuenta Guillaume, Chomsky compartió con él las muchas cartas de protesta que recibió. Le comentó que el principio de libertad de expresión estaba amenazado por dichas cartas y que deseaba responderlas en público. Para ello, el profesor redactó un texto de aproximadamente 2.500 palabras, titulado en francés Quelques commentaires élémentaires sur le droit à la liberté d'expression (Varios comentarios elementales acerca del derecho a la libertad de expresión), en el que declaraba que todo el mundo debe tener el derecho a la libertad de expresión y que Faurisson no era ni fascista ni antisemita. Al contrario: según Chomsky, a Faurisson se le podría describir mejor como "una especie de progresista apolítico". El mencionado texto se conoció más tarde como "El Prefacio de Chomsky", puesto que formó parte de un libro de Faurisson, con el aval de Chomsky.

Guillaume nos ha contado lo buen compañero político que Chomsky ha sido para él, cómo sacrificó sus propios intereses en favor de sus principios políticos, publicando uno de sus libros con VT, en vez de con alguna editorial comercial, y que cuando se opone a Faurisson "siempre ha sugerido, con una palabra o una frase, que (...) es más una cuestión de opiniones que de criterio científico" y ahora, habiendo visto todo esto, Guillaume dice que se lo envió todo a Chomsky por si quería corregirlo o si no estaba de acuerdo con algo. O sea, que el profesor tuvo la oportunidad de contar su versión, si hubiera sido diferente de la de Guillaume.

El profesor no se limitó a publicar su Political Economy of Human Rights a través de la organización de Guillaume. Además, le dedicó un escrito, bajo el título de Réponses Inédites, donde figura el nombre de Chomsky como autor y las iniciales de Guillaume, "P.G.", como editor. El propio Guillaume contó que el profesor revisó personalmente todas las traducciones de sus textos, del inglés al francés.

También el judío australiano Bill Rubinstein asegura que supo por primera vez del vínculo entre Chomsky y Faurisson cuando un compatriota suyo, admirador de Faurisson, mostró, orgulloso, correspondencia en la que Chomsky proporcionaba información y aconsejaba a su socio.

Es prácticamente imposible encontrar alguna publicación "revisionista" francesa, ya sea a cargo de Guillaume, Thion, o del propio Faurisson, que no contenga la obligada referencia al patrocinio de Chomsky.

La Vieille Taupe y otras editoriales como Spartacus, Éditions de la Différence, etc, producen numerosos artículos por y sobre Faurisson. Además, han publicado textos del revisionista de izquierda Paul Rassinier (ex-internado en los campos de concentración y torturado por los nazis) y el célebre The Myth of Auschwitz (El Mito de Auschwitz), del alemán Wilhelm Stäglich.

Chomsky denuncia, cuando dice que "se está demonizando a VT y a Faurisson." otra de las artimañas que el sionismo utiliza siempre que no encuentra argumentos para sostener sus historias de brujas, fantasmas y millones de asesinados en cámaras de gas: la demonización del enemigo. Por eso nunca puede faltar la vieja acusación de "nazis" y "antisemitas", pero Chomsky en su famoso Preface dice que Faurisson es progresista y que Serge Thion es un "intelectual socialdemócrata liberal".

Chomsky explica: "No veo implicaciones antisemitas en el hecho de negar la existencia de las cámaras de gas o incluso en el de negar el Holocausto. Ni tampoco es una implicación antisemita, per se, decir que se está aprovechando el Holocausto (crea uno que ocurrió o no) de forma agresiva, por parte de apologistas de la violencia y la represión israelíes. No veo ni un indicio de antisemitismo en el trabajo de Faurisson..."

Sin embargo, fuera de Francia se sigue intentando ocultar la relación de Chomsky con los revisionistas. Ahora se ha publicado un libro de casi 500 páginas, titulado The Chomsky Reader (El lector de Chomsky), en la editorial Pantheon y bajo la dirección de James Peck Pretende "reunir por primera vez el pensamiento político de los principales disidentes norteamericanos". La obra está muy bien organizada. No contiene ninguna referencia a Faurisson, La Vielle Taupe, Guillaume, el "revisionismo" o a cualquier otro asunto que pudiera dar al lector el menor atisbo de las relaciones de Chomky con los revisionistas históricos. La única mención que se hace a Thion es para explicar que se trata de un intelectual marxista, pero ignora toda la parte revisionista.

An introduction to National-Anarchism

An introduction to National-Anarchism

http://www.national-anarchist.org/articles/SUMMER2003NAintro.html
Classic Anarchism has often been defined as Anti-Authoritarian Socialism. In much the same way one could briefly describe National-Anarchism as Anti-Authoritarian Nationalism. It is a widespread idea that Nationalism is synonymous to Fascism because the nationalist identifies with the huge, governmental structure of the State. Nationalism, however, needn’t be focused on the State. Many years before the nineteenth-century ideas of large-scale "nation-state", groups such as the Dutch Sea Beggars heralded another form of Nationalism: A Nationalism in which the Nationalist identifies not with the State but with his people, ethnic group or local community.

There have even been (and indeed there still are) people who reject the State and the underlying idea of power as the basic principle of society that such an institution implies, and instead pursue the outermost individual freedom but at the same time take pride in and cherish their ethnic background.

It is these people who can be designated National-Anarchists and their ideology as National-Anarchism.

National-Anarchism is thus connected to modern day Nationalism in much the same way as contemporary Anarchism is connected to Socialism. Anarchists like Bakunin and Kropotkin had the same agenda as the rest of the Socialist labour movement: to change radically the economic distribution within society and thus create an economically egalitarian society. Their means of reaching these goals, however, was different. In much the same manner National-Anarchists aim to create a society build upon traditional Nationalistic principles of Ethnic sovereignty, solidarity and self-sufficiency. But the National-Anarchist way of achieving this kind of society is different from that of the typical modern Nationalist.

National-Anarchist is, like the classic Anarchists, against authoritarianism and sees personal freedom as the most important principle in the world - thus rejecting the State and authoritarian organisations as a means of reaching a Nationalist society. National-Anarchism is therefore in opposition to the ideas currently dominating the nationalist scenes and which aim to seize State-power and push through the Nationalist ideals through force.

National-Anarchists realise that true Nationalist sentiment* must flow from the masses to the elite and not the other way around.

The National-Anarchist thus aims to create a kind of popular Nationalism in which the culture of his/her Nation is kept alive through a living, vibrant interest in the public for the culture of the Nation rather than through artificial State-support: A popular Nationalism in which people freely decide to indulge in their own culture.

National-Anarchism is, of course, not just an ideology that focuses on internal politics. To the ideology belongs also an idea of how to handle international relations and solve international problems. Going in-depth with this would make this text too long but basically National-Anarchists aim for an international system built on traditional Nationalist principles of sovereignty for all people and Anarchist ideas of a world of small, self-governing and self-sufficient political units.

Some might say that that such a combination cannot work as Anarchism and Nationalism cannot work together**. Upon further reflection I am confident, however, that most people will see that several things in fact relate Nationalism and Anarchism to one another. First and foremost both deologies are freedom-based. While Nationalism concerns itself with the freedom of the national group, Anarchism concerns itself with the freedom of the individual.

According to the National-Anarchist idea these two forms of freedom - national and individual - can be combined: even more so they are each other’s preconditions! No group can be truly free if the individuals of that group are not free, because no individual who has a true, emotional attachment to a group feels free unless the group as a whole is free. Therefore any struggle for the freedom of a group - be it National, Religious, labour or otherwise - must at the same time be a struggle against general oppression for the freedom of the individual: from the liberation of the group should immediately stem the emerging of a decentralised society with local and individual self-determination. Therefore Anarchism and Nationalism compliment each other excellently!

By Darksphere


NOTES

*Nationalistic sentiment here meaning the pride in and interest for one's background - not national-chauvinist hatred or contempt for others!

**If, indeed, you can talk about a combination as the Anti-Authoritarian Nationalism we are referring to here as National-Anarchism is in fact much older than both Anarchism and the ‘nineteenth century-type’ pro-State ideology which is today associated with the term Nationalism.

