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Los países bálticos dan un giro histórico y sus gobiernos reivindican su lucha contra la tiranía soviética

EL EJE LETONIA-ESTONIA-LITUANIA ENFRENTA AL KREMLIN Y A LA VISIÓN OFICIAL DE LA IIa, GUERRA Y EXALTA COMO HÉROES NACIONALES A QUIENES COMBATIERON EN LAS WAFFEN SS

Los países bálticos dan un giro histórico y sus gobiernos reivindican su lucha contra la tiranía soviética

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En el centro, Vaira Vike-Freiberga, Presidenta de Letonia.

Lunes 21 de marzo de 2005

TALLIN, ESTONIA - 21.03.05 (RK) -- Los países bálticos están iniciando un cambio histórico. El primer síntoma público fue el gran acto popular organizado por el gobierno de Letonia en homenaje a los soldados nacionalistas caídos en la lucha contra el comunismo en la Segunda Guerra Mundial.

Rusia, que invadió y esclavizó a la región durante décadas, protestó por este evento por considerarlo "ofensivo" contra su nación. Quizás Vladimir Putin pensó que ejerciendo un poco de presión podría doblegar la voluntad de ese país. Pero recibió la respuesta lapidaria de la presidenta letona, Vaira Vike-Freiberga, quien se negó a participar de la "celebración" por la derrota del Eje el próximo 9 de mayo. Y luego, casi en forma inmediata, llegó el segundo golpe al Kremlin, cuando los mandatarios de Estonia y Lituania informaron que tampoco concurrirían a la capital rusa en esa fecha por los mismos motivos que Letonia, es decir, porque consideran que la victoria de la URSS y sus aliados occidentales fue el inicio de un genocidio y no de una "liberación".

La diplomacía moscovita se enfureció y el presidente del Parlamento Federal de Rusia, Sergei Mironov, dijo a fines de la semana pasada que los países bálticos están cometiendo "un error histórico" por apartarse de la visión oficial de los hechos impuesta por los Aliados en 1945.

Pero estas amenazas no parecen surtir efecto alguno, y el proceso de cambio se acelera día a día.

El gobierno de Letonia no sólo auspició la marcha del jueves último. En enero de este año ya había publicado un libro denominado "Historia de Letonia: Siglo XX", en la cual resalta el papel de los hombres de las Waffen SS como "Héroes Nacionales", y llama a aquellos que apoyaron al Ejército Rojo "traidores a la Patria". Esta obra fue acogida muy bien por la población, y de hecho esto es lo que se le enseña a los niños letones en todos los colegios. Israel intentó inmiscuirse en el asunto exigiendo que se modifiquen los manuales escolares, pero Riga rechazó de plano la demanda, considerando que era una inadmisible injerencia extranjera en una cuestión nacional.

Por su parte, Estonia prepara otro acto revisionista para el 8 de mayo. Un día antes de que los rusos celebren "con vodka y pescado la invasión criminal a las naciones bálticas", tal como explicó Vike-Freiberga, el país inaugurará oficialmente un monumento en homenaje a las tropas del Eje. Está emplazado en la ciudad de Tallin, capital de Estonia. Existe otro monumento, puesto por los comunistas para recordar a los bolcheviques, que es objeto de permanentes actos de repudio por parte de la población, por lo que no se descarta su pronta remoción.

Lituania parece seguir el mismo camino de sus vecinos, y la muestra reside en la comentada declinación a la invitación de Putin de viajar a Moscú.

Muchos acusan al gobierno de Letonia de haber generado todo. Pero la realidad es que los pueblos bálticos siempre abrigaron en sus corazones estos ideales y convicciones, y bastó que alguien se decidiera a dar el primer paso para empezar a marchar. El eje Letonia-Estonia-Lituania forma parte desde hace pocos meses de la Unión Europea, y ya hay ciertos analistas que ven con preocupación su posible influencia en la coalisión, lo que sumado a sus crecientes lazos y contactos con el resto de los movimientos patriotas del continente, puede hacer peligrar y tambalear la tiranía del pensamiento único impuesta hasta el presente por el sistema.

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Informe especial de la Red Kalki
redkalki@libreopinion.com

Proponen prohibir símbolos nazis en Europa

23-01-05

Proponen prohibir símbolos nazis en Europa

El polémico disfraz de nazi que usó el príncipe Harry durante la fiesta de cumpleaños de un amigo continúa provocando reacciones más allá de las fronteras de Reino Unido. Tras el incidente, que gatilló la condena de múltiples partidos británicos, de organizaciones judías y hasta de Israel, políticos germanos solicitaron que se prohíban los símbolos nazis en toda Europa. En Alemania, la legislación no permite la utilización pública de los símbolos de este tipo.

