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Dividiendo al mundo - Por Kevin Alfred Strom, traducción de Marcelo Cabrera

Dividiendo el Mundo

El siguiente texto ésta basado en el programa de American Dissident Voice (La voz de los Disidentes Americanos) del 6 de marzo de 2004.

En el Kevin Alfred Strom habla de la fundamental cuestión de la división del mundo, es decir ¿Quiénes somos? ¿Quiénes son parte de nuestro grupo? La respuesta debe ser clarísima sí queremos sobrevivir. Nosotros tenemos que definirnos en términos de lo que somos, no en términos de lo que creemos. Es decir, tenemos que definirnos en términos raciales. Somos gente blanca, y nada ha sido, es o será más importante que nuestra supervivencia y progreso como raza.

Traducido por Marcelo Cabrera

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Dividiendo el Mundo

por Kevin Alfred Strom



En el programa de esta semana discutiremos la vital cuestión de cómo nos definimos a nosotros mismos.

¿Es nuestra comunidad una comunidad en la creencia, cómo Mel Gibson argumenta a través de su poderosa película, o es nuestra comunidad una comunidad de sangre?

La película la Pasión es un monumental trabajo cinematográfico por todo lo que relata y hay muchas lecciones para nosotros en él. Sin embargo éstas lecciones no son obvias. Estas lecciones no son aquellas que los medios judíos quieren que nosotros entendamos y ellas no son tampoco aquellas que Mel Gibson quiere transmitirnos en ésta película.

La Pasión no es una película racialista. No es una película pro-blanca. Incluso, en su mayor parte ésta película no trata de gente blanca. En verdad ésta película trata acerca de la calurosamente discutida y pobremente documentada historia de un judío rebelde y de la guerra religiosa que el orden religioso judío imperante en aquel tiempo desato contra el -- y cómo aquel orden religioso judío usó el poder del Imperio Romano contra éste rebelde y en última instancia lo asesinó. Los blancos estamos representados en este film fundamentalmente a través de los romanos y los romanos no quedan muy bien parados en ésta película, de la misma forma en que ellos no quedan muy bien parados en los evangelios, en los cuales Mel Gibson basó seriamente el guión de ésta película.

Los judíos que manejan Hollywood y que manejan virtualmente la totalidad de los medios de propaganda, no disfrutaron de este film en absoluto. No les gusto este film porque sus ancestros, biológicos y espirituales, – el orden judío de 2000 años atrás – son mostrados como una tribu manipuladora, hambrienta de poder y sanguinaria, que probó su maldad de la manera más dramática posible: asesinando a uno de ellos, un judío rebelde en el cual la chispa divina brilló tan fuertemente que fue encarnado por dios. Aunque los héroes de La Pasión son judíos, así como los villanos, esto no es aún suficiente. Las organizaciones judías estaban aún disgustadas con esta película. Para las organizaciones judías de hoy el retrato del sistema judío imperante en aquel entonces golpea demasiado cerca de su casa, y ellos temen que sus sometidos puedan verlos con un poco menos de adoración que antes de ver la película. http://tinyurl.com/2x54n

A pesar de su riqueza y de su poder temporal los judíos son una pequeña minoría y saben esto. Ellos son los maestros de las encuestas de opinión pública y constantemente están levantando su dedo mojado para ver la velocidad y dirección del viento. Se preocupan mucho acerca de – y llevan la cuenta de – lo que aquellos que ellos llaman goyim (gentiles) están pensando, de modo que cualquier pensamiento anti-judío pueda ser eliminado rápidamente antes de que se transforme en acciones anti-judías que no puedan ser controladas.



Los judíos son más que solo una religión, se definen a ellos mismos más por los ancestros que por las creencias( el comunista y ateo Herbert Aptheker fue considerado judío, como son considerados la mayoría de los jefes de los medios de comunicación). Pero como cualquier grupo religioso, cultural o racial que trata de sobrevivir como grupo los judíos dividen el mundo en dos: ellos y nosotros. La división fundamental del mundo para ellos es está: Judíos contra el resto del mundo. Entre algunos de los judíos más extremistas se llega incluso a poner a todos los no-judíos en el nivel de los más primitivos animales, dándole a los judíos un estatus especial como super-humanos o los únicos humanos – un tema del que hemos hablado aquí antes http://www.nationalvanguard.org/story.php?id=1815.