EL BALANCE DE LA NUEVA DERECHA - Tomado de "El Arqueofuturismo" de Faye

¿Por qué abandoné brutalmente la Nueva Derecha y su ariete esencial, el GRECE[1], en 1986? La respuesta es extremamente simple. No, no he sido reclutado por la CIA; no, no estoy loco, ni he sido picado por un mosquito que cantaba rock n’roll. Fue, en primer lugar, porque una serie de proyectos profesionales me prohibían continuar a animar, como militante, las actividades del GRECE; segundo, porque pensaba que el tono y la orientación general del movimiento perdieron su dinamismo y se transformaron en una capilla y una asociación de viejos amigos. Tercero, porque la Nueva Derecha seguía unas vías ideológicas con las cuales estaba cada vez más disconforme, que implicaban su marginalización a pesar de la calidad –siempre verificable-, de los talentos disponibles, sin que pudiera modificarse la línea. Doce años después, mi diagnostico se ha verificado: la influencia de la Nueva Derecha ha decaído con fuerza. ¿Por qué?

El diagnostico: una caída de notable influencia

La revista “Éléments”, cuyos números, antiguamente, constituían un acontecimiento ideológico y escandalizaban a la “gran prensa”, es hoy objetivamente confidencial, ignorada por el gran público culto y por los verdaderos mensajeros. Del mismo modo, los coloquios parisinos ya no son, como lo fueron en los ochenta, mediatizados. Y aunque tengan el mismo número aproximado de asistentes, ¿no son sino reencuentros nostálgicos de una asociación de antiguos combatientes?. Dudo, por otra parte, que, como en los ochenta, el GRECE pueda organizar en las grandes ciudades de Francia y de Bélgica conferencias y seminarios que puedan llenar salas enteras. El único ejemplo reciente de la notoriedad de la ND[2] en el debate publico –al través de la revista teórica Krisis- se ha realizado en torno a la cuestión de las imposturas del arte contemporáneo, problema central, que escandalizó a los pequeños maestros subvencionados, artistas-gigolós del arte nulo oficial. Desgraciadamente, esta notoriedad fue pasajera e insuficiente, y en el fondo muy poco sentida por el gran público, al contrario de las encendidas polémicas que suscitábamos sobre los temas centrales, hasta mediados de los ochenta, difundidas desde los Estados Unidos hasta la URSS.

Hoy, los textos de la ND, incluidos los más interesantes, se difunden en un medio restringido de fieles, a pesar de las tonterías inesenciales, vacías y bienpensantes de los Ferry, Serres o Comte-Sponville, o los cretinismos de un Bourdieu, las falsos llantos de un Bernard-Henri Lévy sin talento –todos ellos pequeños clérigos mediatizados y esponsorizados por el totalitarismo –soft-ambiental- se extienden con la insolente suficiencia de los imbéciles. Es una derrota. Pero cuando se ha perdido una batalla, no se ha perdido necesariamente la guerra.

Conclusión: la ND ha sido relegada a la periferia del debate. Desgraciadamente, ahora está encerrada en un ghetto ideológico. Ya no se ve a sí misma como una central de difusión de energías que permitiría detentar un poder, sino como una “empresa” de ediciones y de conferencias con ambición limitada. Esta marginación tiene causas exógenas (de un medio hostil o indiferente) y endógenas (nacidas en el interior del mismo movimiento). Las razones endógenas son las más determinantes. Se puede triunfar después de una derrota pasajera, si se la reconoce, si se la analiza. La ambición está moldeada de modestia. No se puede avanzar sin criticas. El que acusa sistemáticamente a los otros para esconder la realidad de sus fracasos, no merece vencer. Es natural que el enemigo os ahogue y que las circunstancias os sean hostiles. Exorcizar la realidad, practicar la moral de la intención y no la de las consecuencias, son errores fatales. Con argumentos irrealistas: “Tú lo sabes, en los coloquios hay tantas personas como en el pasado”; “Hay muchos jóvenes en la Universidad de Verano”. ¡Joder! Tenemos que parar de formular autosatisfacciones que no son sino simulaciones. Tenemos que aceptar, sin polémicas estériles, la autocrítica positiva. Las cuestiones son: ¿por qué la Nueva Derecha, dotada de un arsenal ideológico impresionante, ha decaído objetivamente? ¿Estamos ante una decadencia definitiva o ante un momento difícil, pero susceptible de un nuevo arranque?¿Cómo proceder?

Voy a intentar responder a estas preguntas. Pero antes, dos observaciones.

La primera: nadie en el “mundillo europeo” de lo que es posible llamar la “derecha ideológica” ha conseguido todavía volver a tener la influencia intelectual que tuvo la ND entre los años 75 y 82; el único candidato a la sucesión es el movimiento de pensamiento paneuropeo “Synergies” animado, entre otros, por Robert Steuckers y que me parece estar en la buena dirección, ya que formula unos objetivos ambiciosos. Pero la partida no está ganada todavía.

Segunda observación: en el año 1998, la única influencia realmente palpable de la ND en la publica societas procede de los tránsfugas de “esfera Nueva Derecha” al seno del Frente Nacional[3]. Ellos modificaron el discurso del Frente en un sentido antiamericano, lo cual constituyó una verdadera revolución mental en la galaxia del nacionalismo francés. De otra parte, la influencia de la ND hubiera sido legible en la formulación de una hostilidad cultural y económica sensible a la americanización (la “excepción francesa”), hostilidad al final poco eficiente si se tiene en cuenta la cobardía de los dirigentes políticos. A parte de esto, el impacto ideológico concreto de la ND ha resultado arto estrecho.

A partir de 1986, sentía que faltaba el ardor militante y que el espíritu de capilla y el romanticismo literario pagano primaban sobre la voluntad histórica. Adivinaba que el objetivo principal no era ya la escuela de pensamiento, la influencia ideológica concreta, la formulación de un pensamiento radical de ruptura bajo la forma de “ideochoques”, sino un cierto intelectualismo elegante y el encierro en una “comunidad”, realidad noble si se apoya sobre una potencia ya construída, pero desmoralizadora si se reduce a la tautología de una capilla.

Tenemos que analizar las causas de esta decadencia –menos de diez años-, más rápida que la de la difunta Action Française[4]... ¿Cómo y por qué el principal movimiento ideológico alternativo europeo de la Postguerra Mundial había resultado, finalmente, un simple cometa? ¿Qué conclusiones podemos extraer de esta decadencia? ¿Qué hacer ahora? ¿Es posible reconstruir esta fuerza perdida?

Al final, nadie sabrá, en la historia futura, lo que quedará de la masa de textos producidos por la ND y su esfera de influencia. En el futuro, habrá, necesariamente, consecuencias, relecturas. ¿Quizás una revolución en el año 2050? Pero guardemos nuestro seriedad, hablemos de nuestro tiempo, antes de reflexionar en las soluciones para una refundación.

Si desea continuar leyendo pinche aquí: http://www.red-vertice.com/disidencias/

EL ARQUEOFUTURISMO

EL ARQUEOFUTURISMO
(Capítulo 2)

Guillaume Faye
SOBRE UN CONCEPTO SUBVERSIVO:

EL ARQUEOFUTURISMO COMO RESPUESTA A LA CATÁSTROFE DE LA MODERNIDAD Y ALTERNATIVA AL TRADICIONALISMO

A Giorgio Locchi y Olivier Carré. In memoriam.



I ) El método: el pensamiento radical

Solamente es fecundo el pensamiento radical. Porque, solo, puede él crear conceptos audaces que rompan el orden ideológico hegemónico y permitan salir del círculo vicioso de un sistema de civilización que está fracasando. Para hablar como el matemático René Thom, autor de la Teoría de las Catástrofes, únicamente los “conceptos radicales” pueden hacer caer un sistema en el caos –la “catástrofe” o cambio brutal de estado- con el fin de dar a luz a otro orden.

El pensamiento radical no es “extremista”, ni utópico, sino anticipador del futuro, porque rompe con un presente carcomido.

¿Es revolucionario? Hoy, tiene que serlo, porque nuestra civilización está viviendo el fin de su ciclo y no un nuevo desarrollo, y porque ninguna escuela de pensamiento se atreve a ser revolucionaria tras la caída final de la tentativa comunista. Sin embargo, tenemos que proyectar otros conceptos civilizacionales, vectores de historicidad y de autenticidad.

¿Por qué un pensamiento radical? Porque va hasta la raíz de las cosas, es decir “hasta el núcleo”: cuestiona la cosmovisión sustancial de esta civilización, el igualitarismo, porque este último, utópico y obstinado, está conduciendo a la humanidad hasta la barbarie y el horror económico, a través de sus contradicciones internas.

