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EL EJERCITO EN EL PENSAMIENTO NR

EL EJERCITO EN EL PENSAMIENTO NR

La mayoría de los camaradas NR con más de 40 años han pensado en algún momento en el Ejército, ya sea como posible profesión, o al menos como algo que debía ser 'distinto' y de alguna manera atrayente. Incluso tras la conversión del Ejército en algo mucho menos atractivo, cuando se han perdido la mayor parte de las virtudes militares auténticas, sigue ejerciendo un cierto atractivo sobre los jóvenes camaradas.
Fuí alférez de complemento y al acabar mi periodo obligatorio estuve a punto de reengancharme un año más para llegar a ser teniente. Debido a tener novia y querer casarse no pude realizar este proyecto.
Este es casi exclusivamente el mayor interés del tema: precisamente la atracción que sienten los jóvenes camaradas en esta institución. Es preciso entender tanto las razones como las consecuencias, y las funciones que debe tener el Ejército en una Alternativa al Sistema, de forma que se reestablezca la posición lógica de 'lo militar' dentro de la cosmovisión NS.
QUE SON LAS FUERZAS ARMADAS
La necesidad de la Fuerza como medida para lograr y mantener el Poder es algo tan antigüo como la Humanidad, porque es ya evidente en la Naturaleza en general, no sólo en la humana.
El que crea que sin disponer de la fuerza se puede mantener el Poder es un iluso.
Por tanto desde antigüo las élites que buscan el Poder han ido organizando formas para dominar la fuerza. Unos mediante el sistema de hacerse ellos mismos parte de la fuerza, o sea convertirse en líderes militares, otros dominando esa fuerza, ya sea con el dinero, con las ideas, con supersticiones o religiones, o como sea.
Mientras la guerra fue un acto de minorías, o sea, fue un hecho que se desarrollaba entre castas militares, sin que el pueblo en global se viera involucrado en forma activa (desde luego siempre estuvo afectado en forma pasiva!), lo militar y el Poder estuvieron absolutamente identificados en la pertenencia a la casta dirigente, complementada por los mercenarios. Dinero y casta era la base de las Fuerzas Armadas.
Pero ya bajo los romanos (en su etapa Republicana) se puede ver la primera versión de un Ejército a las ordenes de Leyes, de Instituciones, aunque el caso es casi único en la Historia Antigüa. La Legión romana no era un cuerpo puramente mercenario ni obedecía a una 'casta', fue ya un Ejército popular y obedecía a una Institución Nacional romana, el Senado, que dictaba sus mandos y ordenes.
Es en ese momento en donde se ve la diferencia que marca al Ejercito Popular frente a los Ejércitos personales o de casta (que sirven al interés de uno o varias personas, no a una idea o una Institución legal).
A partir del siglo XVIII aparece otro gran cambio: la popularización de la guerra. Las guerras se hacen globales, ya no lucha un ejército contra otro sino un pueblo completo contra otro, todo se incluye en la guerra, la potencia de la lucha se hace total, nada queda fuera de la guerra. Y eso lleva al alistamiento obligado permanente, incluso en tiempo de paz (algo inaudito hasta esa fecha).
Esa popularización del Ejército lleva a otro problema: hasta esa fecha el Poder usaba el Ejercito como medio de defensa externa pero también para dominio interno. Las tropas mercenarias o la casta noble podían perfectamente ser usadas para reprimir sublevaciones populares o para aplicar la fuerza en el orden interno.
Cuando el Ejército se hace popular esto empieza a ser un problema. Por eso se crean cuerpos especiales, policía militarizada. Ya los Emperadores Romanos desconfiaban de las Legiones para el trabajo interno en Roma, y crearon la Guardia Pretoriana mercenaria para esa labor.
De la misma forma los regímenes posteriores a la popularización del Ejército han usado tropas políticas, o tropas mercenarias para el orden interno. De ahí aparece el nombre de Fuerzas Armadas. La FFAA se componen del Ejército para la Defensa Externa y de las fuerzas militares y policiales de uso interno, que por su número y fuerza llegan a ser realmente importantes.