Pero sí bien es psicológicamente revelador, tal extremismo no es esencial. Lo esencial es que ellos dividen el mundo en dos: judíos y no-judíos. Esta división en dos es una precondición necesaria para la implementación de un código moral dual – una moral para los judíos y otra para los demás. Yo he discutido este código moral dual, este doble standard muchas veces en este programa.

Para los judíos su moral es solidaridad étnico-racial, identidad, y cierto grado de separatismo. Pero ellos predican como moral para los no-judíos el polo opuesto, es decir: Nosotros tenemos que aceptar la aniquilación de nuestra identidad, multiculturalismo, inmigración en masa y mezcla racial. En otras palabras nosotros tenemos que aceptar una ética de suicidio racial y cultural como nuestro más elevado ideal, y todo intento por afirmar nuestra identidad racial o proteger nuestra cultura o herencia genética son definidos aquí como una moral "insana" y "mala". http://tinyurl.com/2gzp5

Pero no es específicamente de este código dual, o de la escandalosa hipocresía judía sobre lo que quiero reflexionar hoy si no de la concepción fundamental del mundo que se encuentra detrás de esto, la precondición necesaria de este código moral dual, ese es mi punto principal hoy: la división del mundo en dos grupos. Sin la división de la población del mundo en dos la idea de un código moral dual es imposible.

Por supuesto, no son sólo los judíos quienes dividen al mundo en dos partes, aunque ellos pueden haber llevado ésta idea a su último extremo. El escritor y humorista Robert Benchley dijo una vez que "Hay dos tipos de personas en el mundo, aquellos que creen que hay dos tipos de personas en el mundo y aquellos que no." Totalmente cierto. Probablemente el código moral dual tenga profunda raíces en todos nosotros, raíces que llegan hasta nuestro pasado tribal e incluso nuestro pasado pre-humano. Ésta es la distinción fundamental entre "ellos" y "nosotros". Nuestra tribu contra el resto del mundo. Dado que "ellos" son peligrosos o potencialmente peligrosos, esto nos lleva a tratarlos diferente. Estúpida aquella tribu cuyos miembros traten a un intruso o tribu competidora con la misma confianza, sinceridad o caridad con la que tratan a los miembros de su propia, extendida, familia. Su tribu. Semejante confianzuda tribu caería rápidamente en la esclavitud o caería ensangrentada en algún campo solitario dejando muy pocos o ningún descendiente.

Y que sucedería con el hombre o la mujer que son excesivamente individualistas. El o ella pueden tener una muy estrecha concepción del código moral dual – "nosotros" es justamente yo o mi circulo más inmediato, y "ellos" son todos los demás, incluyendo los miembros de mi propio pueblo. Semejantes individualistas tendrían muy poca chance de sobrevivir bajo condiciones primitivas sí ellos meticulosamente se adhieren a ese código y rechazan formar parte de un grupo más grande – y sí ellos fingen lealtad a su pueblo y fueran descubiertos como egoístas e individualistas desleales, sus chances de sobrevivir serían también muy remotas. http://tinyurl.com/2k74y

Entonces las tribus y razas más exitosas fueron aquellas en las que un sentimiento de identidad existía – un sentimiento de identidad suficientemente fuerte para asegurar cooperación, solidaridad, generosidad y confianza entre los de su propio tipo – y suficientemente fuerte como para permitir un código moral dual que estimaba que los extraños –"ellos"—no eran dignos de semejante confianza y solidaridad. Entonces nosotros evolucionamos con el código moral dual profundamente enraizado. Nosotros todos dividimos el mundo en "nosotros" y "ellos".