Para actuar sobre la Historia, se tienen que crear tormentas ideológicas, frente –como lo vio muy bien Nietzsche- a los valores , fundamento y esqueleto de los sistemas. Hoy nadie lo hace: es la primera vez en la Historia que la esfera económica (TV, mass-media, videos, cine, industria del espectáculo y de la distracción) posee el monopolio de la reproducción de los valores. Conclusión: una ideología hegemónica, sin conceptos ni proyectos imaginativos de ruptura, pero fundada sobre dogmas y anatemas.

Únicamente un pensamiento radical permitiría a unas minorías intelectuales crear un movimiento, sacudir el mamut, mover a la sociedad y al orden del mundo mediante electrochoques ( o “ideochoques”). Pero este pensamiento tiene sin falta que escapar al dogmatismo y cultivar, por el contrario, el reajuste permanente (“la revolución dentro de la revolución”, única intuición maoísta justa); tiene también que preservar su radicalidad de la tensión neurótica de las ideas fijas, de las fantasías oníricas, de las utopías hipnóticas, de las nostalgias extremistas o de las obsesiones delirantes, riesgos inherentes a toda perspectiva ideológica.

Para actuar sobre el mundo, un pensamiento radical tiene que articular un corpus ideológico coherente y pragmático, con distanciamiento y flexibilidad adaptativa. Un pensamiento radical es, en primer lugar, un cuestionario, pero nunca una doctrina. Lo que se propone tiene que ser declinado sobre el modo del “¿y si?” y no del “hay que”. No le gustan los compromisos, las sabidurías falsas “prudentes”, la dictadura de los “expertos” ignorantes ni el paradójico conservatismo (el statuquoismo) de los adoradores de la “modernidad” que la creen eterna.

Última característica de un pensamiento radical eficiente: aceptar la heterotelía, es decir, que las ideas no conducen necesariamente a los hechos deseados. Un pensamiento eficiente tiene que reconocer que solamente es aproximátivo.

Se zigzaguea, se adaptan las velas según los vientos, pero se sabe adónde se va, hasta qué puerto. El pensamiento radical integra el riesgo y el error, propios a todo lo que es humano. Su modestia, impregnada de dudas cartesianas, es el motor de su potencia de puesta-en-movimiento de los espíritus. Ningún dogma, pero mucha imaginación. La imaginación al poder, con una brizna de amoralismo, es decir de tensión creativa hasta una nueva moral.

Hoy –en la linde de este Siglo XXI, que será un siglo de hierro y de fuego, cargado de amenazas verdaderamente mortales para la entidad europea y también para la humanidad, aunque nuestros contemporáneos estén lobotimizados por la soft-ideología y la sociedad del espectáculo- cuando, frente a nosotros, explota un vacío ideológico atronador, un pensamiento radical es por fin posible y puede triunfar, con el fin de proyectar nuevas soluciones, impensables hace poco tiempo.

Las intuiciones de Nietzsche, de Evola, de Heidegger, de Carl Schmitt, de Guy Debord o de Alain Lefèbvre, las de la inversión de los valores, son posibles hoy, como la filosofía del martillo nietzscheana. Nuestro “estado de civilización” ya está listo. No era este el caso en un pasado reciente, cuando la pareja moderna Siglo XIX-Siglo XX incubaba su infección viral sin todavía sufrirla.

De otra parte, tenemos que rechazar enseguida el pretexto según el cual un pensamiento radical sería “perseguido” por el sistema. El sistema es tonto. Sus censuras son permeables y torpes. Únicamente reprime las provocaciones folkloristas y las torpezas ideológicas.

En el seno de la clase intelectual europea oficial y establecida, el pensamiento es un convencionalismo mediático y una bolsa de dogmas igualitarios machacados. Por temor a infringir las leyes de lo “políticamente correcto”, por déficit de imaginación conceptual, o por ignorancia de los problemas reales del mundo presente.

Las sociedades europeas, hoy en crisis, están listas para ser traspasadas por unos pensamientos radicales determinados, armados con un proyecto de valores revolucionarios y de una contestación completa, pero pragmática y no utópica de la civilización mundial actual.

Un pensamiento radical e ideológicamente eficiente, en el mundo trágico que se está preparando, podría aliar las calidades del clasicismo cartesiano (principios de razón y de posibilidad afectiva, de examen permanente y de voluntarismo crítico) y del romanticismo (pensamiento fulgurante, emocional y estético, audacia de las perspectivas), a fin de unir en una coincidentia oppositorum (coincidencia de los opuestos) las calidades de la filosofía idealista del “sí” y de la filosofía critica del “no”, como hicieron Marx y Nietzsche con su método de la “hermeneútica de la sospecha” (inculpación de los conceptos dominantes) y de “inversión positiva de los valores”.

Un pensamiento tal que alíe audacia y pragmatismo, intuición prospectiva y realismo observador, creacionismo estético y voluntad de potencia histórica, tiene que ser “un pensamiento voluntarista concreto, creador de orden”.

CONTINÚA: http://www.red-vertice.com/disidencias/arqueofut2.htm

EL EJERCITO EN EL PENSAMIENTO NR

EL EJERCITO EN EL PENSAMIENTO NR

La mayoría de los camaradas NR con más de 40 años han pensado en algún momento en el Ejército, ya sea como posible profesión, o al menos como algo que debía ser 'distinto' y de alguna manera atrayente. Incluso tras la conversión del Ejército en algo mucho menos atractivo, cuando se han perdido la mayor parte de las virtudes militares auténticas, sigue ejerciendo un cierto atractivo sobre los jóvenes camaradas.
Fuí alférez de complemento y al acabar mi periodo obligatorio estuve a punto de reengancharme un año más para llegar a ser teniente. Debido a tener novia y querer casarse no pude realizar este proyecto.
Este es casi exclusivamente el mayor interés del tema: precisamente la atracción que sienten los jóvenes camaradas en esta institución. Es preciso entender tanto las razones como las consecuencias, y las funciones que debe tener el Ejército en una Alternativa al Sistema, de forma que se reestablezca la posición lógica de 'lo militar' dentro de la cosmovisión NS.
QUE SON LAS FUERZAS ARMADAS
La necesidad de la Fuerza como medida para lograr y mantener el Poder es algo tan antigüo como la Humanidad, porque es ya evidente en la Naturaleza en general, no sólo en la humana.
El que crea que sin disponer de la fuerza se puede mantener el Poder es un iluso.
Por tanto desde antigüo las élites que buscan el Poder han ido organizando formas para dominar la fuerza. Unos mediante el sistema de hacerse ellos mismos parte de la fuerza, o sea convertirse en líderes militares, otros dominando esa fuerza, ya sea con el dinero, con las ideas, con supersticiones o religiones, o como sea.
Mientras la guerra fue un acto de minorías, o sea, fue un hecho que se desarrollaba entre castas militares, sin que el pueblo en global se viera involucrado en forma activa (desde luego siempre estuvo afectado en forma pasiva!), lo militar y el Poder estuvieron absolutamente identificados en la pertenencia a la casta dirigente, complementada por los mercenarios. Dinero y casta era la base de las Fuerzas Armadas.
Pero ya bajo los romanos (en su etapa Republicana) se puede ver la primera versión de un Ejército a las ordenes de Leyes, de Instituciones, aunque el caso es casi único en la Historia Antigüa. La Legión romana no era un cuerpo puramente mercenario ni obedecía a una 'casta', fue ya un Ejército popular y obedecía a una Institución Nacional romana, el Senado, que dictaba sus mandos y ordenes.
Es en ese momento en donde se ve la diferencia que marca al Ejercito Popular frente a los Ejércitos personales o de casta (que sirven al interés de uno o varias personas, no a una idea o una Institución legal).
A partir del siglo XVIII aparece otro gran cambio: la popularización de la guerra. Las guerras se hacen globales, ya no lucha un ejército contra otro sino un pueblo completo contra otro, todo se incluye en la guerra, la potencia de la lucha se hace total, nada queda fuera de la guerra. Y eso lleva al alistamiento obligado permanente, incluso en tiempo de paz (algo inaudito hasta esa fecha).
Esa popularización del Ejército lleva a otro problema: hasta esa fecha el Poder usaba el Ejercito como medio de defensa externa pero también para dominio interno. Las tropas mercenarias o la casta noble podían perfectamente ser usadas para reprimir sublevaciones populares o para aplicar la fuerza en el orden interno.
Cuando el Ejército se hace popular esto empieza a ser un problema. Por eso se crean cuerpos especiales, policía militarizada. Ya los Emperadores Romanos desconfiaban de las Legiones para el trabajo interno en Roma, y crearon la Guardia Pretoriana mercenaria para esa labor.
De la misma forma los regímenes posteriores a la popularización del Ejército han usado tropas políticas, o tropas mercenarias para el orden interno. De ahí aparece el nombre de Fuerzas Armadas. La FFAA se componen del Ejército para la Defensa Externa y de las fuerzas militares y policiales de uso interno, que por su número y fuerza llegan a ser realmente importantes.