¿DONDE ESTA LA MISTICA MILITAR?
Sólo tras haber entendido perfectamente el apartado anterior podemos abordar el comprender porque los camaradas y la gente ve en 'lo militar' algo especialmente cercano a nuestra forma de ver la vida.
Es evidente que formar parte de la Fuerza que sustenta a un Poder no es en sí mismo ninguna característica éticamente importante, o al menos no más importante que otros servicios. Más aun, si se forma parte de una fuerza al servicio de una basura moral gobernante es más bien una actividad anti-ética.
Y desde luego formar parte de una fuerza mercenaria aun menos puede presentarse como algo especialmente valioso. Al fin y al cabo lo militar es actualmente, más aún que antes, una actividad básicamente sustentada en el sueldo, mercenaria por tanto.
Ser fuerte o usar armas es evidentemente algo que puede gustar, pero no es nada místico. Puede ser 'divertido' para cierto tipo de personas, puede satisfacer algunas vocaciones orientadas a lo violento, pero no es eso nada que dé valor ético.
Evidentemente para disponer de un ejército eficaz es preciso cultivar virtudes como la disciplina y la decisión, pero también es un gran valor mantener 5 hijos y requiere buenas dosis de disciplina llegar a ejecutivo o acabar los estudios de ingeniería. No es esa la fuente de la mística militar, aunque tiene una parte en su mérito.
En realidad la llamada mística militar se basa en la ilusión en participar de la idea de CASTA guerrera, o sea en la ilusión de que de alguna manera se forma parte de aquellas élites militares de antaño, que unían a la milicia toda un estilo de casta, toda una tradición de servicio de armas, donde la Fuerza militar era solo una parte externa de una Fuerza interna. Los militares hasta 1945 eran aun ,en parte, una casta y de alguna forma tenían ese orgullo de case.
En España bajo el régimen de Franco esa casta duró algo más, con sus defectos y virtudes, como todas las élites en decadencia, pero a la postre con su orgullo y sus reglas. Borrachos aveces, gandules otras, poco dados a sutilezas, muchas cosas se podrían decir de aquellos militares, pero tenían casta, eran algo más de profesionales de las armas, tenían unos pocos conceptos de casta fijados en su mente de forma indeleble. Por eso usaban aún sable o llevaban un uniforme incómodo pero clásico, había algo que aún los unía a la casta militar de antaño.
La mística militar está precisamente en parecerse, en pertenecer un poco, a aquella élite místico-militar de antaño, la que moría por el honor y se batía por una dama, mientras los gañanes y burgueses sólo se preocupaban del dinero o de ensuciar sus manos en el trabajo manual. Podían morir por una duda en su dignidad pero no podían cultivar nabos.
Esa Casta tenía una componente ética y vitalista, una idea de honor, de valor y gloria, que sin duda aun atrae mucho a los jóvenes NR. No es el Ejército por ser tal, sino como espejo de aquellas virtudes e ideas de la Casta militar.

EL EJERCITO EN LOS FASCISMOS
Si se lee el Mi Lucha puede verse claramente que Hitler no da al Ejército la más mínima importancia política, no dedica un sólo capítulo a ese tema, no deja en manos de los militares ningún principio político ni director, y realmente no se ocupa en nada de ellos.
El punto 22 del NSDAP indica que 'exigimos la abolición del Ejército Mercenario y la formación de un Ejército nacional', lo que demuestra el nulo aprecio que sentía por la organización de 'junkers' militaristas alemanes.
En un libro como 'Los nazis hablan' se puede ver opiniones de casi todos los temas del Partido NS, pero no sobre el Ejército como tal. En realidad para el Nacionalsocialismo el Ejército es sólo un instrumento al servicio de la Idea revolucionaria, nada más.
Mientras que si nos vamos a la Falange ,o al fascismo en general, vemos que la situación es muy distinta.
El punto 4 (no el 22...) de la Falange es un montón de elogios y mística para el Ejército, que 'debe lograr la jerarquía mundial que corresponde a España' y al que se le dará 'la dignidad que merece y haremos ,a su imagen, que un sentido militar de la vida informe toda la existencia española'.... el Fascismo ve en el ejército una imagen de su esencia y quiere militarizar al pueblo, pero además ve en la Fuerza Armada el instrumento de expansión para su Imperio, idea mística de poca lógica pero mucho sentimiento, que anida en la base ilógica del fascismo.
El militarismo está en la base del fascismo pero en absoluto en la visión revolucionaria del NS.
El fascismo tuvo siempre una base derechista-imperialista, reaccionaria, que da a la fuerza y a la violencia el valor de razón suficiente, de base ética. El Nacionalsocialismo quiere una revolución política, un cambio de concepción del mundo, y el Ejército tiene como misión la defensa de ese Nuevo Orden, es un servidor de la revolución, no su inspirador ni su regente.
Para la revolución NS esa mística debe encontrarse en una nueva lucha, en una revolución política contra el dinero y la basura moral, en una nueva casta racial y política. El Ejército servirá a esa causa, no la dirigirá. Mientras para el fascismo el Ejército sigue siendo su ideal, siguen buscando volver a la casta militar globalizada a todo el Partido y el Estado. El NS es una revolución para el futuro, el fascismo es un intento de volver al pasado tradicional.