¿Por qué Mel Gibson metió el dedo en la yaga de los judíos con ésta película?. Bien, el señor Gibson toma su religión en serio. El no es un pensador racial, su división del mundo no está basada en términos biológicos. Sin embargo, el mira el mundo en términos de creencias. "Nosotros", para Gibson, es la comunidad de creyentes cristianos. "Ellos", son todos los demás. Los judíos, como el grupo racial-religioso-nacional con el más desarrollado sentido de identidad y la más inflexible doble moral, son perfectamente conscientes de que son puestos en la categoría de "ellos" por los cristianos y especialmente por los cristianos celosos como Mel Gibson. A los judíos les disgusta cuando alguien-- ya sean blancos, musulmanes, cristianos o cualquier otro -- tiene un fuerte y poderoso sentido de identidad que los deja a ellos fuera. Ésta es la razón por la que ellos promueven el universalismo, la ideología de que somos todos lo mismo, y el igualitarismo entre otros pueblos, mientras ellos se mantienen separados y con una fuerte identidad. Los judíos son el único pueblo que hace estas dos cosas y pienso que ésta es la razón por la que han sido ampliamente rechazados a lo largo de la historia.

De esta manera, Mel Gibson – una estrella de Hollywood, y (como el pensó) una persona perteneciente a Hollywood, amigo de muchos millonarios judíos de la industria del entretenimiento – repentinamente descubrió que el era un forastero allí cuando quiso hacer su película de solidaridad, identidad y pasión cristiana. Los estudios controlados por judíos no quieren saber de nada con una película como ésta. Por supuesto, ellos han hecho gustosamente películas acerca del cristianismo antes. Pero fueron épicas banales, filo-semitas o con un mensaje de universalismo --como aquellas obras baratas y de mala calidad de Charlton Heston – o fueron creaciones obscenas y burlas a ésta religión como 'La Última Tentación de Cristo'. Los judíos se negaron a invertir o promover una película poderosa en la que ellos aparecen en su debido papel como la quintaesencia del ser completamente ajeno al resto y del extranjero, y un extranjero hostil además. Ellos se negaron a financiar una película que emocionante y dramáticamente sostenía la fe – y la identidad – de aquellos que se ven a sí mismos como cristianos contra el mundo. Francamente, no pienso que sea la hostilidad contra el cristianismo per se lo que mueve a estos judíos – más bien que es la misma cosa que los lleva a ellos a oponerse a las políticas de identidad blanca en América y Europa y que los lleva también a oponerse a los gobiernos religiosos musulmanes en Oriente Medio – es una oposición a cualquier poderoso sentido de identidad entre aquellos que consideran sus súbditos, su rebaño. Tu no quieres que los carneros de tu rebaño tomen cualquier idea presuntuosa que pueda hacerlos pensar que su pastor es cualquier cosa menos divino o expresen a viva voz que no necesitan un pastor— ésta es la lógica que siguen.

Entonces Mel Gibson financió la película de su propio bolsillo, sin intervención de los productores de Hollywood. El tuvo que montar su propio equipo. La prueba de que Gibson no tenía animosidad contra los judíos es que colocó algunos en ese equipo. Pero la participación de estos pocos judíos no cambia el hecho de que el orden establecido en Hollywood y las organizaciones judías están muy preocupados por éste film.

Y Gibson puede perfectamente encontrarse vetado en Hollywood de aquí en adelante. El New York Times cito al presidente de uno de los mayores estudios de Hollywood, que refiriéndose a Mel Gibson dijo: "No lo contrataré, no apoyaré nada en lo que el tome parte", aunque un agente dijo que sí la película hace suficiente dinero la avaricia de Hollywood triunfará a fin de cuentas: "Sí la película funciona, no creo que le haga daño a Gibson. La gente aquí trabajará con el Anticristo sí con el se puede hacer un buen negocio." http://tinyurl.com/2dzo9

Dado que hay poco peligro de que se forme algún grupo de interés que se oponga a los judíos usando el "Anticristo", yo añadiría que los judíos de Hollywood preferirían trabajar con Lucifer que con Gibson a algún Jesús inédito.



Entonces aquí tenemos dos identidades opuestas y dos formas de mirar el mundo que aparecen en la controversia acerca de ésta película: la de los judíos y la de los cristianos. Muchos oyentes de éste programa saben que el plan judío para los no-judíos es una especie de veneno, una receta de muerte. Entonces, ¿Deberíamos abrazar la visión de Gibson? ¿Deberíamos, siendo o no cristianos, vernos como una parte de la cristiandad y ver nuestro conflicto con los judíos como una batalla con un enemigo de la cristiandad? Pienso que no, y estas son las razones.

Nosotros no tenemos más elección que vivir con un código moral dual. Los grupos que fracasan en esto, que fracasan en otorgarle a aquellos que aman lo mejor, inevitablemente no sobreviven. Son suplantados o eliminados por otros grupos que si practican el código dual.