¿DONDE ESTA LA MISTICA MILITAR?
Sólo tras haber entendido perfectamente el apartado anterior podemos abordar el comprender porque los camaradas y la gente ve en 'lo militar' algo especialmente cercano a nuestra forma de ver la vida.
Es evidente que formar parte de la Fuerza que sustenta a un Poder no es en sí mismo ninguna característica éticamente importante, o al menos no más importante que otros servicios. Más aun, si se forma parte de una fuerza al servicio de una basura moral gobernante es más bien una actividad anti-ética.
Y desde luego formar parte de una fuerza mercenaria aun menos puede presentarse como algo especialmente valioso. Al fin y al cabo lo militar es actualmente, más aún que antes, una actividad básicamente sustentada en el sueldo, mercenaria por tanto.
Ser fuerte o usar armas es evidentemente algo que puede gustar, pero no es nada místico. Puede ser 'divertido' para cierto tipo de personas, puede satisfacer algunas vocaciones orientadas a lo violento, pero no es eso nada que dé valor ético.
Evidentemente para disponer de un ejército eficaz es preciso cultivar virtudes como la disciplina y la decisión, pero también es un gran valor mantener 5 hijos y requiere buenas dosis de disciplina llegar a ejecutivo o acabar los estudios de ingeniería. No es esa la fuente de la mística militar, aunque tiene una parte en su mérito.
En realidad la llamada mística militar se basa en la ilusión en participar de la idea de CASTA guerrera, o sea en la ilusión de que de alguna manera se forma parte de aquellas élites militares de antaño, que unían a la milicia toda un estilo de casta, toda una tradición de servicio de armas, donde la Fuerza militar era solo una parte externa de una Fuerza interna. Los militares hasta 1945 eran aun ,en parte, una casta y de alguna forma tenían ese orgullo de case.
En España bajo el régimen de Franco esa casta duró algo más, con sus defectos y virtudes, como todas las élites en decadencia, pero a la postre con su orgullo y sus reglas. Borrachos aveces, gandules otras, poco dados a sutilezas, muchas cosas se podrían decir de aquellos militares, pero tenían casta, eran algo más de profesionales de las armas, tenían unos pocos conceptos de casta fijados en su mente de forma indeleble. Por eso usaban aún sable o llevaban un uniforme incómodo pero clásico, había algo que aún los unía a la casta militar de antaño.
La mística militar está precisamente en parecerse, en pertenecer un poco, a aquella élite místico-militar de antaño, la que moría por el honor y se batía por una dama, mientras los gañanes y burgueses sólo se preocupaban del dinero o de ensuciar sus manos en el trabajo manual. Podían morir por una duda en su dignidad pero no podían cultivar nabos.
Esa Casta tenía una componente ética y vitalista, una idea de honor, de valor y gloria, que sin duda aun atrae mucho a los jóvenes NR. No es el Ejército por ser tal, sino como espejo de aquellas virtudes e ideas de la Casta militar.

EL EJERCITO EN LOS FASCISMOS
Si se lee el Mi Lucha puede verse claramente que Hitler no da al Ejército la más mínima importancia política, no dedica un sólo capítulo a ese tema, no deja en manos de los militares ningún principio político ni director, y realmente no se ocupa en nada de ellos.
El punto 22 del NSDAP indica que 'exigimos la abolición del Ejército Mercenario y la formación de un Ejército nacional', lo que demuestra el nulo aprecio que sentía por la organización de 'junkers' militaristas alemanes.
En un libro como 'Los nazis hablan' se puede ver opiniones de casi todos los temas del Partido NS, pero no sobre el Ejército como tal. En realidad para el Nacionalsocialismo el Ejército es sólo un instrumento al servicio de la Idea revolucionaria, nada más.
Mientras que si nos vamos a la Falange ,o al fascismo en general, vemos que la situación es muy distinta.
El punto 4 (no el 22...) de la Falange es un montón de elogios y mística para el Ejército, que 'debe lograr la jerarquía mundial que corresponde a España' y al que se le dará 'la dignidad que merece y haremos ,a su imagen, que un sentido militar de la vida informe toda la existencia española'.... el Fascismo ve en el ejército una imagen de su esencia y quiere militarizar al pueblo, pero además ve en la Fuerza Armada el instrumento de expansión para su Imperio, idea mística de poca lógica pero mucho sentimiento, que anida en la base ilógica del fascismo.
El militarismo está en la base del fascismo pero en absoluto en la visión revolucionaria del NS.
El fascismo tuvo siempre una base derechista-imperialista, reaccionaria, que da a la fuerza y a la violencia el valor de razón suficiente, de base ética. El Nacionalsocialismo quiere una revolución política, un cambio de concepción del mundo, y el Ejército tiene como misión la defensa de ese Nuevo Orden, es un servidor de la revolución, no su inspirador ni su regente.
Para la revolución NS esa mística debe encontrarse en una nueva lucha, en una revolución política contra el dinero y la basura moral, en una nueva casta racial y política. El Ejército servirá a esa causa, no la dirigirá. Mientras para el fascismo el Ejército sigue siendo su ideal, siguen buscando volver a la casta militar globalizada a todo el Partido y el Estado. El NS es una revolución para el futuro, el fascismo es un intento de volver al pasado tradicional.

LAS MISIONES DE LAS FUERZAS ARMADAS
Ya hemos visto por su origen que su misión es:
Servir como Fuerza del Sistema imperante, del Gobierno como portavoz del Sistema, frente a enemigos externos e internos. A los enemigos del Gobierno, no de la Nación. O mejor: el Gobierno define quienes son los enemigos de la Nación.
Esta es la realidad, lo demás ,las frases altisonantes y las Constituciones son pura palabrería. Las FFAA sirven al Sistema, sea cual sea éste. Sólo cuando el Sistema entra en crisis, cuando hay graves problemas, el Ejército y las FFAA pueden plantearse cambiar de dueño, pasar a ser la Fuerza de otro Sistema.
Según la Constitución española las FFA tienen como misiones (art 8.1):
. Garantizar la soberanía e independencia de España.
. Defender su integridad territorial.
. Defender la Constitución.
Desde luego todo esto es pura farsa, las Fuerzas Armadas sólo tienen una misión: hacer lo que les ordene el Gobierno.
Por ejemplo, si el Gobierno decide ceder la soberanía ,parte de ella, a la CEE, y si nuestra independencia se pierde para cederla al FMI (en materia monetaria ni más ni menos), o al Banco Mundial, etc... ningún militar dirá nada. Si mañana el Gobierno cede Melilla a Marruecos los militares callarán. Y si el Gobierno saca una ley anticonstitucional pactada con todos los partidos importantes, también callarán.
Pero si hubiera un partido de masas que fuera contra el Sistema y el Gobierno le acusara de ilegal y ordenara a las tropas disolver las centrales de ese Partido, pues las FFAA obedecerían.
Las FFAA son solo un peón del Gobierno, simplemente, ya no tienen, desde hace tiempo en toda Europa es así, una mentalidad ni una idea propia, son funcionarios, son asalariados que obedecen al que paga.

EJERCITO Y SISTEMA
Si entendemos esto claramente y nos olvidamos de las utopías, es cuando entenderemos que cada Sistema intenta formar una base militar acorde a sus principios, de forma que se limite lo más posible cualquier intento de imponer por la Fuerza un Sistema distinto al que debe defender, o sea cambiar de dueño. Los comunistas liquidaron totalmente al ejército anterior y lo sustituyeron por una casta política comunista. Los nacionalsocialistas intentaron ganarse al militarismo alemán, cosa que consiguieron solo parcialmente, pero a la vez formaron una casta militar NS aparte, las SA y las SS.
Las cosas eran más complejas para el sistema demoliberal. Para ellos el ejército era algo repugnante, en realidad sentían asco por lo militar, eran la anti-casta militar, los comerciantes y barrigudos cobardes de la palabrería, los demoliberales son la pura expresión de los valores contrarios a la casta militar original, por ello su relación con el Ejército era compleja: no podían ignorar su necesidad, pero les repugnaba su existencia y estilo, odian su base y desprecian sus virtudes básicas.
La solución era clara, ya la habían tenido algunos regímenes bancarios, comerciantes y burgueses de la Italia mediaval: los mercenarios.
Una empresa de Defensa, no un Ejército, este es el ideal demoliberal. Una empresa donde funcionarios eficientes dirijan máquinas eficientes, que proporcionen la Fuerza necesaria por el Gobierno en donde se les pida. Los militares actuarán pues SOLO por dinero, la vida militar debe ser normal, eliminar todo exceso y profesionalizar sus metas. Cursos, maquinarias, eficiencia y sueldos, nada de ideas ni de sentimientos, nada de honor ni de casta.
Y por otro lado los sistemas demoliberales han inflado enormemente las fuerzas del Orden Público. Los demoliberales han organizado auténticos ejércitos paralelos de mercenarios policiacos, pues para el capitalismo el problema es la represión de cualquier intento revolucionario anticapitalista, no la Defensa Exterior. Hoy en día las fuerzas de la policía y orden público son casi tan numerosas, y aveces más, que el propio Ejército.