LAS MISIONES DE LAS FUERZAS ARMADAS
Ya hemos visto por su origen que su misión es:
Servir como Fuerza del Sistema imperante, del Gobierno como portavoz del Sistema, frente a enemigos externos e internos. A los enemigos del Gobierno, no de la Nación. O mejor: el Gobierno define quienes son los enemigos de la Nación.
Esta es la realidad, lo demás ,las frases altisonantes y las Constituciones son pura palabrería. Las FFAA sirven al Sistema, sea cual sea éste. Sólo cuando el Sistema entra en crisis, cuando hay graves problemas, el Ejército y las FFAA pueden plantearse cambiar de dueño, pasar a ser la Fuerza de otro Sistema.
Según la Constitución española las FFA tienen como misiones (art 8.1):
. Garantizar la soberanía e independencia de España.
. Defender su integridad territorial.
. Defender la Constitución.
Desde luego todo esto es pura farsa, las Fuerzas Armadas sólo tienen una misión: hacer lo que les ordene el Gobierno.
Por ejemplo, si el Gobierno decide ceder la soberanía ,parte de ella, a la CEE, y si nuestra independencia se pierde para cederla al FMI (en materia monetaria ni más ni menos), o al Banco Mundial, etc... ningún militar dirá nada. Si mañana el Gobierno cede Melilla a Marruecos los militares callarán. Y si el Gobierno saca una ley anticonstitucional pactada con todos los partidos importantes, también callarán.
Pero si hubiera un partido de masas que fuera contra el Sistema y el Gobierno le acusara de ilegal y ordenara a las tropas disolver las centrales de ese Partido, pues las FFAA obedecerían.
Las FFAA son solo un peón del Gobierno, simplemente, ya no tienen, desde hace tiempo en toda Europa es así, una mentalidad ni una idea propia, son funcionarios, son asalariados que obedecen al que paga.

EJERCITO Y SISTEMA
Si entendemos esto claramente y nos olvidamos de las utopías, es cuando entenderemos que cada Sistema intenta formar una base militar acorde a sus principios, de forma que se limite lo más posible cualquier intento de imponer por la Fuerza un Sistema distinto al que debe defender, o sea cambiar de dueño. Los comunistas liquidaron totalmente al ejército anterior y lo sustituyeron por una casta política comunista. Los nacionalsocialistas intentaron ganarse al militarismo alemán, cosa que consiguieron solo parcialmente, pero a la vez formaron una casta militar NS aparte, las SA y las SS.
Las cosas eran más complejas para el sistema demoliberal. Para ellos el ejército era algo repugnante, en realidad sentían asco por lo militar, eran la anti-casta militar, los comerciantes y barrigudos cobardes de la palabrería, los demoliberales son la pura expresión de los valores contrarios a la casta militar original, por ello su relación con el Ejército era compleja: no podían ignorar su necesidad, pero les repugnaba su existencia y estilo, odian su base y desprecian sus virtudes básicas.
La solución era clara, ya la habían tenido algunos regímenes bancarios, comerciantes y burgueses de la Italia mediaval: los mercenarios.
Una empresa de Defensa, no un Ejército, este es el ideal demoliberal. Una empresa donde funcionarios eficientes dirijan máquinas eficientes, que proporcionen la Fuerza necesaria por el Gobierno en donde se les pida. Los militares actuarán pues SOLO por dinero, la vida militar debe ser normal, eliminar todo exceso y profesionalizar sus metas. Cursos, maquinarias, eficiencia y sueldos, nada de ideas ni de sentimientos, nada de honor ni de casta.
Y por otro lado los sistemas demoliberales han inflado enormemente las fuerzas del Orden Público. Los demoliberales han organizado auténticos ejércitos paralelos de mercenarios policiacos, pues para el capitalismo el problema es la represión de cualquier intento revolucionario anticapitalista, no la Defensa Exterior. Hoy en día las fuerzas de la policía y orden público son casi tan numerosas, y aveces más, que el propio Ejército.