Dividir el mundo en nosotros y ellos basándonos en creencias, nos da, en efecto, una base muy débil pues cualquiera, incluso un enemigo jurado, puede unírsenos sí profesa el credo correcto. Muchos caballos de Troya se han introducido en las ciudades occidentales – pensemos en los marranos "conversos" en España o en los nativos de las colonias británicas también "conversos" – usando éste pretexto. Y éste no necesariamente tiene que ser un pretexto para ser perjudicial. Sí es sincero o fingido, el resultado es el mismo: los genes son alterados, y nosotros vamos dejando de ser lo que somos. Nuestra raza muere poco a poco y se hace menos característica. Y en adición a la polución genética, esos "conversos" cambian nuestra cultura, modifican nuestras instituciones en innumerables y a veces inmediatas formas para que les siente bien a ellos. La única forma de prevenir estos daños es definir los conceptos de ellos y nosotros en términos biológicos. Sí tu has nacido como uno de nosotros jamás podrás dejar de serlo. La raza es absolutamente a prueba de "conversiones". No hay nada que pueda "convertir" tu raza.



Echemos una mirada a lo que tenemos que aceptar sí nuestra división del mundo se basa en creencias. A menos que aceptemos una definición muy cerrada de las creencias aceptables-- en cuyo caso entraríamos en un laberinto infinito de sectarismo en donde la palabra "nosotros" correspondería justamente a una pequeña sección de la cristiandad que se adhiere a una estrictamente definida versión "correcta" del cristianismo—deberíamos aceptar a todos los cristianos nominales del mundo como parte de nuestro grupo. Tendríamos que aceptar a virtualmente todos los mestizos de México y Centroamérica en nuestro grupo. Tendríamos que aceptar al creciente número de Coreanos cristianos en nuestro grupo. Tendríamos que aceptar a todos los africanos conversos, que los misioneros blancos que no fueron devorados, "ganaron" para Cristo como parte de nuestro grupo. Tendríamos que aceptar a los cristianos nominales de Haití como parte de nosotros. Sí esa es la cristiandad, entonces los cristianos universalistas han causado que la cristiandad deje de existir en una manera significativa. Sí el cristianismo era la respuesta, México y Detroit serían paraísos terrenales.



Miremos a Haití.

La mayoría de su población era nominalmente católica cuando masacraron a la totalidad de la población blanca 200 años atrás. Desde aquel entonces, a pesar de la intervención blanca y de la repetida reconstrucción de la infraestructura del país por parte de los blancos, Haití ha sido esencialmente un laboratorio aislado en donde se puede ver un experimento de lo que son los negros en el poder. Después de que asesinaron a todos los blancos, los negros (y algunos pocos mulatos) quedaron a cargo del país y han permanecido allí desde entonces. Heredaron la más prospera y productiva colonia en la región. Heredaron la más fina infraestructura construida por europeos en aquel tiempo, la cual ha sido reconstruida para ellos(por parte de blancos) desde entonces muchísimas veces. Heredaron un sistema de gobierno y una cultura europea avanzada. Y ¿Cuál fue el resultado? No solo fracasaron en avanzar y en mejorar aquella estructura que heredaron sino que no pudieron ni siquiera mantenerla. Su sociedad rápidamente evolucionó hacia un salvajismo brutal y sin ley. La infraestructura fue repetidas veces destruida. Hicieron de la cultura y la religión que heredaron una parodia de la original con una suculenta dosis agregada de sangre y crueldad. El actual paroxismo en Haití es más de la misma historia, estas cosas han estado sucediendo desde que los negros tomaron el poder allí.

En Haití, las excusas usuales para la incapacidad de los negros en muchos aspectos no están presentes – lo más notable es que el fantasma del "racismo blanco" no puede ser cargado con las culpas, pues el hombre blanco es casi completamente inexistente allí. Las excusas del mal clima que a veces son dadas para explicar los problemas del África negra también están ausentes – el clima y el suelo son tan favorables que bajo el gobierno francés Haití fue un gran exportados de alimentos y la fuente de alimentos del Caribe—y esto fue antes de la invención de las formas modernas de agricultura. Diferenciándose de algunas naciones africanas, Haití esta en una posición ideal para comerciar con otros y prosperar como nación. El único factor común es la población de Haití la cual es esencialmente negra.