LA DEFENSA EXTERIOR
Sin duda una defensa exterior eficaz exige el profesionalismo de sus componentes. Eso es algo evidente y que debe ser aceptado de forma clara por todos.
Las tropas obligadas de leva no son útiles más que como auxiliares para un eje mecanizado y tecnificado. Miles de marinos no sirven de nada frente a una tropa profesional que sepa manejar un barco moderno. Y un carro actual no se maneja en 5 meses de prácticas, ni siquiera ya se puede lograr que tropas con un año de permanencia puedan estar preparadas al manejo de los sistemas bélicos modernos de una compañía de infantería auténticamente eficaz.
En modo alguno el NS implica defender un ejército numeroso e ineficaz de cientos de miles de soldados mal preparados. Ni aumentar el tiempo de servicio a 3 o 4 años para poder prepararlos bien!.
Existe una cierta tendencia al sadismo de algunos militaristas, que quieren obligar a todos a servir en el ejército, como si ello fuera un 'trágala' para los no militaristas. Hay que olvidarse de este tema, el Ejército como sistema de defensa exterior es algo que ya ha superado el ámbito de lo 'amateur'.
Ahora bien, una defensa externa a largo plazo, o sea una defensa ante una agresión larga y profunda, en la que se haya perdido la primera batalla, la de los medios técnicos, exige al mismo tiempo una participación global del pueblo. Todos sabemos que hoy en día la guerra es algo total, no implica ya sólo a las élites militares. Si existe el peligro de una guerra de dominio, la defensa es algo de todos. Por ello es preciso disponer de un Plan de Defensa Global que implique a todos los ciudadanos.
Ese Plan de Defensa Global sólo tiene sentido si las condiciones externas asumen ese riesgo. Y debe basarse en la militarización progresiva de una base popular. Por ello debe existir una base de personas no profesionales que estén preparadas para poder ser militarizadas en caso de necesidad progresiva.
En USA se llama Guardia Nacional, en Suiza se forma mediante llamamientos periódicos de todo el pueblo a temporadas de militarización, y para los NS se basa en la existencia de un Frente del Trabajo, un Servicio de Trabajo Social permanente y obligado.
Actualmente hay una gran mentira en el ejército: los objetores de conciencia. Solo una minoría ínfima son objetores de conciencia, la mayoría son objetores de servir a la comunidad. El motivo de la objeción es mayoritariamente no querer perder tiempo para poder lo antes posible ganar dinero en beneficio propio. El egoismo y la falta de sentido popular socialista es la base de la objeción de conciencia.
Si una persona realmente no quiere usar armas no debería darsele armas, pero hay miles de puestos de alto riesgo sin armas. Ser camillero de primera línea, o mensajero o construir puentes, ect son misiones no armadas de alto riesgo. Cocinar o la intendencia no exigen armas.
Trabajar para la comunidad limpiando bosques no es un servicio armado. Sin embargo la mayoría de los objetores les fastidia enormemente cualquier tipo de servicio popular, sea armado o no.
Curiosamente los socialistas, tan comunitarios en lo económico, odian más que nadie crear un servicio comunitario de trabajo. Son individualistas totalmente y les repugna el trabajo socialista comunitario. Proponed en el PSOE la creación del Servicio Social Femenino, nada armado ni violento, simplemente unos meses de trabajo comunitario de las mujeres, y vereis la reacción, os llamaran fascistas. Pero sólo se trata de un trabajo comunitario, socialista!.... entonces podreis ver el origen del problema: el odio judío y del sistema a todo lo comunitario, el individualismo feroz del capitalismo.

EL FRENTE DEL TRABAJO
La base de nuestra visión revolucionaria es comprender que exigimos a todos, mujeres y hombres, curas o millonarios, un tiempo de su vida dedicado a la Sociedad. No a las armas, sino a la Sociedad. No se trata de matar o luchar sino de SERVIR a la comunidad en trabajos gratuitos. No se trata de pagar impuestos sino de servir PERSONALMENTE A LA COMUNIDAD.
No hay objeción de conciencia en este servicio pues no existe necesidad de llevar armas ni de usar la violencia, sino de servir gratuitamente y comunitariamente al bien común. No hacerlo implica estar fuera de la comunidad popular, y por tanto no poder participar de los derechos de formar parte del pueblo.
Bastaría crear este espíritu de servicio comunitario para cambiar muchas cosas en nuestra sociedad. Bastaría que las personas de todas las clases se unieran periódicamente para limpiar el barrio, para plantar bosques o cuidar niños pequeños, para adecentar los lugares de trabajo o reparar daños catastróficos, ayudar a inválidos y alegrar la vida a gente con problemas, bastaría ese trabajo comunitario, ese contacto de unos con otros en un sentimiento de comunidad, para luego cambiar todo el la vida normal de la gente.
El individualismo y el egoismo materialista es la base del Sistema, por eso odia a muerte la creación de un Trabajo Comunitario no renumerado y orientado a crear sensación de pueblo unido.
Atención: Nuestra lamentable Constitución, por un error supongo, dice en el Art 30.3que 'se podrá establecer un servicio civil para el cumplimiento de fines de interés general'. Por tanto no es anti-constitucional promover un Frente de Trabajo tal como pedimos.
Pero además una parte de se Frente podría estar más o menos preparado para ser la columna de una movilización masiva producida por un problema grave de seguridad.
El Somaten era, por ejemplo, una institución tradicional catalana orientada al orden público, voluntaria y civil. La democracia no sólo la prohibió sino que la condenó expresamente en la Constitución.
Los Comités de barrio para la defensa contra la droga o para cualquier cosa, son siempre el enemigo nº 1 del Sistema. Toda movilización popular ,sea cual sea su objetivo, es algo peligroso al Sistema, que prefiere pagar ese servicio a entes mercenarios. En una palabra, el ciudadano puede pagar pero nunca actuar. Este es el mensaje del sistema demoliberal.
Por ello también está prohibido en la Constitución burguesa actitudes 'paramilitares', o sea cualquier distinción civil que quiera semejarse al estilo y casta militar. El Sistema anula la casta militar por un funcionariado mercenario, pero además prohibe que los civiles intenten generar ese mismo estilo de casta militar. No por miedo a su poder militar, pues civiles no armados poco tienen que hacer, sino por miedo al espíritu que los sustentaría.
En vez de favorecer el estilo militar entre los civiles, como una forma de arraigar las virtudes militares en el pueblo, las prohibe de forma rigurosa, y las desprestigia todo lo que puede entre sus mercenarios. El Sistema pide eficacia técnica, pero sin espíritu alguno fuera del deseo de sueldo mercenario.

NUESTRA PROPUESTA
Los NS proponemos una alternativa al sistema militar actual absolutamente lejana al militarismo, condenando totalmente la militarización de la sociedad.
. Un Ejército profesional pequeño en número y altamente tecnificado. Este ejército mercenario debe centrarse exclusivamente en garantizar la seguridad exterior, y no debe tener peso alguno en las decisiones del Gobierno.
. Unas fuerzas policiales reducidas, compensadas por una ley rápida, dura y directa. Poca policía pero eficiente. Pocas leyes pero que se cumplan sin contemplaciones. El Orden Público no se basa en cordones de policías jugando al ratón y al gato con los delincuentes o alborotadores, sino en la eficacia para detener a los culpables y eliminar el problema antes de que se convierta en algo grave.
. Una fuerza civil obligatoria de trabajo comunitario. Y dentro de este servicio, un servicio paramilitar voluntariamente elegido, dirigido por una voluntad política de servicio, que permita una formación mínima suficiente para ser la base de un ejército de masas movilizado rápidamente en caso de necesidad.
. Una clara doctrina política de promover el orgullo de participar en la defensa y en el trabajo comunitario. Todo el poder política debe ser unánime en apoyar la participación popular voluntaria en la defensa y en los trabajos comunitarios. No hay cabida a las actitudes antisocialistas e individualistas, en las quejas por comodidad y egoismo. Quien no sirve al pueblo no forma parte del pueblo, por tanto debe salir de su Patria.
Luchamos por una comunidad popular, el ejército no es el eje del pueblo, ni debe mandar ni debemos militarizarnos. El ejército es una necesidad, no un objetivo. Lo que es un objetivo es lograr un espíritu socialista y comunitario.