LA DEFENSA EXTERIOR
Sin duda una defensa exterior eficaz exige el profesionalismo de sus componentes. Eso es algo evidente y que debe ser aceptado de forma clara por todos.
Las tropas obligadas de leva no son útiles más que como auxiliares para un eje mecanizado y tecnificado. Miles de marinos no sirven de nada frente a una tropa profesional que sepa manejar un barco moderno. Y un carro actual no se maneja en 5 meses de prácticas, ni siquiera ya se puede lograr que tropas con un año de permanencia puedan estar preparadas al manejo de los sistemas bélicos modernos de una compañía de infantería auténticamente eficaz.
En modo alguno el NS implica defender un ejército numeroso e ineficaz de cientos de miles de soldados mal preparados. Ni aumentar el tiempo de servicio a 3 o 4 años para poder prepararlos bien!.
Existe una cierta tendencia al sadismo de algunos militaristas, que quieren obligar a todos a servir en el ejército, como si ello fuera un 'trágala' para los no militaristas. Hay que olvidarse de este tema, el Ejército como sistema de defensa exterior es algo que ya ha superado el ámbito de lo 'amateur'.
Ahora bien, una defensa externa a largo plazo, o sea una defensa ante una agresión larga y profunda, en la que se haya perdido la primera batalla, la de los medios técnicos, exige al mismo tiempo una participación global del pueblo. Todos sabemos que hoy en día la guerra es algo total, no implica ya sólo a las élites militares. Si existe el peligro de una guerra de dominio, la defensa es algo de todos. Por ello es preciso disponer de un Plan de Defensa Global que implique a todos los ciudadanos.
Ese Plan de Defensa Global sólo tiene sentido si las condiciones externas asumen ese riesgo. Y debe basarse en la militarización progresiva de una base popular. Por ello debe existir una base de personas no profesionales que estén preparadas para poder ser militarizadas en caso de necesidad progresiva.
En USA se llama Guardia Nacional, en Suiza se forma mediante llamamientos periódicos de todo el pueblo a temporadas de militarización, y para los NS se basa en la existencia de un Frente del Trabajo, un Servicio de Trabajo Social permanente y obligado.
Actualmente hay una gran mentira en el ejército: los objetores de conciencia. Solo una minoría ínfima son objetores de conciencia, la mayoría son objetores de servir a la comunidad. El motivo de la objeción es mayoritariamente no querer perder tiempo para poder lo antes posible ganar dinero en beneficio propio. El egoismo y la falta de sentido popular socialista es la base de la objeción de conciencia.
Si una persona realmente no quiere usar armas no debería darsele armas, pero hay miles de puestos de alto riesgo sin armas. Ser camillero de primera línea, o mensajero o construir puentes, ect son misiones no armadas de alto riesgo. Cocinar o la intendencia no exigen armas.
Trabajar para la comunidad limpiando bosques no es un servicio armado. Sin embargo la mayoría de los objetores les fastidia enormemente cualquier tipo de servicio popular, sea armado o no.
Curiosamente los socialistas, tan comunitarios en lo económico, odian más que nadie crear un servicio comunitario de trabajo. Son individualistas totalmente y les repugna el trabajo socialista comunitario. Proponed en el PSOE la creación del Servicio Social Femenino, nada armado ni violento, simplemente unos meses de trabajo comunitario de las mujeres, y vereis la reacción, os llamaran fascistas. Pero sólo se trata de un trabajo comunitario, socialista!.... entonces podreis ver el origen del problema: el odio judío y del sistema a todo lo comunitario, el individualismo feroz del capitalismo.