¿Cuál es el resultado de este accidental experimento? El mismo que en África. Una sociedad que esta cayéndose a pedazos, cayendo en el hambre, la enfermedad, la destrucción ambiental, la violencia, la pobreza, y una increíble y primitiva superstición. Una sociedad con constantes y destructivas revoluciones las cuales no tienen otro efecto que reemplazar un gran jefe sangriento por otro. Una sociedad que a retornado a la jungla. Sí esto no prueba que la civilización es una función de la raza, nada lo hará.

http://tinyurl.com/2qjor

La historia es la misma en África. Desde Rhodesia hasta el oeste africano, desde el Congo Belga hasta Sudáfrica, los blancos legaron una civilización avanzada a los negros que liberaron. Sin embargo virtualmente todas estas naciones están en un espiral descendente hacia el nivel de Haití. ‘Okupas’ destrozando los otrora grandes hoteles de Leopoldville(hoy Kinshasa N. Del T.) y árboles creciendo y rajando el concreto de las amplias avenidas diseñadas por ingenieros europeos. Granjeros blancos siendo asesinados por pandillas de vagabundos negros en Sudáfrica, la región no puede alimentar a su propia población y el hambre asola. Los africanos están muriendo por falta de alimentos en lugares por donde corren grandes ríos y el suelo es rico. Y se están asesinando y mutilándose entre ellos para obtener partes del cuerpo que son usadas en ritos primitivos mientras debajo de sus pies se puede encontrar oro, diamantes y esmeraldas. Comparemos esto con la montañosa Suiza que no tiene salida al mar o con la remota y volcánica Islandia. Ambos países son pequeños y poseen recursos relativamente pobres. Pero ambos países están poblados por blancos y ambos tienen un récord de siglos de progreso y avance que puede ser comparado favorablemente con cualquier otro país del planeta. Y los blancos de Suiza e Islandia no recibieron ninguna preexistente civilización para empezar. Ellos empezaron de la nada. Esta es una diferencia racial.

La imitación de la cultura francesa no hace a los negros del oeste africano o Haití franceses. Hablar francés tampoco lo hará – enseñarle inglés a nuestros invasores mestizos no los hará Americanos. Inculcarles -- e incluso la aceptación sincera de– la religión de los franceses no los "convirtió" en franceses o europeos. Esto nunca los convirtió en uno de nosotros y nunca lo hará.

Necesitamos comenzar a pensar en términos raciales. Como humanos, vivimos en grupos. Como humanos que quieren sobrevivir debemos pensar en términos de "ellos" y "nosotros". Debemos dividir el mundo. Necesitamos hacer de esta división una división racial. Necesitamos basar nuestra definición de quines somos en una natural asociación de parentesco, no una artificial basada en las creencias que puede cambiar en cualquier momento y que se puede aplicar a cualquiera que recite las palabras adecuadas. No quiero decirles a ustedes que religión deben seguir o no seguir. Este es un asunto de su razón y su conciencia y ningún hombre blanco honorable debería dictarle esto a otro.

Pero cuando está en juego la supervivencia, todos nosotros deberíamos saber en nuestras mentes y corazones quienes somos – y cuales son los niños que tienen que sobrevivir a cualquier costo. El hombre o la mujer blanca que cree en la reencarnación o en el materialismo científico o es católico o protestante es sobre todo un Europeo, es sobre todo uno de nosotros. Los judíos, asiáticos o negros que asisten a la iglesia cristiana o que juegan en el equipo olímpico de mi país o que incluso sirven en nuestro ejército no son y nunca serán uno de nosotros. Debemos ver el mundo en términos raciales.

Así es como debemos dividir el mundo sí los sacrificios hechos por nuestros ancestros significan algo para nosotros. Así es como debemos dividir el mundo sí queremos que el gran arte, literatura y ciencia de nuestra poderosa civilización sobreviva. Así es como debemos dividir el mundo sí queremos que nuestra raza rompa las cadenas que la unen a este sobre-poblado y vulnerable planeta. Así es como debemos dividir el mundo sí queremos que hayan risas de niños blancos corriendo sobre nuestras tumbas dentro de diez mil años.

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