¿SER MILITARES?
Como escribió J. Mota en un folleto 'El Ejército' ,editado en Cedade, el primer consejo es NO hacerse militar, sino militante en un grupo NR.
Ser militar actualmente no tiene gracia alguna desde nuestra ideología, es una profesión más, pero un profesión en la cual se prohibe hacer política, de prohibe ser NR y luchar por nuestras ideas, una profesión que exige abandonar la verdadera lucha, la realmente 'militar', para servir como fuerza prestada de la decadencia ética y moral del Sistema demoliberal.
No es que no se 'pueda' ser militar y NS actualmente, claro que es posible, lo que pasa es que no es recomendable para los camaradas jóvenes nuevos hacerse militares, es mucho más útil para la revolución que luchen desde la vida civil, con mucha más libertad de acción.
Los jóvenes revolucionarios deben evitar hacerse militares pues allí no podrán actuar como debieran, pese a que sin duda el Ejército, pese a sus problemas, sigue siendo un ente menos podrido que la sociedad civil... pero mucho más dominado y obediente al Sistema, precisamente porque el Sistema odia al Ejército.

EL GOLPISMO
Otro de los motivos de las simpatías de los NR hacía el Ejército es la tentación golpista. Dado que una parte de la oficialidad de los ejércitos suele estar más cerca de las ideas 'nacionalistas' que el resto de la sociedad, en momentos de crisis fuerte es fácil pensar en una tentativa golpista.
Hay paises en que esa tentación es mucho más fuerte, por tradición intervencionista de sus ejércitos en el poder civil por ejemplo en sudamérica.
En España la crisis de UCD, apoyada por la tradición franquista del ejército, favoreció un intento golpista. En sudamérica el golpismo siempre se apoyó en el anti-comunismo, en un ejército que pretendía acabar con la guerrilla marxista o con el malestar popular, con las protestas frente a la opresión capitalista. Por ello los militares también acabaron con regímenes nacionalistas y populistas como el de Perón.
Básicamente el golpismo es un desastre, incluso cuando funciona y triunfa el golpe.
El golpismo puede ser una solución temporal ante una situación extrema de desastre nacional, pero debe durar lo menos posible. El Gobierno deben llevarlo civiles, políticos revolucionarios ,gente cercana al pueblo ,y los militares deben obedecer al poder político. Un golpe puede dar el poder a políticos revolucionarios, pero lo que no debe nunca es auto nombrarse gobierno.
Franco fue un ejemplo: 40 años de gobierno de los militares no duró un mes tras la muerte de Franco, pero es que además no dejó ni rastro, ni sombra de su presencia.
El gobierno militar no forma mandos políticos, no deja crear movimientos políticos ni siquiera de sus ideas, con lo cual el fracaso a largo-medio plazo es total.
Tras años de golpismo en Hispanoamérica no hay un sólo movimiento político importante que propugne sus ideales. En Argentina los militares salvaron al país de la guerrilla comunista, pero no supieron acabar con la corrupción ni organizar un movimiento sano y decente... los militares son buenos cirujanos y pésimos administradores. Mandan pero no convencen, y a menudo se corrompen de forma rapidísima una vez en el poder.

En conclusión: La Fuerza siempre es necesaria para mantener un Sistema, y el Capitalismo usa la fuerza siempre que la necesita. Pero el Ejército NO es nuestro fin, ni nuestra meta ni nuestro modelo. Queremos una revolución política, un Estado popular, no un sistema militarizado... y mucho menos policiaco.
El Ejército será la fuerza de nuestra revolución. Hay que cambiar de raiz el concepto de servicio militar, de Ejército y de servicio popular. Actualmente todo está podrido, hoy, ahora, es mejor ser objetor de conciencia de verdad, servir a la comunidad de forma más útil que en los cuarteles demoliberales.

Dividiendo al mundo - Por Kevin Alfred Strom, traducción de Marcelo Cabrera

Dividiendo el Mundo

El siguiente texto ésta basado en el programa de American Dissident Voice (La voz de los Disidentes Americanos) del 6 de marzo de 2004.

En el Kevin Alfred Strom habla de la fundamental cuestión de la división del mundo, es decir ¿Quiénes somos? ¿Quiénes son parte de nuestro grupo? La respuesta debe ser clarísima sí queremos sobrevivir. Nosotros tenemos que definirnos en términos de lo que somos, no en términos de lo que creemos. Es decir, tenemos que definirnos en términos raciales. Somos gente blanca, y nada ha sido, es o será más importante que nuestra supervivencia y progreso como raza.

Traducido por Marcelo Cabrera

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Dividiendo el Mundo

por Kevin Alfred Strom



En el programa de esta semana discutiremos la vital cuestión de cómo nos definimos a nosotros mismos.

¿Es nuestra comunidad una comunidad en la creencia, cómo Mel Gibson argumenta a través de su poderosa película, o es nuestra comunidad una comunidad de sangre?

La película la Pasión es un monumental trabajo cinematográfico por todo lo que relata y hay muchas lecciones para nosotros en él. Sin embargo éstas lecciones no son obvias. Estas lecciones no son aquellas que los medios judíos quieren que nosotros entendamos y ellas no son tampoco aquellas que Mel Gibson quiere transmitirnos en ésta película.

La Pasión no es una película racialista. No es una película pro-blanca. Incluso, en su mayor parte ésta película no trata de gente blanca. En verdad ésta película trata acerca de la calurosamente discutida y pobremente documentada historia de un judío rebelde y de la guerra religiosa que el orden religioso judío imperante en aquel tiempo desato contra el -- y cómo aquel orden religioso judío usó el poder del Imperio Romano contra éste rebelde y en última instancia lo asesinó. Los blancos estamos representados en este film fundamentalmente a través de los romanos y los romanos no quedan muy bien parados en ésta película, de la misma forma en que ellos no quedan muy bien parados en los evangelios, en los cuales Mel Gibson basó seriamente el guión de ésta película.

Los judíos que manejan Hollywood y que manejan virtualmente la totalidad de los medios de propaganda, no disfrutaron de este film en absoluto. No les gusto este film porque sus ancestros, biológicos y espirituales, – el orden judío de 2000 años atrás – son mostrados como una tribu manipuladora, hambrienta de poder y sanguinaria, que probó su maldad de la manera más dramática posible: asesinando a uno de ellos, un judío rebelde en el cual la chispa divina brilló tan fuertemente que fue encarnado por dios. Aunque los héroes de La Pasión son judíos, así como los villanos, esto no es aún suficiente. Las organizaciones judías estaban aún disgustadas con esta película. Para las organizaciones judías de hoy el retrato del sistema judío imperante en aquel entonces golpea demasiado cerca de su casa, y ellos temen que sus sometidos puedan verlos con un poco menos de adoración que antes de ver la película. http://tinyurl.com/2x54n

A pesar de su riqueza y de su poder temporal los judíos son una pequeña minoría y saben esto. Ellos son los maestros de las encuestas de opinión pública y constantemente están levantando su dedo mojado para ver la velocidad y dirección del viento. Se preocupan mucho acerca de – y llevan la cuenta de – lo que aquellos que ellos llaman goyim (gentiles) están pensando, de modo que cualquier pensamiento anti-judío pueda ser eliminado rápidamente antes de que se transforme en acciones anti-judías que no puedan ser controladas.



Los judíos son más que solo una religión, se definen a ellos mismos más por los ancestros que por las creencias( el comunista y ateo Herbert Aptheker fue considerado judío, como son considerados la mayoría de los jefes de los medios de comunicación). Pero como cualquier grupo religioso, cultural o racial que trata de sobrevivir como grupo los judíos dividen el mundo en dos: ellos y nosotros. La división fundamental del mundo para ellos es está: Judíos contra el resto del mundo. Entre algunos de los judíos más extremistas se llega incluso a poner a todos los no-judíos en el nivel de los más primitivos animales, dándole a los judíos un estatus especial como super-humanos o los únicos humanos – un tema del que hemos hablado aquí antes http://www.nationalvanguard.org/story.php?id=1815.