La vicepresidenta del grupo Liberal del Parlamento Europeo, Silvana Koch-Merin, dijo que todo el continente había sufrido por los crímenes del régimen que lideró Adolf Hitler y, bajo esa lógica, planteó que los símbolos nazis debían ser proscritos en toda la región. Ante esta propuesta, el comisario europeo de Justicia, Franco Frattini, expresó su disposición a estudiar la idea. A través de su portavoz, Frattini dijo que analizará esta posibilidad si eso contribuye a la lucha contra ideas racistas, fascistas y antisemitas.

Hasta ahora, no está claro si la responsabilidad de legislar en estos temas corresponde a la Unión Europea o a los estados miembros. En este contexto, el legislador germano Helmut Kuhne recomendó directamente a los británicos que apliquen una ley contra la exhibición de símbolos nazis "que como potencia ocupante implementaron en Alemania tras la Segunda Guerra Mundial".

En Reino Unido, las imágenes del hijo menor del príncipe Carlos y Diana de Gales con un brazalete con la esvástica también motivaron a la Cámara de los Comunes a investigar rigurosamente a los asesores de los nietos de la Reina Isabel, Guillermo y el controvertido Harry. Según informó el diario londinense The Times, se examinarán con detalle los criterios de selección de estos ayudantes. "¿De dónde sale esta gente que asesora a Harry? Son negligentes, incompetentes, políticamente sospechosos o todo junto", planteó un legislador británico.

Diarios británicos también destacaron que como castigo por su disfraz, Carlos obligará a su hijo a pasar unos días trabajando en la granja familiar en Highgrove, oeste de Inglaterra, donde tendrá que limpiar chiqueros, cuidar ganado y ayudar en huertos de cebollas.

La presidencia de la Unión Europea impulsará este semestre la aprobación de una Decisión Marco para que los actos racistas y xenófobos sean tratados con las mismas penas en todos los Estados miembros, con un mínimo de dos años para los delitos más graves, incluyendo la incitación de este tipo de comportamientos o la venta de banderas y material nazi en Internet.

Esta decisión viene en parte respaldada por el escándalo protagonizado por el príncipe Harry, al disfrazarse de nazi en una fiesta de la alta sociedad británica. Diversos parlamentarios han solicitado incluso que se prohíba en toda la Unión el uso de la cruz
gamada y simbología del nacionalsocialismo.

El texto propuesto por la Comisión tipifica como delito la incitación pública a la violencia o el odio por razones racistas o xenófobos, así como dirigir, apoyar o participar en las actividades de un grupo racista o xenófobo. Asimismo, será delito la difusión pública
de material racista por cualquier medio, incluido Internet.

La propuesta también contiene disposiciones por las que se considera la intencionalidad racista del delincuente y el hecho de que el autor del delito actúe en el ejercicio de una actividad profesional como circunstancias agravantes a tener en cuenta en la determinación de la gravedad de los delitos ordinarios.

Aunque el artículo 33 del Tratado de la Unión Europea precisa que el ejercicio de las responsabilidades de orden público y la salvaguardia de la seguridad interior incumbe a los Estados miembros, Bruselas quiere promover que los autores de delitos racistas y xenófobos sean llevados ante la Justicia y que los Tribunales puedan aplicar "penas apropiadas y proporcionadas en toda Europa" que pueden dar lugar a la extradición o a
la entrega. En segundo lugar, pretende mejorar y fomentar la cooperación judicial entre los Estados miembros superando los potenciales obstáculos.

La iniciativa, que está bloqueada en el Consejo de Ministros de Justicia e Interior desde febrero 2002 por la oposición de Italia, deberá ser, paradójicamente, defendida ahora por el comisario de Justicia e Interior, el italiano Franco Frattini.

"Ningún país de la Unión Europea es ajeno al fenómeno del racismo. Aunque se hayan producido avances significativos, existen razones para la preocupación. Todos los Estados miembros han aprobado la legislación que declaraba fuera de la ley la conducta o la incitación racista al odio racial. Sin embargo, el alcance, el contenido y la aplicación aún difieren considerablemente de un Estado a otro y es hora de que avancemos en la armonización a nivel europeo", señala el texto de la Comisión Europea.

El instrumento propuesto establece que la misma conducta racista y xenófoba sea punible en todos los Estados miembros, que definirían así un criterio común de derecho penal a nivel de la UE para este fenómeno, sin detrimento de que los gobiernos sean libres de ir más allá.

No obstante, el Ejecutivo comunitario contempla que debe garantizarse el respeto de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales y en particular la libertad de expresión y la libertad de reunión y asociación según lo dispuesto en los artículos 10 y 11 del Convenio europeo para la protección de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales.