EL FRENTE DEL TRABAJO
La base de nuestra visión revolucionaria es comprender que exigimos a todos, mujeres y hombres, curas o millonarios, un tiempo de su vida dedicado a la Sociedad. No a las armas, sino a la Sociedad. No se trata de matar o luchar sino de SERVIR a la comunidad en trabajos gratuitos. No se trata de pagar impuestos sino de servir PERSONALMENTE A LA COMUNIDAD.
No hay objeción de conciencia en este servicio pues no existe necesidad de llevar armas ni de usar la violencia, sino de servir gratuitamente y comunitariamente al bien común. No hacerlo implica estar fuera de la comunidad popular, y por tanto no poder participar de los derechos de formar parte del pueblo.
Bastaría crear este espíritu de servicio comunitario para cambiar muchas cosas en nuestra sociedad. Bastaría que las personas de todas las clases se unieran periódicamente para limpiar el barrio, para plantar bosques o cuidar niños pequeños, para adecentar los lugares de trabajo o reparar daños catastróficos, ayudar a inválidos y alegrar la vida a gente con problemas, bastaría ese trabajo comunitario, ese contacto de unos con otros en un sentimiento de comunidad, para luego cambiar todo el la vida normal de la gente.
El individualismo y el egoismo materialista es la base del Sistema, por eso odia a muerte la creación de un Trabajo Comunitario no renumerado y orientado a crear sensación de pueblo unido.
Atención: Nuestra lamentable Constitución, por un error supongo, dice en el Art 30.3que 'se podrá establecer un servicio civil para el cumplimiento de fines de interés general'. Por tanto no es anti-constitucional promover un Frente de Trabajo tal como pedimos.
Pero además una parte de se Frente podría estar más o menos preparado para ser la columna de una movilización masiva producida por un problema grave de seguridad.
El Somaten era, por ejemplo, una institución tradicional catalana orientada al orden público, voluntaria y civil. La democracia no sólo la prohibió sino que la condenó expresamente en la Constitución.
Los Comités de barrio para la defensa contra la droga o para cualquier cosa, son siempre el enemigo nº 1 del Sistema. Toda movilización popular ,sea cual sea su objetivo, es algo peligroso al Sistema, que prefiere pagar ese servicio a entes mercenarios. En una palabra, el ciudadano puede pagar pero nunca actuar. Este es el mensaje del sistema demoliberal.
Por ello también está prohibido en la Constitución burguesa actitudes 'paramilitares', o sea cualquier distinción civil que quiera semejarse al estilo y casta militar. El Sistema anula la casta militar por un funcionariado mercenario, pero además prohibe que los civiles intenten generar ese mismo estilo de casta militar. No por miedo a su poder militar, pues civiles no armados poco tienen que hacer, sino por miedo al espíritu que los sustentaría.
En vez de favorecer el estilo militar entre los civiles, como una forma de arraigar las virtudes militares en el pueblo, las prohibe de forma rigurosa, y las desprestigia todo lo que puede entre sus mercenarios. El Sistema pide eficacia técnica, pero sin espíritu alguno fuera del deseo de sueldo mercenario.

NUESTRA PROPUESTA
Los NS proponemos una alternativa al sistema militar actual absolutamente lejana al militarismo, condenando totalmente la militarización de la sociedad.
. Un Ejército profesional pequeño en número y altamente tecnificado. Este ejército mercenario debe centrarse exclusivamente en garantizar la seguridad exterior, y no debe tener peso alguno en las decisiones del Gobierno.
. Unas fuerzas policiales reducidas, compensadas por una ley rápida, dura y directa. Poca policía pero eficiente. Pocas leyes pero que se cumplan sin contemplaciones. El Orden Público no se basa en cordones de policías jugando al ratón y al gato con los delincuentes o alborotadores, sino en la eficacia para detener a los culpables y eliminar el problema antes de que se convierta en algo grave.
. Una fuerza civil obligatoria de trabajo comunitario. Y dentro de este servicio, un servicio paramilitar voluntariamente elegido, dirigido por una voluntad política de servicio, que permita una formación mínima suficiente para ser la base de un ejército de masas movilizado rápidamente en caso de necesidad.
. Una clara doctrina política de promover el orgullo de participar en la defensa y en el trabajo comunitario. Todo el poder política debe ser unánime en apoyar la participación popular voluntaria en la defensa y en los trabajos comunitarios. No hay cabida a las actitudes antisocialistas e individualistas, en las quejas por comodidad y egoismo. Quien no sirve al pueblo no forma parte del pueblo, por tanto debe salir de su Patria.
Luchamos por una comunidad popular, el ejército no es el eje del pueblo, ni debe mandar ni debemos militarizarnos. El ejército es una necesidad, no un objetivo. Lo que es un objetivo es lograr un espíritu socialista y comunitario.