Pero sí bien es psicológicamente revelador, tal extremismo no es esencial. Lo esencial es que ellos dividen el mundo en dos: judíos y no-judíos. Esta división en dos es una precondición necesaria para la implementación de un código moral dual – una moral para los judíos y otra para los demás. Yo he discutido este código moral dual, este doble standard muchas veces en este programa.

Para los judíos su moral es solidaridad étnico-racial, identidad, y cierto grado de separatismo. Pero ellos predican como moral para los no-judíos el polo opuesto, es decir: Nosotros tenemos que aceptar la aniquilación de nuestra identidad, multiculturalismo, inmigración en masa y mezcla racial. En otras palabras nosotros tenemos que aceptar una ética de suicidio racial y cultural como nuestro más elevado ideal, y todo intento por afirmar nuestra identidad racial o proteger nuestra cultura o herencia genética son definidos aquí como una moral "insana" y "mala". http://tinyurl.com/2gzp5

Pero no es específicamente de este código dual, o de la escandalosa hipocresía judía sobre lo que quiero reflexionar hoy si no de la concepción fundamental del mundo que se encuentra detrás de esto, la precondición necesaria de este código moral dual, ese es mi punto principal hoy: la división del mundo en dos grupos. Sin la división de la población del mundo en dos la idea de un código moral dual es imposible.

Por supuesto, no son sólo los judíos quienes dividen al mundo en dos partes, aunque ellos pueden haber llevado ésta idea a su último extremo. El escritor y humorista Robert Benchley dijo una vez que "Hay dos tipos de personas en el mundo, aquellos que creen que hay dos tipos de personas en el mundo y aquellos que no." Totalmente cierto. Probablemente el código moral dual tenga profunda raíces en todos nosotros, raíces que llegan hasta nuestro pasado tribal e incluso nuestro pasado pre-humano. Ésta es la distinción fundamental entre "ellos" y "nosotros". Nuestra tribu contra el resto del mundo. Dado que "ellos" son peligrosos o potencialmente peligrosos, esto nos lleva a tratarlos diferente. Estúpida aquella tribu cuyos miembros traten a un intruso o tribu competidora con la misma confianza, sinceridad o caridad con la que tratan a los miembros de su propia, extendida, familia. Su tribu. Semejante confianzuda tribu caería rápidamente en la esclavitud o caería ensangrentada en algún campo solitario dejando muy pocos o ningún descendiente.

Y que sucedería con el hombre o la mujer que son excesivamente individualistas. El o ella pueden tener una muy estrecha concepción del código moral dual – "nosotros" es justamente yo o mi circulo más inmediato, y "ellos" son todos los demás, incluyendo los miembros de mi propio pueblo. Semejantes individualistas tendrían muy poca chance de sobrevivir bajo condiciones primitivas sí ellos meticulosamente se adhieren a ese código y rechazan formar parte de un grupo más grande – y sí ellos fingen lealtad a su pueblo y fueran descubiertos como egoístas e individualistas desleales, sus chances de sobrevivir serían también muy remotas. http://tinyurl.com/2k74y

Entonces las tribus y razas más exitosas fueron aquellas en las que un sentimiento de identidad existía – un sentimiento de identidad suficientemente fuerte para asegurar cooperación, solidaridad, generosidad y confianza entre los de su propio tipo – y suficientemente fuerte como para permitir un código moral dual que estimaba que los extraños –"ellos"—no eran dignos de semejante confianza y solidaridad. Entonces nosotros evolucionamos con el código moral dual profundamente enraizado. Nosotros todos dividimos el mundo en "nosotros" y "ellos".



¿Por qué Mel Gibson metió el dedo en la yaga de los judíos con ésta película?. Bien, el señor Gibson toma su religión en serio. El no es un pensador racial, su división del mundo no está basada en términos biológicos. Sin embargo, el mira el mundo en términos de creencias. "Nosotros", para Gibson, es la comunidad de creyentes cristianos. "Ellos", son todos los demás. Los judíos, como el grupo racial-religioso-nacional con el más desarrollado sentido de identidad y la más inflexible doble moral, son perfectamente conscientes de que son puestos en la categoría de "ellos" por los cristianos y especialmente por los cristianos celosos como Mel Gibson. A los judíos les disgusta cuando alguien-- ya sean blancos, musulmanes, cristianos o cualquier otro -- tiene un fuerte y poderoso sentido de identidad que los deja a ellos fuera. Ésta es la razón por la que ellos promueven el universalismo, la ideología de que somos todos lo mismo, y el igualitarismo entre otros pueblos, mientras ellos se mantienen separados y con una fuerte identidad. Los judíos son el único pueblo que hace estas dos cosas y pienso que ésta es la razón por la que han sido ampliamente rechazados a lo largo de la historia.

De esta manera, Mel Gibson – una estrella de Hollywood, y (como el pensó) una persona perteneciente a Hollywood, amigo de muchos millonarios judíos de la industria del entretenimiento – repentinamente descubrió que el era un forastero allí cuando quiso hacer su película de solidaridad, identidad y pasión cristiana. Los estudios controlados por judíos no quieren saber de nada con una película como ésta. Por supuesto, ellos han hecho gustosamente películas acerca del cristianismo antes. Pero fueron épicas banales, filo-semitas o con un mensaje de universalismo --como aquellas obras baratas y de mala calidad de Charlton Heston – o fueron creaciones obscenas y burlas a ésta religión como 'La Última Tentación de Cristo'. Los judíos se negaron a invertir o promover una película poderosa en la que ellos aparecen en su debido papel como la quintaesencia del ser completamente ajeno al resto y del extranjero, y un extranjero hostil además. Ellos se negaron a financiar una película que emocionante y dramáticamente sostenía la fe – y la identidad – de aquellos que se ven a sí mismos como cristianos contra el mundo. Francamente, no pienso que sea la hostilidad contra el cristianismo per se lo que mueve a estos judíos – más bien que es la misma cosa que los lleva a ellos a oponerse a las políticas de identidad blanca en América y Europa y que los lleva también a oponerse a los gobiernos religiosos musulmanes en Oriente Medio – es una oposición a cualquier poderoso sentido de identidad entre aquellos que consideran sus súbditos, su rebaño. Tu no quieres que los carneros de tu rebaño tomen cualquier idea presuntuosa que pueda hacerlos pensar que su pastor es cualquier cosa menos divino o expresen a viva voz que no necesitan un pastor— ésta es la lógica que siguen.

Entonces Mel Gibson financió la película de su propio bolsillo, sin intervención de los productores de Hollywood. El tuvo que montar su propio equipo. La prueba de que Gibson no tenía animosidad contra los judíos es que colocó algunos en ese equipo. Pero la participación de estos pocos judíos no cambia el hecho de que el orden establecido en Hollywood y las organizaciones judías están muy preocupados por éste film.

Y Gibson puede perfectamente encontrarse vetado en Hollywood de aquí en adelante. El New York Times cito al presidente de uno de los mayores estudios de Hollywood, que refiriéndose a Mel Gibson dijo: "No lo contrataré, no apoyaré nada en lo que el tome parte", aunque un agente dijo que sí la película hace suficiente dinero la avaricia de Hollywood triunfará a fin de cuentas: "Sí la película funciona, no creo que le haga daño a Gibson. La gente aquí trabajará con el Anticristo sí con el se puede hacer un buen negocio." http://tinyurl.com/2dzo9

Dado que hay poco peligro de que se forme algún grupo de interés que se oponga a los judíos usando el "Anticristo", yo añadiría que los judíos de Hollywood preferirían trabajar con Lucifer que con Gibson a algún Jesús inédito.



Entonces aquí tenemos dos identidades opuestas y dos formas de mirar el mundo que aparecen en la controversia acerca de ésta película: la de los judíos y la de los cristianos. Muchos oyentes de éste programa saben que el plan judío para los no-judíos es una especie de veneno, una receta de muerte. Entonces, ¿Deberíamos abrazar la visión de Gibson? ¿Deberíamos, siendo o no cristianos, vernos como una parte de la cristiandad y ver nuestro conflicto con los judíos como una batalla con un enemigo de la cristiandad? Pienso que no, y estas son las razones.