El ejercicio de estas libertades debe estar equilibrado con las medidas destinadas a luchar contra el desorden público o la delincuencia así como la protección del honor o los derechos de los otros.

Comentario de NuevOrdeN: Que estén al tanto los residentes en Europa porque esto es lo que les puede deparar la aprobación de la "Constitución Europea", en concreto los que residan en España, donde la dureza de las leyes 'anti-nazis' podría pasar a ser equiparable a la que existe en países como Francia, si bien no tan dura como las leyes de Alemania.

10000 "neonazis" en Marcha homenaje a la masacre de Dresde

16-02-05

Manifestacion del NPD en Dresden


La marcha fúnebre que sacudió ayer al país, en un día que pretendía recordar con solemnidad y devoción el sangriento bombardeo de Dresde ocurrido hace 60 años, se llevó a cabo en medio de un silencio casi religioso y estaba encabezada por cuatro recios militantes del partido Nacional Democrático (NPD), vestidos de negro, que portaban sendas cruces de madera.

En cada una de las cruces, los ideólogos del NPD, pintaron con letras negras el nombre de cuatro ciudades castigadas por las bombas lanzadas por aviones militares ingleses y americanos: Dresde, Hiroshima, Nagasaki y Bagdad. Detrás de las cruces, marcharon los dos líderes de la ultraderecha xenófoba, que pretenden llevar a los nietos del Führer de regreso al histórico Reichstag de Berlín, donde en un lejano 1933, juró como canciller de Alemania, Adolfo Hitler: Udo Voigt, un ex capitán del ejercito alemán y presidente del NPD y Gerhard Frey, el millonario líder de la Unión del Pueblo Alemán (DVU).

Más de 10.000 neonazis

Detrás de los nuevos lideres, una impresionante y silenciosa multitud de abuelas, tíos, padres de familia, hijos, novias y un ejército de disciplinados militantes del NPD y la DVU, que portaban antorchas, cientos de banderas negras y carteles con textos provocadores: Los asesinatos no prescriben. Llegará el día de la venganza, rezaba el texto de una pancarta cargada por cuatro adolescentes. El terror del Holocausto de las bombas no se puede contradecir, denunciaba otra.

¿Cuantos simpatizantes y militantes de la ultraderecha marcharon ayer por las calles de Dresde para denunciar que la población alemana fue víctima de un crimen igual o peor que el cometido por los nazis?. Más de 10.000 con seguridad. «Una multitud que produce miedo» confesó un oficial de la policía, «la mayor desde el fin de la guerra», según un veterano periodista alemán.

Lo único concreto es que el NPD, un partido que tiene 5.000 militantes y un potencial de casi 200.000 votos en el estado de Sajonia, se anotó ayer un éxito impresionante en su nueva estrategia propagandística, que pretende despertar el resentimiento de la población alemana, que nunca se atrevió a denunciar su tragedia, a causa del sufrimiento provocado por los nazis a la población judía.

«Nosotros también hemos sido victimas de un holocausto», confesó Heike Hartmann, una abuela de 75 años, que junto con su esposo y una nieta marchó con energía en la fría tarde de ayer. «Ellos -el NPD- son los únicos que se atreven a denunciar y condenar el crimen que cometieron los aliados. Yo vivía en las afueras de la ciudad cuando nos bombardearon, por eso sigo viva».

El 13 de febrero de 1945, poco antes de las diez de la noche, cazabombarderos de la Royal Air Force británica lanzaron unas 2.500 toneladas de explosivos sobre Dresden, importante por su situación geográfica cerca de la frontera checa, como lugar de tránsito hacia el este y por tener industrias. El objetivo formal era destruir un importante centro ferroviario y facilitar el avance del Ejército Rojo.

Las bombas cayeron sobre unas 25.000 casas, 90.000 departamentos y sobre lo que era uno de los centros más homogéneos y fastuosos de las ciudades alemanas. Ahí se concentraban la ópera Semperoper, el palacio Zwinger, que había albergado a la antigua corte sajona y la célebre iglesia Frauenkirche, que se derrumbó el 15 de febrero y fue reconstruida tras la reunificación alemana.

Sobre las ruinas humeantes, en los dos días siguientes, más de 500 bombarderos norteamericanos rematarían la macabra obra con otro millar de toneladas de explosivos.

Discurso beligerante

«Con ocasión de la matanza del bombardeo de Dresde de hace 60 años, hemos querido enviar una señal contundente para que cesen los bombardeos en el mundo», dijo el presidente del NPD, Udo Voigt, en una breve conversación con DV. «Esta es también una manifestación contra Estados Unidos y Gran Bretaña y el Gobierno británico debería pedir disculpas a la población de Dresde», añadió.