¿SER MILITARES?
Como escribió J. Mota en un folleto 'El Ejército' ,editado en Cedade, el primer consejo es NO hacerse militar, sino militante en un grupo NR.
Ser militar actualmente no tiene gracia alguna desde nuestra ideología, es una profesión más, pero un profesión en la cual se prohibe hacer política, de prohibe ser NR y luchar por nuestras ideas, una profesión que exige abandonar la verdadera lucha, la realmente 'militar', para servir como fuerza prestada de la decadencia ética y moral del Sistema demoliberal.
No es que no se 'pueda' ser militar y NS actualmente, claro que es posible, lo que pasa es que no es recomendable para los camaradas jóvenes nuevos hacerse militares, es mucho más útil para la revolución que luchen desde la vida civil, con mucha más libertad de acción.
Los jóvenes revolucionarios deben evitar hacerse militares pues allí no podrán actuar como debieran, pese a que sin duda el Ejército, pese a sus problemas, sigue siendo un ente menos podrido que la sociedad civil... pero mucho más dominado y obediente al Sistema, precisamente porque el Sistema odia al Ejército.

EL GOLPISMO
Otro de los motivos de las simpatías de los NR hacía el Ejército es la tentación golpista. Dado que una parte de la oficialidad de los ejércitos suele estar más cerca de las ideas 'nacionalistas' que el resto de la sociedad, en momentos de crisis fuerte es fácil pensar en una tentativa golpista.
Hay paises en que esa tentación es mucho más fuerte, por tradición intervencionista de sus ejércitos en el poder civil por ejemplo en sudamérica.
En España la crisis de UCD, apoyada por la tradición franquista del ejército, favoreció un intento golpista. En sudamérica el golpismo siempre se apoyó en el anti-comunismo, en un ejército que pretendía acabar con la guerrilla marxista o con el malestar popular, con las protestas frente a la opresión capitalista. Por ello los militares también acabaron con regímenes nacionalistas y populistas como el de Perón.
Básicamente el golpismo es un desastre, incluso cuando funciona y triunfa el golpe.
El golpismo puede ser una solución temporal ante una situación extrema de desastre nacional, pero debe durar lo menos posible. El Gobierno deben llevarlo civiles, políticos revolucionarios ,gente cercana al pueblo ,y los militares deben obedecer al poder político. Un golpe puede dar el poder a políticos revolucionarios, pero lo que no debe nunca es auto nombrarse gobierno.
Franco fue un ejemplo: 40 años de gobierno de los militares no duró un mes tras la muerte de Franco, pero es que además no dejó ni rastro, ni sombra de su presencia.
El gobierno militar no forma mandos políticos, no deja crear movimientos políticos ni siquiera de sus ideas, con lo cual el fracaso a largo-medio plazo es total.
Tras años de golpismo en Hispanoamérica no hay un sólo movimiento político importante que propugne sus ideales. En Argentina los militares salvaron al país de la guerrilla comunista, pero no supieron acabar con la corrupción ni organizar un movimiento sano y decente... los militares son buenos cirujanos y pésimos administradores. Mandan pero no convencen, y a menudo se corrompen de forma rapidísima una vez en el poder.

En conclusión: La Fuerza siempre es necesaria para mantener un Sistema, y el Capitalismo usa la fuerza siempre que la necesita. Pero el Ejército NO es nuestro fin, ni nuestra meta ni nuestro modelo. Queremos una revolución política, un Estado popular, no un sistema militarizado... y mucho menos policiaco.
El Ejército será la fuerza de nuestra revolución. Hay que cambiar de raiz el concepto de servicio militar, de Ejército y de servicio popular. Actualmente todo está podrido, hoy, ahora, es mejor ser objetor de conciencia de verdad, servir a la comunidad de forma más útil que en los cuarteles demoliberales.