Nosotros no tenemos más elección que vivir con un código moral dual. Los grupos que fracasan en esto, que fracasan en otorgarle a aquellos que aman lo mejor, inevitablemente no sobreviven. Son suplantados o eliminados por otros grupos que si practican el código dual.

Dividir el mundo en nosotros y ellos basándonos en creencias, nos da, en efecto, una base muy débil pues cualquiera, incluso un enemigo jurado, puede unírsenos sí profesa el credo correcto. Muchos caballos de Troya se han introducido en las ciudades occidentales – pensemos en los marranos "conversos" en España o en los nativos de las colonias británicas también "conversos" – usando éste pretexto. Y éste no necesariamente tiene que ser un pretexto para ser perjudicial. Sí es sincero o fingido, el resultado es el mismo: los genes son alterados, y nosotros vamos dejando de ser lo que somos. Nuestra raza muere poco a poco y se hace menos característica. Y en adición a la polución genética, esos "conversos" cambian nuestra cultura, modifican nuestras instituciones en innumerables y a veces inmediatas formas para que les siente bien a ellos. La única forma de prevenir estos daños es definir los conceptos de ellos y nosotros en términos biológicos. Sí tu has nacido como uno de nosotros jamás podrás dejar de serlo. La raza es absolutamente a prueba de "conversiones". No hay nada que pueda "convertir" tu raza.



Echemos una mirada a lo que tenemos que aceptar sí nuestra división del mundo se basa en creencias. A menos que aceptemos una definición muy cerrada de las creencias aceptables-- en cuyo caso entraríamos en un laberinto infinito de sectarismo en donde la palabra "nosotros" correspondería justamente a una pequeña sección de la cristiandad que se adhiere a una estrictamente definida versión "correcta" del cristianismo—deberíamos aceptar a todos los cristianos nominales del mundo como parte de nuestro grupo. Tendríamos que aceptar a virtualmente todos los mestizos de México y Centroamérica en nuestro grupo. Tendríamos que aceptar al creciente número de Coreanos cristianos en nuestro grupo. Tendríamos que aceptar a todos los africanos conversos, que los misioneros blancos que no fueron devorados, "ganaron" para Cristo como parte de nuestro grupo. Tendríamos que aceptar a los cristianos nominales de Haití como parte de nosotros. Sí esa es la cristiandad, entonces los cristianos universalistas han causado que la cristiandad deje de existir en una manera significativa. Sí el cristianismo era la respuesta, México y Detroit serían paraísos terrenales.



Miremos a Haití.

La mayoría de su población era nominalmente católica cuando masacraron a la totalidad de la población blanca 200 años atrás. Desde aquel entonces, a pesar de la intervención blanca y de la repetida reconstrucción de la infraestructura del país por parte de los blancos, Haití ha sido esencialmente un laboratorio aislado en donde se puede ver un experimento de lo que son los negros en el poder. Después de que asesinaron a todos los blancos, los negros (y algunos pocos mulatos) quedaron a cargo del país y han permanecido allí desde entonces. Heredaron la más prospera y productiva colonia en la región. Heredaron la más fina infraestructura construida por europeos en aquel tiempo, la cual ha sido reconstruida para ellos(por parte de blancos) desde entonces muchísimas veces. Heredaron un sistema de gobierno y una cultura europea avanzada. Y ¿Cuál fue el resultado? No solo fracasaron en avanzar y en mejorar aquella estructura que heredaron sino que no pudieron ni siquiera mantenerla. Su sociedad rápidamente evolucionó hacia un salvajismo brutal y sin ley. La infraestructura fue repetidas veces destruida. Hicieron de la cultura y la religión que heredaron una parodia de la original con una suculenta dosis agregada de sangre y crueldad. El actual paroxismo en Haití es más de la misma historia, estas cosas han estado sucediendo desde que los negros tomaron el poder allí.

En Haití, las excusas usuales para la incapacidad de los negros en muchos aspectos no están presentes – lo más notable es que el fantasma del "racismo blanco" no puede ser cargado con las culpas, pues el hombre blanco es casi completamente inexistente allí. Las excusas del mal clima que a veces son dadas para explicar los problemas del África negra también están ausentes – el clima y el suelo son tan favorables que bajo el gobierno francés Haití fue un gran exportados de alimentos y la fuente de alimentos del Caribe—y esto fue antes de la invención de las formas modernas de agricultura. Diferenciándose de algunas naciones africanas, Haití esta en una posición ideal para comerciar con otros y prosperar como nación. El único factor común es la población de Haití la cual es esencialmente negra.

¿Cuál es el resultado de este accidental experimento? El mismo que en África. Una sociedad que esta cayéndose a pedazos, cayendo en el hambre, la enfermedad, la destrucción ambiental, la violencia, la pobreza, y una increíble y primitiva superstición. Una sociedad con constantes y destructivas revoluciones las cuales no tienen otro efecto que reemplazar un gran jefe sangriento por otro. Una sociedad que a retornado a la jungla. Sí esto no prueba que la civilización es una función de la raza, nada lo hará.

http://tinyurl.com/2qjor

La historia es la misma en África. Desde Rhodesia hasta el oeste africano, desde el Congo Belga hasta Sudáfrica, los blancos legaron una civilización avanzada a los negros que liberaron. Sin embargo virtualmente todas estas naciones están en un espiral descendente hacia el nivel de Haití. ‘Okupas’ destrozando los otrora grandes hoteles de Leopoldville(hoy Kinshasa N. Del T.) y árboles creciendo y rajando el concreto de las amplias avenidas diseñadas por ingenieros europeos. Granjeros blancos siendo asesinados por pandillas de vagabundos negros en Sudáfrica, la región no puede alimentar a su propia población y el hambre asola. Los africanos están muriendo por falta de alimentos en lugares por donde corren grandes ríos y el suelo es rico. Y se están asesinando y mutilándose entre ellos para obtener partes del cuerpo que son usadas en ritos primitivos mientras debajo de sus pies se puede encontrar oro, diamantes y esmeraldas. Comparemos esto con la montañosa Suiza que no tiene salida al mar o con la remota y volcánica Islandia. Ambos países son pequeños y poseen recursos relativamente pobres. Pero ambos países están poblados por blancos y ambos tienen un récord de siglos de progreso y avance que puede ser comparado favorablemente con cualquier otro país del planeta. Y los blancos de Suiza e Islandia no recibieron ninguna preexistente civilización para empezar. Ellos empezaron de la nada. Esta es una diferencia racial.

La imitación de la cultura francesa no hace a los negros del oeste africano o Haití franceses. Hablar francés tampoco lo hará – enseñarle inglés a nuestros invasores mestizos no los hará Americanos. Inculcarles -- e incluso la aceptación sincera de– la religión de los franceses no los "convirtió" en franceses o europeos. Esto nunca los convirtió en uno de nosotros y nunca lo hará.

Necesitamos comenzar a pensar en términos raciales. Como humanos, vivimos en grupos. Como humanos que quieren sobrevivir debemos pensar en términos de "ellos" y "nosotros". Debemos dividir el mundo. Necesitamos hacer de esta división una división racial. Necesitamos basar nuestra definición de quines somos en una natural asociación de parentesco, no una artificial basada en las creencias que puede cambiar en cualquier momento y que se puede aplicar a cualquiera que recite las palabras adecuadas. No quiero decirles a ustedes que religión deben seguir o no seguir. Este es un asunto de su razón y su conciencia y ningún hombre blanco honorable debería dictarle esto a otro.

Pero cuando está en juego la supervivencia, todos nosotros deberíamos saber en nuestras mentes y corazones quienes somos – y cuales son los niños que tienen que sobrevivir a cualquier costo. El hombre o la mujer blanca que cree en la reencarnación o en el materialismo científico o es católico o protestante es sobre todo un Europeo, es sobre todo uno de nosotros. Los judíos, asiáticos o negros que asisten a la iglesia cristiana o que juegan en el equipo olímpico de mi país o que incluso sirven en nuestro ejército no son y nunca serán uno de nosotros. Debemos ver el mundo en términos raciales.

Así es como debemos dividir el mundo sí los sacrificios hechos por nuestros ancestros significan algo para nosotros. Así es como debemos dividir el mundo sí queremos que el gran arte, literatura y ciencia de nuestra poderosa civilización sobreviva. Así es como debemos dividir el mundo sí queremos que nuestra raza rompa las cadenas que la unen a este sobre-poblado y vulnerable planeta. Así es como debemos dividir el mundo sí queremos que hayan risas de niños blancos corriendo sobre nuestras tumbas dentro de diez mil años.